- ¡Papi, mami despierten! – dijo mi pequeña Diana subiéndose encima de la cama
- ¿Qué paso amor? – preguntó Elizabeth en un bostezó para sentarse en su lugar
- Tuve una pesadilla – comentó rascando sus ojos llorosos, tomé de su pequeña mano besándola, y mirándola a los ojos
- ¿Quieres dormir con nosotros princesa? – pregunte, ella sonrió complacida y asintió
- Si - dijo alegre, quite la cobija y deje un lugar en medio de Elizabeth y de mi para que se acostara Diana
- Gracias... – dijo mientas se acomodaba en la cama, sonreí y deje un beso en su mejilla sonrió y me acosté mirando a mi pequeña acaricie su mejilla y fue cerrando sus ojos poco a poco hasta que se quedó dormida de nuevo.
Desperté y sentía como alguien jugaba con mi cabello, abrí los ojos y Diana se escondió abajo de las sabanas, Elizabeth no se encontraba en la cama, miré al baño y nada, por un minuto me fui de la realidad y Diana movió mi cabello, soltó un par de risas.
- Creo que te despeinaste un poco papi – exclamo con un par de risadas agudas para después sonrojarse levemente
- Oye... – reí y también despeiné a mi pequeña
- ¡No papi! – se quejó y ordeno su cabello castaño claro, casi rubio
- ¿Dónde está tu mamá?
- Se fue a darle de comer a James, y hacer algo de comer
- Oh que bien, no quiero hacer de comer yo - dije sincero, ella río y dijo
- No seas flojo papi – exclamo haciendo un leve puchero con su boca rosada y cruzando sus brazos
- No soy flojo... – dije y comencé a hacerle cosquillas, ella reía y pataleaba
- ¡No papi! ¡Lo siento!
- Dejen de hacer ruido los dos – llego Elizabeth para regañarnos a los dos – acabo de dormir a James y ya lo despertaron
- Lo siento – dijimos los dos al unísono, nos miró negando levemente con la cabeza, tomo el cabello rubio de Diana para después dejar un beso en su frente y hacer lo mismo ahora, sonreí al sentir el tacto de sus labios en mi frete, sacudió mi cabello
- Cuiden a James voy a ir a la cocina – me entrego a James en mis brazos y después lo acosté en medio de los dos, Diana acaricio la mejilla de mi pequeño y dijo
- Duerme hermanito... Oh mamá nos va a regañar a papi y a mí por despertarte – reí y oí como algo se rompía de la planta baja, miré confundido y dije a mi pequeña
- Cuida a tu hermano voy a ir a ver que paso – ella solo asintió y siguió acariciando la mejilla del pequeño James, bajé las escaleras lo más rápido posible y vi a Elizabeth quejándose al igual que varios vidrios tirados en el piso
- ¿Estás bien? – pregunte mientras me acercaba a ella, quitaba los vidrios rotos del piso y contesto
- Si eso creó amor – contesto mientras se tocaba el pecho, tenía una mirada extraña, me acerque más a ella y le tome de la mano para llevarla a la silla
- ¿Qué te paso amor? – pregunté mientras la ayudaba a sentarse, ella tenía una mirada de confundida y a la ves con miedo, tome su mano y pregunte nuevamente – ¿Qué paso amor?
- Nada... Me dolió el pecho, y tumbe el vaso... – miro los pedazos de vidrio y me miro con nerviosismo
- Amor... Ya van muchas veces que veo que te sientes mal, vamos al hospital
- No amor... Estoy bien – dijo mirando al piso
- No es una pregunta – comente firme ante mi idea – vamos ahora, llamare a mamá para que venga a cuidarlos
Salí de la cocina y tomé el teléfono. Llame a mi madre y le pedí que viniera a cuidar a los niños, ella acepto con justo, su casa estaba un poco retirada de nuestra casa así que tardo un poco, cuando llego saludo a mis hijos y a mi amada esposa, tome las llaves del auto para conducir hasta el hospital. Elizabeth no quería ir pero algo me decía que estaba pasando algo y debíamos saber que era, caminamos adentro del gran edificio y entramos al consultorio del doctor familiar, esperamos unos minutos hasta que dijeron el nombre de mi amada.
- ¿La señora Styles?
- Aquí – dijo mientras se levantaba de la silla imite su acción y entramos al consultorio
- Oh hace mucho que no los veía, ¿En qué les puedo ayudar? - pregunto el doctor
- He tenido algunos dolores... En el pecho – dijo un poco nerviosa Elizabeth
- ¿Dónde exactamente? - preguntó sin expresión alguna
- Aquí - señalo y el doctor mordió una pluma que llevaba en sus manos y preguntó
- ¿Ya te has hecho los estudios como los ecos mamarios, o alguna mamografía, análisis de sangre, algún electrocardiograma, prueba de fuerza...?
- No...
- Deberías, mira te voy a dar una orden para que te elaboren esos exámenes – señalo a lo que había anotado hace unos pocos segundos – lo más pronto posible - comenzó anotar algo en un papel amarillo, firmo y continuó - son para mañana, te entregaran los estudios de una a dos semanas así que te veré pronto, ahora una pregunta, ¿Por qué no te has hecho los estudios?
- No lo sé – miro nerviosa y el doctor me miro algo incómodo
- Yo le he insistido para que se los hiciera – me miro un poco más tranquilo y dijo ahora mirando a Elizabeth
- ¿Por qué no lo ha hecho? Si los hubiera traído ya pudiera darle la razón de su malestar, y poder ver que tratamiento hay que tomar...
- No los he hecho porque me ha dado pena, y me habían comentado que los ecos y la mamografía se sugieren a partir de los cuarenta, y aun no llegó ni a los treinta... - respondió apenada mi querida Elizabeth
- Señora, necesito por favor que haga esos estudios, en cualquier laboratorio por favor, y es importante estar al tanto de su salud, a veces se nos olvida que la salud no solo es en el exterior y cosas que se puede ver como el peso o la talla, tenemos que ver más adentro, así que les sugiero hacer ambos por lo menos cada medio año un análisis de sangre para ver cómo están los parámetros de azúcar, colesterol... Como están de salud... - nos miró fijamente al terminar de explicarnos, asentimos ambos – bueno necesito esos análisis de usted señora, y cuando se los entregue hace cita conmigo...
- Está bien doctor, esperemos verlo lo más pronto posible... - dije
- Que tengan lindo día señores... - nos acompañó a ambos a la salida de su consultorio, ambos al salir del lugar no hicimos nada más que mirarnos.
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Can You Love Again - Harry Styles
FanfictionSoy Harry un viudo de treinta años con dos pequeños hijos: Diana de seis años y James de tres años. Ellos son mi ser, pero, aunque tenga a mis hijos algo me falta. Mi querida Elizabeth ella era mi luz era mi todo... Pero falleció por cáncer ahora te...