One-shot 1: Sorpresa sorpresa

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Esta era la fiesta mas aburrida y horrible en la que habia estado

Lo peor de todo el caso es que estaba obligado a permanecer en ella porque bueno...se estaba llevando a cabo en su hogar. Nunca le gustaron las fiestas, le parecía la cosa mas falsa e hipócrita del mundo, odiaba ver a toda esa gente con sus elegantes fachas que se veían tan alegres pero por otra parte solo eran unas viles vivboras buscando como atarlo, ya sea en una relación amorosa, un contrato, por su dinero...todo por un interés. Bueno, no era alguien digno de quejarse porque esa fiesta habia sido planeada en su mansión como una cortesía con los asociados a Kaiba Corp y estaba obligado a ser una persona educada y respetuosa hacia todos los invitados. Aun cuando muchos sabían lo maleducado que podía llegar a ser, necesitaba de estas personas para poder expander su negocio y ganar mas poder. Luego las desecharía...como a todos.

-Entonces Joven Kaiba, espero podamos verle mas seguido por nuestra empresa, le vendría bien una visita, vera que hemos progesado bastante con nuestra tecnología- comento el hombre con el que llevaba buen rato conversando, quien después de haber dicho eso se retiro y fue a hablar con otras personas.

Kaiba dio un suspiro, ya estaba harto de tener que soportar a tanta gente y solo sentía deseos de irse. La situación lo tenia hastiado.

Pero, las cosas cambiaron cuando una hermosa mujer de una larga cabellera negra le cruzo por un lado. Esa mujer cautivo por completo su atención. Llevaba un vestido negro y largo, que le hacia ver bastante elegante.Pero habia algo muchísimo mas especial en esa joven que le habia llamado la atención, a lo cual fue y le siguió, mirándola detenerse en una de las barras de bebidas mientras se tomaba una de estas con suma delicadeza y se recargaba suavemente en una de las paredes, mirando hacia los invitados con desinteres, parecía no querer relacionarse con nadie.

-Disculpe, señorita- dijo al llegar a donde estaba la chica, la cual se vio bastante tensa al escuchar su voz y darse cuenta de que le hablaba a ella –Me gustaría charlar a solas con usted, ¿cree que sea posible? Es algo importante...

La chica pareció algo nerviosa ante esa pregunta, sus bellos ojos color miel miraron en distintas partes de la habitación pero como si ubiese sido acorralada, termino asintiendo sin decir una parada. Kaiba se acerco y tomo la mano de la joven, y después comenzo a caminar sin soltarla. Susurro a uno de sus empleados que si le buscaban, dijera que salio por algo importante y volveria en un rato. Acto seguido, subió las escaleras llevando a la chica con el, quien no se veía muy conforme en seguirle y solo parecía quererse escapar, pero terminaron en su habitación y pudo sentir como la pelinegra se veía asustada.

-¿Qué es...lo que quería discutir conmigo...?- Pregunto la chica muy apenas, algo a lo que Kaiba esboso una sonrisa.

-Ciertamente, no es hablar lo que quiero hacer- dijo, tirando de la mano de la chica para jalarla, abrazandole de la cintura y plantándole un beso en los labios.

La pelinegra abrio sus ojos ampliamente, empujándole del pecho para que asi se apartara, y cuando asi fue el castaño se estaba relamiendo los labios, algo que le provoco un gran sonrojo.

-¿Acaba de rechazarme...? ¿no es usted una de las chicas que viene a la fiesta para cumplir mis deseos tambien? –pregunto, abrazandole y pegándola mas a su cuerpo. Acto seguido la levanto lo suficiente como para cargarla y llevársela a la cama,tumbadola asi en esta. Ella le veía con los ojos como platos, completamente shockeada – Voy a darte un trato muy especial-

Las mejillas de la joven se ruborizaron aun mas, abrio la boca para decir algo pero Kaiba aprovecho esto y se acerco y la beso, esa apertura le permitió meter su lengua y poder saborear mas personalmente aquel beso. Mientras le besaba, habia sujetado sus manos con una sola para que dejara de batirse en la cama, y la otra mano la llevo hacia la parte baja del vestido, levantándolo. Esto pareció alarmarla.

Lemon Touch - PuppyshippingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora