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—Oh, me he fijado mucho —murmuró. Rotaron sus caderas, el pene excitado empujando de nuevo en la entrada de su trasero. —Tienes un trasero maravilloso... 

A ella se le entrecortó la respiración. Se encontraba dividida entre el miedo a lo desconocido y la excitación de saber que a él le gustaba esa parte de su cuerpo. Con sus emociones en conflicto, no se resistió cuando él la empujó hacia abajo hasta que su cuerpo se dobló sobre el estante de las toallas. 

—... tan redondeado y dulce. Y tan... virginal.

Ella tragó con brusquedad. Eso sí que era cierto. 

—Ningún hombre me ha tomado antes por ahí —soltó sin aliento confirmando sus suposiciones. Estas palabras consiguieron que se excitase aún más. 

—Bien —murmuró, mientras una mano serpenteaba hacia adelante hasta encontrar su clítoris. —No soporto la idea de que otro hombre te folle, por ningún sitio. — Restregó su clítoris circularmente, masajeándolo hasta que ella comenzó a jadear entre sus brazos. —Eres tan sexy —ronroneó en su oído, presionando más su erección contra su ano. —La mujer más atractiva que he visto nunca.

Sus ojos se abrieron con el elogio, y después se desorbitaron cuando sintió la firme presión producida por la punta de su pe.ne deslizándose en su interior. —Harry…—dijo con voz asustada. Gimoteó cuando le frotó más rápido el clítoris con los dedos; su cabeza cayó sobre el estante de las toallas. 

—La he untado con aceite de coco —dijo roncamente, su voz como un susurro. —Una vez que consigamos que entre la cabeza, todo irá bien, cariño.

Le acarició el clítoris más fuerte, con lo que el cuerpo de _______ comenzó a retorcerse involuntariamente contra el suyo mientras gemía. Su hendidura engulló completamente el glande de su marido y sus ojos se abrieron desorbitados. Completamente rígida, sus músculos internos se tensaron al sentirlo dentro. Harry frotó su clítoris sin piedad, hasta que _______ no pudo hacer otra cosa que gemir en voz alta mientras él la conducía inexorablemente al orgasmo. 

—¡HA-RRY… —lloriqueó, y su cuerpo se retorció frenéticamente contra él. —Oh, Dios mío.

_______ estalló en un orgasmo profundo y violento gritando enloquecida. Y mientras se convulsionaba, Harry le hundió el pe.ne en el trasero clavándoselo hasta la empuñadura. —Te lo he metido todo —anunció pastosamente, meciendo las caderas adelante y atrás. 

Clavó una mano en su cadera y con la otra continuó masajeándole el afeitado se.xo empapado.

Se hundió dentro y fuera de su tras.ero, y sus gemidos inundaron el cuarto de baño. —Oh, Cristo —masculló, su voz tan ronca como si lo estuviesen torturando a muerte. Su pe.ne bombeó dentro y fuera de su carne flexible, aumentando la velocidad y llegando hasta el fondo ahora que su cuerpo se había ajustado a su tamaño. —Estás tan apretada, cariño. Dios mío, estás tan condenadamente apretada…

_______ empujó las caderas contra él, disfrutando de la manera en que la estaba enculando ahora que ya podía abarcarlo por completo. Sus embestidas la hicieron lloriquear, sus te.tas colgaban brincando frenéticamente mientras su marido masajeaba su vagi.na y su pen.e empalaba su tras.ero.

—Me vengo —sollozó, y el orgasmo inminente fue tan poderoso que la condujo a la histeria. —Oh, Dios mío, Harry.

Se corrió violentamente alzando la voz, su cuerpo entero extremadamente sensibilizado cuando el orgasmo estalló en su vientre. Gritó por su intensidad y sonidos frenéticos burbujearon en su garganta mientras él continuaba montándola por detrás. Él gimió agónicamente, masajeando su vagina empapado con movimientos rápidos, circulares, mientras le cogía el tra.sero más y más fuerte. Continuó bombeando otro minuto más inundando el cuarto de baño con sus gruñidos. 

Sólo túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora