Me acuerdo

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Me acuerdo exactamente la primera vez que lo vi, estábamos haciendo el saludo a la bandera antes de ingresar al aula, hacíamos filas de menor a mayor y como yo era muy chiquita me tenía que dar vuelta para verlo, no paraba de mirar sus ojos color café y su uniforme blanco y planchado.
Tenía absolutamente toda mi atención en él, me urgía tanto saber su nombré, entrando al aula el se sentó justo atrás mío, la Profe después de presentarse tomo lista, nos pidió que cuando ella nos nombrará nosotros levantemos la mano para saber que estábamos presentes y para que nos vayamos conociéndonos, había nombrado a la mitad de la clase incluyéndome cuando por fin lo nombró a él, desde ese momento me enteré que ese chico que atraía toda mi atención se llamaba Lautaro, volteé para mirarlo y de pronto mi compañera de banco me dijo «si seguís mirando te vas a quedar bizca» yo solamente me reí y dirigí la mirada a él pizarrón.
En el recreo esa chica venía corriendo hacia mi, cuando llegó hacia dónde yo estaba, me dijo «me llamo Julieta, ¿vos?» yo obviamente le respondí «yo me llamo Morena» la verdad yo soy de esas chicas que al principio son tímidas y después cuando entras en confianza ya soy más suelta. Esa chica se volvió mi mejor amiga, nos contábamos todo, lo único que nunca en la vida le conté fue que me gustaba Lautaro, simplemente porqué yo a esa edad nunca supe lo que era gustar de alguien y mucho menos enamorarse.
Un día llegando del colegio no me podía sacar la imagen de Lautaro de lá cabeza, sentí que el corazón andaba a mil por horas, en ese momento me di cuenta de que Lautaro me empezó a gustar pero en un nivel de enamoramiento, pensaba en él, soñaba con él, lo idealizaba absolutamente todo él tiempo, más que un enamoramiento era una obsesión.
A mitad de año Lautaro y yo empezábamos a hablar, y como en todas las escuelas nunca falta el tipo que te carga por algún defecto, el mío era ser baja al igual que Julieta, Lautaro y esos chicos intratables nos empezaron a poner apodos a Julieta y a mí, y nosotras los corríamos y hicimos tipo un juego de todos los recreos, en él aula éramos te amigos nos prestábamos las cosas y en el recreo éramos unos tipos de "enemigos" por así decirlo pero con todo la onda, eso si siempre vigilábamos que no nos vea ninguna Profe porque como en todas las escuelas estaba esa regla de "no correr en los recreos" pero nadie obedecía, yo obviamente estaba súper feliz porque me había hecho amiga de mi primer amor.
Seguimos siendo amigos y corriéndonos por el patio y siendo excelentes amigos en el salón, pero no siempre nos salíamos con la nuestra había días en que nos quedábamos todos sin recreo por correr pero quedábamos hablando, y así hasta quinto grado que me tuve que cambiar a la mañana porqué mi mamá trabajaba de bibliotecaria enfrente de mí escuela, entonces para que ella me pueda traer sin problemas a la mañana cuando ella entraba yo me cruzaba a la escuela, y cuando salía de la escuela ella salía de trabajar, y volvíamos juntas de casa, ya que mi mamá se divorció de mi papá cuando tenía siete años.

Enamorada desde el comienzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora