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TERCER MES: UNO DE DICIEMBRE

Suspiré. Me senté sobre la encimera de la cocina y sujeté el periódico entre mis manos.

No había ni un solo anuncio de trabajo.

Desde que vine a Nueva York solo he trabajado como camarera, y he hecho prácticas de fotografía para ampliar mi conocimiento sobre las cámaras. Ese tema por el cuál casi me saco un master.

El hecho es que llevo un año y lo único que he conseguido ha sido un trabajo de camarera.

- Buenos días, fiel americana. - Me saludó mi compañera de piso, Sophie.

- Buenas, italiana de pacotilla. - Saludé mosqueada.

- ¡Ey! ¿Qué pasa? Yo no tengo la culpa de que ayer por la noche te echaran del café. - Espetó con su excitante acento.

- ¡Si que la tienes! - Grité incrédula ante las estúpidas palabras que su boca soltaba. - Tú, amiga mía, te presentaste con el imbécil de tu novio y sus amigos. Me habían dejado a cargo. Era la encargada del mes. Y tú lo has estropeado todo. - Rodó los ojos mientras me oía hablar. - ¿Acaso tienes dinero para pagar el alquiler de este mes?

- Está bien, Amber. - Murmuró cabizbaja. - La he cagado un poco. - Elevé una ceja mirándola con desagrado. - La he cagado demasiado, ¡mucho! - Cayó de rodillas ante mí. - ¡Perdóname! ¡Yo ruego tu perdón!

- Si me lo dices en italiano... - Musité con los labios fruncidos.

- ¡Mi perdoni! - Me abrazó por la cintura y reí.

- Está bien, está bien, te perdono. - Sonrió y se levantó. - ¿Qué harás hoy?

- Mmm... Nada. Por la noche, Alessandro ha planeado hacer una fiesta con un par de amigos.

- ¿Estoy invitada? - Pregunté con cierta indiferencia mientras sacaba el bacon del microondas.

- Pues claro que si. - Respondió con una sonrisa ya conocida para mí.

- No sé si te has dado cuenta, pero es mi último mes.

- ¿Y? - Preguntó como si no le importara.

Genial, no se acuerda de que me iré.

- Último mes para encontrar un comprometido y/o trabajo. ¿Te doy más pistas? - Abrió los ojos exageradamente y se tapó la boca con la mano. - Ayer me llamaron. Me dijeron que en navidades estarían aquí para ver qué tal voy. Si no me doy prisa, después de dos días estaré en Kansas, de nuevo. - Dije enrabiada. No me quería ir. Golpeé la encimera. Ésta me devolvió el golpe en rebote, creando así una ola de dolor alrededor mi brazo. Sophie se rió mientras agarraba su tripa con su brazo derecho.

Zorra.



***

- ¡Iré a correr un poco! ¿Vale? - Grité mientras oía los chorros de agua caer en la ducha.

- ¡Capisci! - Respondió. Asentí y cogí mis prendas para correr. Un top de Nike, unos leggings negros y unas deportivas de Adidas adquiridas en mi cumple. Me puse una sudadera, agarré mis cascos y mi móvil.

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⏰ Última actualización: Jan 06, 2022 ⏰

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