Hoy no es un día muy especial puesto que mañana lunes empiezan las clases, mi hermano, Luis, está muy ilusionado porque es un portento ya que saca todo dieces y mi madre, la pesada, siempre me está comparando con mi hermano puesto que yo normalmente no paso del cuatro.
Hoy había quedado con mis amigos pero mi madre me ha castigado por no preparar la mochila para mañana, pero yo tenía un plan, mi madre no sabía que el árbol del jardín estaba cerca de la ventana de mi habitación, asique salté y me escapé por el jardín.
Llegué a donde mis amigos, pero no estaban todos, solo estaban Samuel que le llamamos el culebra porque es muy alto y delgado y además tiene poco pelo, también estaba diego pero casi no lo veía porque es tan bajito que se puso detrás de Samuel y no se le veía, entre el grupo estaba Alejandro con su bici que nunca se separa de ella y los demás no los conocía pero aun así nos relacionamos muy bien entre todos. A las ocho me tuve que ir para mi casa y aguantar la bronca de mi madre por haberme escapado, y así fue, me quito el móvil durante dos semanas y me mando a la cama sin cenar, después de un buen rato me dormí y ya no sentí más hambre hasta el día siguiente, aunque cuando me desperté parecía como si no hubiera comido en cinco años.
Hoy lunes diez de noviembre empiezan las clases y ya estaba el pesado de mi hermano llamándome para que me levantara puesto que él se levantaba mucho antes que yo para preparar todo para ir a clase, yo siempre le tiraba algo que tuviera cerca para que se fuera y me dejara en paz pero él seguía insistiendo hasta que un día le esperara detrás de la puerta para zurrarle a leches, pero en fin, aquí estoy yo subido al autobús de camino a el colegio que de momento no va muy bien pero que se le va a hacer, tendría que aprobar todas este trimestre ya que mi padre me ha prometido comprarme una cámara si apruebo todo pero aun así en primero de la ESO es muy difícil tener todas aprobadas...o eso me lo parece a mi aunque hay cada uno que sin tocar el libro ya sacan un diez, ¿Cómo narices lo harán?. Toca el timbre para entrar y este es uno de estos días en los que no conoces a nadie y no sabes para donde mirar, el instituto esteba frio, se ve que no encendieron la calefacción, todo era verde, pero un verde muy apagado el cual te daban ganas de de cerrar los ojos para no aburrirte, Nos llamaron para el salón de actos...que a saber qué era eso pero tampoco me moleste en informarme, simplemente caminaba hacia allí, con mi sudadera roja y mis pantalones vaqueros ajustados.
Llamaron a primero de la ESO y entonces fui junto con los que serian algunos de mis compañeros porque había dos grupos, primero A y primero B. Cuando nos mandaron a cada uno a nuestras clases junto con el tutor pensé que iba a ser aburrido pero la verdad me había tocado una clase de unos chavales que parecían bastante majos, ya me había hecho una amigo en el salón de actos se llama Gabriel y tiene el pelo azul, le encanta montar en monopatín y sobretodo le encantan las chicas.
Gabriel y yo nos sentábamos casi al lado y él en la segunda hora de clase la lio parda, le puso siete chinchetas en la silla y cuando se fue a sentar la profesora de sociales grito y nos castigó a todos sin recreo durante una semana, anda que... vaya curso, el primer día de clase y ya castigados, valla tela.
Suena el timbre, se acabo la aburrida clase de sociales, ahora tocaba matemáticas con el tutor que ya nos iba a caer una bronca por lo de las chinchetas pero bueno, el profesor llego y se presentó, dijo que se llamaba Paco y a simple vista parecía un profe bastante majo pero se enrolla mucho explicando asique aburría bastante, a mitad de la clase me dormí, ya que no había dormido mucho esa noche...los nervios...que te juega una mala pasada. El profesor me vio dormido y me despertó a lo que él me dice:
- señor Dani ¿se está aburriendo en mi clase?
-Lo cual casi no le respondí porque a mis ojos parecía como si un gran foco de luz les estuviera apuntado durante horas, al fin de cuentas me castigo sin recreo.
Toca el timbre para el recreo y estaba yo tan dispuesto a salir y de repente, aparecen el de matemáticas y la de sociales diciéndome:
- ¿Donde va usted?- Entonces recordé que tenía un castigo pendiente asique me senté y me puse a mirar por la ventana hasta que acabo el recreo, mientras ellos cuchicheaban de las clases que les habían tocado.
Las tres últimas horas no fueron muy interesantes simplemente llego la profesora, dio la materia, y se fue. Toco el timbre de salida, Salí al pasillo, aquello parecía una estampida y allí la vi, -entre niños con sus mochilas gigantes y sus ganas de irse para su casa- vi a aquella chica en la clase de enfrente, nos miramos y me salió una pequeña sonrisa.
Al llegar a casa nos encontramos a mi padre bastante triste y a mi madre con los labios resecos como con cara de preocupación, Mi madre me hizo un gesto con la cara, entonces mande a mi hermano a la habitación para que no viera lo que pasa, volví a la cocina para que me lo contaran, les pregunte;
-¿Qué te paso papa? -pregunte
-Hijo, tu padre se ha quedado sin trabajo – respondió mi madre, ya que a mi padre no le quedaban fuerzas
Mi padre me dijo que fuera a decírselo a mi hermano...siempre me tocaba el peor papel, aun así fui.
-Luis, tengo que decirte algo –le dije yo seriamente
-Dime Dani – me dijo levantándose de la cama
-Tú sabes que papa tenía un trabajo en una fábrica, pues ahora ya no está allí, ahora va a estar con nosotros...aquí...en casa para jugar más tiempo con nosotros – Dije yo mientras me caía una pequeña lagrima.