La ingenuidad, aun con ganas de amar
Bendice con vuestros labios al besar
Porque su piel suave como la seda
Y su mirada azulada
Que en el alma se queda
Cura la fiebre del verano
Haciendo paso a la primavera
¡Salvad a la juventud del otoño, oh ingenuidad!
No dejéis que las hojas del puro roble
Se marchiten tan pronto
Hoja por hoja se irán
Y tal vez nunca volverán
¡No dejéis que su sabia sea ignorante
Ni que su desdén sea grande!
Educadlos a sentir
Que huelan rosa por rosa
Y que pase de mano en mano
Porque el sentir es la única cosa
Que sabe hacer bien el ser humano
Y si al agarrar la rosa
Os duele por las espinas
Recordad que con cada dolor
El amor lentamente aprende
Mientras que con cada dolor
El placer rápidamente desvanece
Tratad suavemente
Jugad con suma cortesía
Reíd y llorad juntos
Tristemente
Con alegría
Que vuestros cuerpos sean prudencia
Y vuestros deseos bien tratados
Sed consientes del consentimiento
Y disfrutad de lo dado
También recordad
Que la ingenuidad es curiosa
Como un mundo lleno de rosas
Que aún quedan por sentir
Enorme es el jardín
Aprovechadlo mientras podáis
El tiempo, algún día, dará fin
Y nunca se sabe con qué os quedáis
El amor tendrá futuro
El placer será solo pasado
El amor más longevo
El placer solo un instante
El amor es enseñanza
El placer mala educación
El amor noble
El placer engreído
El amor un gran deseo
El placer una simple estima
La promiscuidad, efímera
La ingenuidad, genuina.
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Ingenuidad y Promiscuidad
PoesíaUn poema que habla sobre estas dos cosas en la manera mas poetizada (que pude yo hacer) posible. Se divide en varias partes, hablando de cada una según la opinión de un narrador omnisciente. Dato curioso que de seguro a nadie le importa: de este poe...