Estoy junto a Ethan en esta "cena importante", la comida se ve deliciosa pero no me apetece probarla. Ethan me insiste en que tengo que comer pero yo solo me limito a mirarlo desesperada.
-Dale Alice, está demasiado deliciosa, prueba un poco.- me dice mi hermano.
-Hey Ethan no me jodas. No tengo hambre.
-Vas a enfermarte
-No es tu problema.
-Sí que lo es. Eres mi hermana, me importas, por lo tanto es mi problema también- me dice molesto.
-Ethan amo que te preocupes por mí, pero en esta ocasión no tienes por qué preocuparte- digo antes de levantarme y hacer mi salida dramática e.e
Voy hasta la piscina donde se encuentra muy poca gente.
Me quedo un momento viendo mi reflejo en el agua, abrazándome a mí misma cuando veo a Cameron acercarse........
Un momento ¿Cameron? Volteo y lo veo mirarme con una sonrisa.
Esa maldita sonrisa que me pone cada vez más nerviosa, <<Maldita sonrisa>> pienso.
-¿Qué haces aquí?
-Mmmm, bueno mi padre es el nuevo abogado que integrara la compañía.
-No puede ser- susurro para mí misma
-¿Qué?- pregunta.
-Nada- digo y me volteo para irme, pero él me agarra del brazo, creo que eso ya se le está haciendo una maldita costumbre.
-Te estuve observando desde que llegue
-¿Y-y como te diste cuenta de qu-que estaba aquí?
-Es imposible no reconocer esa hermosa cabellera rubio-frutilliso.- dice muy cerca de mí- Y me di cuenta de algo.
-¿D-de qué?- me estaba poniendo nerviosa de nuevo.
-De que no tocaste ni un poco tu plato de comida.
-¿Y eso a ti que te importa?- digo tratando de zafarme de su agarre.
-Es solo que....olvídalo. Te ves muy hermosa con ese vestido- me suelta el brazo y me toma de la cintura atrayéndome hacia él.
Lo miro a los ojos y el hace lo mismo. Tiene unos ojos color miel muy hermosos.
Siento la necesidad de besarlo pero no se el por qué, él se acerca poco a poco a mí y hago lo mismo, cuando estamos por juntar nuestro labios alguien llama.
-¿Alice?- me suelta y yo volteo a ver a Ethan- Te estuve buscando.
-¿Pasa algo?- pregunto tratando de ocultar mi sonrojo, pero no sirve porque él se da cuenta.
-No, pero ¿a ti?- dice mirándome y luego a Cameron.
-No- lo agarró del brazo y lo llevo a la cocina.
-Me quería disculpar contigo por lo de hace un rato, pero me di cuenta que estabas muy bien acompañada- me sonríe maliciosamente.
-Idiota- le suelto.
-Nos vemos luego, vi a una morena por ahí- dice y luego se va.
Me siento en el sofá viendo a todas las personas pasar cuando una niña de cabello color café y ojos color miel se me acerca.
-Hola- dice. Tendrá unos 3 o 4 años.
-Hola- le sonrió. Se acerca a mí y alza sus bracitos para poder tocar mi cabello.