Capitulo 3

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Eran las cuatro de la mañana, mis ojos estaban rojos, cansados, casi no se sostenían abiertos, llevaba casi cinco horas mirando la carta por fuera, no tenía ni idea de lo que iba a poner, no sabía si leerla ya o esperar un poco más, estaba indeciso, de repente se escucho un ruido en el pasillo, lo más rápido que pude y me hice el dormido, minutos más tarde todo se calmo, seguramente sería mi hermano levantándose al baño.

Me levante hacia el escritorio, encendí la lámpara intentando que no se viera mucho la luz y abrí la carta, la letra era tan bonita, pase unos minutos viendo su letra y su forma de escribir, me dispuse a abrirla y comencé a leer:

-Hola Dani, soy Laura y la verdad es que no sé porque te digo esto pero me trasmites mucha confianza, se que ya soy mayor pero tengo que decirte algo, mi padre ha muerto, no sé qué hacer, llevo dos días que no me mantengo en pie... intento en el instituto sonreír y olvidarme pero en el fondo es mi padre y no me puedo olvidar de él, mi madre está peor y también le escribí una carta, te la leo si quieres: Ya somos mayores mami no llores mas, que se cocinar, y Rodri muchas cosas más, que los que menos tenemos hacemos magia con todo, tu dile a papa, que le quiero que su hija va a triunfar, dile, que lo imposible es lo posible y que todos estos vuelcos de la vida, son para hacerme más fuerte. Te quiero mama.-

Estaba confuso, no sabía que había pasado, después de la carta de su madre, no me dijo ninguna palabra más, me caía una lágrima, suspire y me fui a dormir.

Me desperté confuso, era sábado, lo único que pensaba era en Laura, ¿Cómo estará ahora? ¿Dónde? llevaban todas esas preguntas formulando en mi cabeza horas y horas. No sé qué hacer, en estos casos... ¿Qué hace la gente?, se que suena raro pero nunca me había pasado nada igual.

Desayune lo más rápido que pude, cogí mi bici, y Salí a todas pastilla hacia la casa de Gabriel, no para contarle el problema ya que si Laura no lo quería decir, no iba a ser yo el que lo dijera.

Llegue a casa de Gabriel, tuve que tocar casi cinco veces al timbre, no contestaba nadie, me estaba empezando a poner nervioso cuando de repente abrió Gabriel la puerta con cara de sueño.

-¡Gabriel! Por fin- dije

- Que narices te pasa Dani- Dijo el medio mosqueado-

-Por favor, dime donde vive Laura, es urgente, muy urgente-

-Está delante de la librería Hertford, portal 50, piso 3

-Gracia Gabriel- Luego te explico- le dije casi marchándome-

En unos minutos estaba allí, delate de el portal, sofocado y muy rojo. Llame al timbre y me contesto su madre con una voz muy pálida,

-puede bajar Laura un momento- dije yo mientras suspiraba-

-Laura esta ocupa...-le interrumpí yo-

- es muy importante, por favor-

- vale, tranquilo ahora baja- me dijo ella más calmada-

Dos minutos tardó en bajar, allí estaba con la cara pálida, despeinada, nos miramos a los ojos, la notaba triste, de repente miró hacia el suelo y me dijo.

-¿Recibiste mi carta verdad?

No sabía que decirle, asistí, se le pusieron los ojos llorosos, no sabía qué hacer, le cayó una lagrima entonces, la besé, no sabía cómo iba a reaccionar pero yo... la besé.



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