-Por favor ya dejen de pelear - le suplique a mis padres poniéndome en medio de ambos. Me encontraba envuelta en una discusión mas, otras de las tantas que tenían mis padres. Le suplique con los ojos llenos de lágrimas que pararan, ya no aguantaba mas esta situación , iba a enloquecer.
- Callate Abigail- dijo mi madre con la furia plasmada en su rostro, ya estaba cansada de que siempre fuera lo mismo, hoy discutían a muerte y mañana actuaban como si nada hubiese ocurrido.
Si, así es mi vida...
A la mañana siguiente tenia que asistir a clases ya estaba cursando 4to. año así que pronto terminaría la secundaria. Al llegar a la escuela me encontré con: Clouse y Amanda. Ellas son muy atentas conmigo, son mis mejores amigas, nos conrqbamos casi todo y digo casi porque yo no les había contado lo que pasaba en mi casa y eso me consumía cada día mas.
-Hola cucarachita- me saludo Cloise al llegar donde se encontraba acompañada de Amanda. Sonreí al escucharla llamarme de esa forma tan peculiar que solo a ella le permitía usar,pero que no me gustaba realmente y siempre se lo decía pero ella simplemente no me hacia caso.
-Hey loca- le respondí con una gran sonrisa que ella adoro - te he dicho mil veces que no me gusta que me digas así - le recordé después de saludar Amanda que hasta el momento había permanecido en un segundo plano.
-esta bien, pero sabes que te lo digo de cariño- comento , así que no me quedo mas remedio que sonreír le y acentir como siempre lo hacia, cada que usaba ese ridículo apodo.
-Holis Abby, como te fue en este fin de semana ? - pregunto Amanda finalmente, si supieran que había vivido otra de las típicas peleas de miz padres, seguro me dirían un chorro de cosas y eso no era de mi agrado, no al menos en este momento.
Siempre trato alejar mis problemas en casa de mi vida en la escuela, por suerte mis problemas personales no han influido en mi de una forma negativa, quiero decir, no me han llevado por el camino de las drogas o algo similar, al contrario, me han dado la fuerza necesaria para salir adelante y ser alguien en la vida.
Soy una chica inteligente, no puedo negarlo, tengo buen cuerpo, admirado por muchas y deseado por otros, tamaño... bastante pequeña a decir verdad, pelo largo castaño a juego con mis ojos, así soy yo Anigail Roberts.
Nunca he tenido suerte en el amor, aun creo en eso de los príncipes azules, ya se que es una tonteria,pero bueno, de sueños se vive y yo me atrevo a soñar cosa vez que puedo.
-Abby, Abby, abbyyy- grito A manda sacandomde del pequeño trance que esta a atravesando - perdón chicas, me fui por un segundo, que decías Amanda?- respondi consiente de lo que había ocurrido pero las chicas me miraron como si me estubiera volviendo loca o algo parecido.
- estas bien?- preguntaron al unisono. Las tres nos miramos y al darnos cuenta de lo que había ocurrido reímos como era nuestra costumbre.
-Te pregunte que como te fue en el fin de semana- repitió Amanda tratando de reiniciar nuestra conversación.
Cuando iba a contestar sonó el timbre indicando que el día de escuela ha comenzado, tras escucharlo las tres nos miramos y abrazadas caminamos a nuestra primera clase del día: Biología.Si, ya se, es una tortura tomar Biólogo un lunes y para rematar ¡ a primera hora ! Por suerte este es nuestro ultimo año así que pronto terminqra esta pesadilla.
Gracias a Dios la tan famosa frase " Te salvo la campana" volvía hver Anto de precencia, librándome de la pregunta de las chicas. Se que esta vez salí victoriosa, pero tengo claro que tarde o temprano les tendré que contar lo que pasa en mi casa...