Era una linda tarde de Viernes. El cielo estaba azul y las pocas nubes paseando en él eran blancas como espuma. El día había comenzado lindo y se sentía ligero. Más de este Viernes no se podía pedir.
Mis pensamientos divagaban entre la leve brisa que circulaba en el exterior, y mi posición en ese instante era tan apacible que no llegué a identificar las varias miradas que se posisionaban en mí, y la voz de la profesora que me hablaba con insistencia.
Pero, claro, no toda tranquilidad dura mucho ya que poco a poco la tenue voz se fue filtrando en mis pensamientos hasta regresarme al presente, a mi lugar y tiempo.
- Señorita Brookes ¿Me está escuchando? - fui jalada de golpe, tanto que se sintió como una bofetada.
Y el cielo azul se convirtió en miradas expectantes y una expresión furiosa.
- Erm... - fue lo único que pude enunciar, como saliendo hacia la superficie.
- ¿Podría repetir lo que dije? - insitió en tono cortante.
Mi apasibilidad se convirtió en nerviosismo y de repente me quedé muda sin posibilidad de pensar en algo inteligente.
- ¿Acaso no escucha? ¿O qué es lo que le sucede? - nunca había visto a una profesora tan enojada y sonrojada en toda mi vida.
Temía lo peor.
- Erm... Yo... - intenté rebuscar en mi mente, algo relacionado con la clase pero nada llegaba a mi y la ansiedad iba aumentando.
Su mirada fulminante me calaba y cuando pensaba que nada me salvaría de reprobar Cívica, el ruidoso timbre sonó haciendo saltar de sus asientos a la clase completa.
Abandonaron rápidamente el salón y mientras la multitud obstruía la visión de la profesora, guardé todas mis cosas con las manos temblorosas de la impresión. Pero claro, no todo podía ir tan bien como para escabullirme.
"¡Pero claro! Tú siempre tienes la mejor de las suertes"
《Me da pena tu caso》
¡Y tenían que aparecer! Infelices hijas de...
- No tan rápido, señorita Brookes - la voz de la profesora sonaba completamente irritada.
Paré en mi posición y la observé detenidamente, notando cómo sacaba sus registros de calificaciones en donde se encontraba el nombre de cada uno de los alumnos en clase.
"¡Oh boo! Eso no es una buena señal"
- Profesora Gordon, puedo explicar lo que...
- ¡Nada de justificaciones, señorita! Me saca de mis casillas el hecho de notar como a algunos no les interesa para nada mi clase - explotó - ¡Es una completa falta de respeto!
- ¡No, no! Juro que es la primera vez, ¡enserio! - intenté hacerla razonar.
- ¡Ni una palabra más! ¡Está...!
Unos leves golpes en la puerta la interrumpieron, haciendo que volteara la mirada pesadamente seguida por la mía, ya cansada, simplemente para encontrarnos con unos orbes verdes y una sonrisa encantadora. No pude evitar sentirme menos alterada ante su presencia.
- Buenas tardes, Profesora Gordon. Espero no interrumpir nada - habló de forma relajada y se aproximó a nuestra posición, sin quitar la vista de la mujer frente a mí.
- Joven Styles, siempre un gusto tenerlo aquí - soltó la profesora sin ese tono amargo que siempre traía pintado en la voz, la observé detenidamente - ¿A qué se debe su visita?
Harry no dejó de sonreír cuando llegó a mi lado y por primera vez en el día dirigió su mirada hacia mí, con un dulce semblante. Cosa que me hizo relajar hasta el punto de querer suspirar.
《Claro, qué casual 》
- ¡Oh si, por supuesto! Simplemente pasaba a ver a mi amiga, es todo. ¿Acaso sucede algo malo? - entendía a la profesora cuando escuchaba a el ruloso hablar. Tan cálido, alegre y simpático que derretía a cualquiera.
- ¡Oh, claro que no! Sólamente charlaba con la señorita Brookes sobre su actitud durante la clase - admitió como si ni fuera gran cosa y como si no me hubiera estado gritando anteriormente.
La fulminé con la mirada.
- Me alegra entonces, perdón por interrumpir su charla. Pero esperaba que Pam pudiera acompañarme después de la salida - el ruloso hablaba tan inocentemente que con cada palabra la profesora caía más y más.
- Sí, claro. No creo que haya problema. Sólo le pido a la señorita que no se vuelva a repetir lo ocurrido.
- Ya verá que no - contestó Harry por mí, como si yo no me encontrara ahí mismo.
- En ese caso, no los detengo más. Que tengan un excelente fin de semana - sonrió la profesora... La primera vez que veía esa mueca intento de sonrisa en su rostro, pero era con todo sentimiento.
- Muchas gracias, profesora. Igualmente, ¡saludos a la familia! - el ruloso me tomó del brazo, encaminandome a la puerta.
- Igual, Harry. Igual - rió la señora cuando hubimos abandonado el aula.
Al salir, el chico me jaló hasta que estuvimos corriendo a la salida de la escuela y sin poder reclamar tuve que seguirle. Ya fuera de las instalaciones, soltó su agarre y como si fuera una bomba explotando, fusionó en risas.
Lo miré confundida, queriendo cuestionar su posición como alumno, pero verlo tan divertido no me dejaba otra más que disfrutar con él.
- Deberías agradecerme - dijo después de un rato - He salvado tu existencia - me miró divertido.
- ¿Disculpa? - reí - No tengo idea de qué sucedió allá dentro. No sé si agradecerte o cuestionarte.
Volvió a reír.
- Creeme, sólo has visto un poco del encanto Styles - suspiró.
Y esas palabras me tocaron más allá de lo que estaban destinadas a hacer. Semi sonreí ante el sentimiento, y preferí lanzar las ideas a otro momento.
- Oh, claro. Señor favorito - asentí.
- Obviamente, como siempre - se incorporó aún sonriendo y se acercó a mí - Ya lo irás notando.
Era como si todas las palabras tuvieran un significado detrás.
Lo miré buscando algo, algo que estuviera escondido detrás de esa chispa verde que se iluminaba de alegría. Pero sólo podía ver mi reflejo, y una puerta interminable de palabras por descubrir.
- Vamos, le pedí a mi mamá el coche para que tuvieramos tiempo de ir por algo antes de regresar a mi casa - dijo suavemente e inclinó la cabeza en dirección al auto.
Asentí y caminé con él a mi lado.
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Between Twins (Suspendida)
FanfictionDos gemelos. Marcel Styles Harry Styles Una chica. Pam Brookes Un amor. Dos opciones. Dos chicos nuevos entran a la escuela pero comienzan a vivir en dos ambientes diferentes. El nerd y el chico popular ¿Quién pensaría que son más parecidos de lo qu...