Hierro

22 4 0
                                    

Mis miedos me comian por dentro.
Se alimentaban de mis antiguas ezperanzas y las tornaba a algo retorcido.
Habia un camino. Un camino sombrío con olor a sangre.
Rojizo era aquel sueño, donde aún existía aquel mundo consumido por el odio y la soledad.
¡Dios! ¿es tanto lo que me espera y poco lo que me queda?
Me han abandonado por mi monstruocidad.
Me han abandonado por mi ambición.
Me han abandonado.

Recuerdos de un astro caido.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora