Capítulo 1

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Otro día, otro miserable día. Ya no sé ni qué pasará con mi vida, no espero nada interesante.

Me doy una ducha y cuando termino bajo las escaleras de mi pequeña casa.
Encuentro a mi madre sentada en el sofá, con una botella de alcohol en su mano izquierda y con la derecha sostiene un cigarrillo. Me mira, pero no le doy importancia. Me empieza a rugir el estomago voy al refrigerador, pero como era de esperarse no hay nada.

-Mamá -le digo- no hay nada de comer.
-Pues no comas -responde fastidiada.
-Pero...tengo hambre.
-¿Y qué quieres que yo haga? Compra comida.
-Lo haría, pero tú nunca me das dinero.
-Consíguete un empleo, ya estás grandecita ¿No lo crees? ¿Cuántos años tienes? ¿15?
-Tengo 17.
-Bueno, ahí está, ya deberías hacer algo, te la pasas todo el día dormida.
-¿Estás loca? Tú eres la que siempre se la pasa aquí, hundida en tu estúpida bebida y drogándote.

Mi madre me mira con mala cara, se levanta del sofá y se acerca a mí con su botella y su cigarro en la mano, el olor se mezcla y llega a mis fosas nasales, lo cual hace que me den nauseas. Oh, ¡Qué repugnante!

-No me vuelvas a hablar así, insolente - me da una bofetada. *Mi mejilla arde*- Debes respetarme.
-¡Te odio! *Gritando*- Ojalá no fueras mi madre.

Subo las escaleras rápidamente, me meto en mi habitación h cierto la puerta. Me tumbó a la cama a llorar, muerdo la almohada y la mojo con mis lágrimas. No entiendo porque mi vida tenía que ser de esta forma, por qué tengo que sufrir, por qué no puedo tener una vida normal.
Si tan solo pudiera pedir un deseo sería tener una familia unida, que me ame, pero solo son deseos que jamás se cumplirán.
Después de un largo rato mi madre entra a mi habitación con un cigarrillo nuevo en su mano.

-¿Qué quieres?- pregunto molesta.
-Nada tuyo -responde- solo te aviso que saldré porque iré a hacer unos negocios y cuando regrese quiero que estés lista, empaca tu ropa.
*Frunzo el ceño*
-¿Qué? ¿Para qué?
-Nos vamos de viaje.
-¿Hablas enserio? ¿Saldremos de viaje? ¿A dónde?
-No hagas tantas preguntas y haz tus maletas ahora, cuando regrese tienes que estar lista ¿entendido?
-Sí, pero tú...

Mi madre cierra la puerta antes de que pueda terminar la frase. En fin... ¿Qué importa? Me llevará de viaje. Por una parte esto me pone feliz, pero por otra parte me parece un poco extraño. Sacó una maleta y comienzo a empacar todo mi ropa.
Cuando por fin termino la bajó hasta la sala. Ella aún no aparece.  Oh, me pregunto adónde saldremos. Supongo que conoceré nuevos lugares, estoy emociona.

Después de casi una hora mi madre llega, pero acompañada de un hombre que jamás había visto; aparenta menos de 40 años. Su cabello es castaño, casi rubio, y sus ojos son como dos hermosos zafiros, aunque setas de unos lentes llenos de aumento. ¿Será su nuevo amante? No es feo.

-¿Mamá? ¿En dónde estabas? Dijiste que sólo tardarías un poco.

Mi madre esboza una sonrisa y mira al hombre.

-Es ella -me señala con el dedo- ¿Te gusta?
-Es linda- responde el.
-¿De qué hablas, mamá?- pregunto confundida.
-¿Estás lista ya?- Me pregunta.
-Sí, pero ¿Quién es él?
El hombre se acerca a mi, toma mi maleta y comienza a llevársela. Me acerco a él para detenerlo, pero me toma del brazo.
-¡Suéltame! -Gritó
-¡_______, no le hables así, niña tonta! - me grita mi madre. 
-Pero, ¿Qué está pasando?
-Bien *mi madre suspira* te lo diré de una buena vez, ya no vivirás más conmigo, ahora vivirás con él ¿entiendes?
-¿Qué? No... ¿De qué hablas?
-¿Cómo te explico? Seré más directa... Te vendí con él. 

Negocios Miserables (Juanpa Zurita y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora