Capítulo 1

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El despertador suena, lo cual indica que es hora de ir a la maravillosa escuela. Es lunes, odio los lunes. Así que me levanto de la cama un poco adormitada, pongo música en mi teléfono y me meto a bañar. No puedo dormir bien desde hace más de un año por culpa de esos estúpidos sueños. Cada vez más extraños, sólo veo gente desconocida diciéndome cosas raras o personas que conozco muertas y casi siempre aparece mi hermana. Así que prefiero pasar la noche en vela a dormir aunque sea una hora si voy a soñar eso.

Cuando salgo de bañarme me pongo una blusa azul junto unos jeans negros y obviamente mis tennis. No me quejo de mi físico, tengo una estatura de 1.78, gracias a que mi mamá y mi papá son altos, tengo el cabello como el de mi madre, castaño y ondulado y los ojos también como los de mi madre, grises, soy esbelta y pues tengo lo mío. Mi hermana se parecía más a mi padre, incluso en la manera de ser. Dejé mi cabello suelto para que se secara y bajé las escaleras corriendo. Se me hacía tarde y tenía que pasar por Spencer, mi mejor amiga y la única persona en el mundo que me soporta. Se podría decir que tengo un carácter... explosivo. Pero ella no se queda atrás, creo que por eso nos entendemos bien. Y también está Mike, pero él se fue de intercambio a Londres, aunque ya tendría que haber regresado, creo que llega hasta la otra semana.

Mi mamá y mi papá estaban desayunando, mi papá es un contador y mi mamá es asesora de una de las empresas más importantes del país, Chevron, por lo que necesita viajar y visitar franquicias de vez en cuando. Mi padre trabaja en la misma empresa y así fue como se conocieron, pero eso es otra historia.

-Buenos días Kara- me saludó mi madre con su tono profesional de siempre. Me trata como si yo fuera un cliente y no su hija.

-Buenos días- respondí de manera cortante. Mi madre y yo tenemos una relación un tanto, complicada. Además de que estoy segura de que me culpa de lo sucedido. Y que prefiere que hubiera sido yo y no ella. Yo también lo prefiero.

-Buenos días, cariño- saludó mi padre y me dio un beso en la frente. Con él era todo lo contrario a mi mamá, al parecer si es cierto lo de que los opuestos se atraen después de todo.- ¿No vas a desayunar algo?

-No papá, ya se me hizo tarde y tengo que pasar por Spencer.

Tomo una barra de chocolate de la alacena junto con mi termo de café y salgo de la cocina.

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Me encuentro estacionada en la puerta de la casa de Spencer y toco el claxon.

-Si me pierdo una clase más por tu culpa te mataré, reprobaré por faltas sin siquiera haber hecho un examen. Que te cuesta llegar temprano- dice Spencer mientras entra al auto y azota la puerta. Ella es pelirroja y como de unos 1.70 de estatura, tiene los ojos cafés y le gusta vestir de negro. La conozco desde hace 7 años, cuando ella se mudó de México y desde ese entonces somos amigas.

- Oye, oye, ya te he dicho que no azotes la puerta.- digo mientras arranco el coche, mi preciado jeep, y arranco camino a la escuela.

-Y yo que llegues más temprano, al parecer a ni una de las dos nos gusta hacer caso.

-Lo siento, volví a tener sueños raros. Y ya sabes cómo es cuando me despierto. - Siempre que tengo uno de esos sueños, cuando me despierto es como si me drenaran parte de mi energía y estuviera dentro de un estupor, con mareos. Tarda en que ese efecto se pase.

-¿El mismo sueño?

-Sí, sólo que está vez vi una sombra de... un hombre. Y también había una chica.- Spencer era la única que sabía lo de mis sueños, siempre le contaba acerca de ellos y era la única en la que confiaba y sabía que ella no me diría que estoy loca por eso.

-Ya te dije que no te carcomas la cabeza con esos sueños, sólo ignóralos. Puede ser normal después de lo que te pasó. Por cierto, ¿de qué crees que me enteré ayer?- También es difícil tener su atención por mucho tiempo, a menos que sea algo muy importante, y pues, desde hace tiempo mis sueños dejaron de serlo.

-No sé, ¿de qué?

Y Spencer empezó a hablar de algún chisme del cual no le presté atención. Cuando tienes una amiga como Spencer aprendes a "participar" en la conversación sin prestar atención, sólo tienes que saber cuando decir cosas como: "¿en serio?", "¿por qué?", "tienes razón", "sí" y "no". Y, por supuesto, mover la cabeza de manera aprobatoria al final. A veces me siento culpable porque ella siempre está escuchando mis problemas pero es que no podía dejar de pensar en el sueño, era la primera vez que aparecía un chico en el. Un chico al que no vi su cara. Y un nombre se repetía en mi cabeza, el nombre de la chica.

-Llegamos justo a tiempo- dije- así que no hay razón para que me mates.

-Por ahora.

Me estacione como a la mitad del estacionamiento y nos bajamos del auto. La parte de enfrente del estacionamiento es para los populares, ya saben, priveligios para los riquillos superficiales, y la parte de atrás para los que rara vez pisaban un salón de clases, así que en medio era para la población estudiantil común y corriente. Caminamos hacia la entrada del mismísimo infierno para un día más de clases. Algo me decía que hoy iba a ser un día largo.

___

Mi primera clase era Literatura, la cual era una de las dos clases que no compartía con Spencer. Así que entre sola al salón y me senté en una de las filas de en medio. Me gustaba Literatura, la Sra. Willson era británica y era genial, nos ponían a leer libros geniales como Orgullo y prejuicio, ahora estábamos con Madame Bovary. Además que era una de las clases que compartía con Mason Jones, uno de los jugadores del equipo de fútbol americano. Yo no era como las otras chicas que sólo les gustaba llamar la atención y ser las más populares ni tampoco era una puta que sólo buscaba atención masculina, pero no era ciega y podía ver lo guapo que era, el chico tenía lo suyo. Era más alto que yo, tal vez rondando 1.85, de ojos verdes, el cabello negro y realmente tenía un buen cuerpo resultado de su entrenamiento de futbolista. Además, por sus calificaciones y comentarios en clase se podía apreciar que también es inteligente, vamos, que era el paquete completo.

Además no podía negar que había algo que me atraía de él, era algo difícil de explicar. Me han gustado otros chicos pero con él era como si lo conociera, como si todo se desvaneciera a su alrededor y algo me atrajera a él, aunque suene un poco cursi y cliché. Después de Christian, mi ex novio, no he vuelto a salir con nadie. Así que podía echarme un taco de ojo.

Lo curioso es que nunca habíamos cruzado más de dos palabras, literalmente, fue hace seis meses cuando dejé una libreta en el salón y él me la entregó en el pasillo. Entonces yo sólo lo admiraba de lejos.

Y lo más genial de está clase era que no estaba Helen Pierce, era la perra más popular de la escuela, la típica chica que no le importa nada más que ser importante y agredir a los que consideran don nadie, o que no son como ellos. Y sí, yo era la don nadie favorita para atacar.

Así que me pasé la mitad de la clase prestando atención a la Sra. Willson, ya que yo ya me había adelantado y terminado el libro, y la otra mitad admirando a Mason. No me preocupaba mucho mis calificaciones, era una chica de nueve, diez y algunos ochos de vez en cuando así que podía distraerme de algunas veces. Además estaba hablando de cómo Emma Bovary se aburrió de su matrimonio y yo ya había hecho mi reporte al respecto.

Desde que empecé a tener esos sueños también he tenido mareos e incluso me he desmayado, así que al salir de la clase me empecé a sentir mal y ver borroso, comencé a caminar más rápido para llegar a mi casillero pero a unos metros de llegar choqué con alguien. Cuando volví en mí, me di cuenta que había tirado a la persona equivocada... Helen.

Como dije, hoy sería un día largo.

DesastreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora