- Isabel, ¿me puedes hacer un favor? Dije yo con un rostro inexpresivo.
- sí, dime. Dijo ella.
- cuando quieras realizar algún estudio avísame y no me ates en una cama y me des un susto de muerte, además recuerda las feromonas, atado en una cama no podría detenerte. Dije yo.
- mmmm lo tendré en cuenta para la próxima. Dijo ella conteniendo una risita.- he Manuel, creo que deberías ponerte alguna camisa antes de ir a desayunar. Dijo ella un poco sonrojada y apartando la vista.
No me había dado cuenta antes de que ella me lo dijera que por el forcejeo inicial contra las ataduras con las correas, las sabanas que tenía encima de mí y que tapaban mi pecho desnudo se habían caído, pero sinceramente nunca me había dado pena mostrar mi cuerpo a alguna chica.
- no te preocupes jajaja después de todo solo estoy sin camisa, solo déjame tomar una del armario y podemos ir a desayunar. Dije yo con una sonrisa, me levante, llegue al armario y me puse una camisa azul que me parecía adecuada para la ocasión.
- no, sinceramente te veías mejor sin camisa. Dijo Isabel con una mirada picara.- bueno sígueme, después de todo todavía no sabes dónde queda la cocina. Dijo ella.
- está bien. Dije yo.
Salimos del cuarto y mientras iba bajando la escalera fue que me percaté de que llevaba puesto Isabel, llevaba una camisa azul casi transparente, una bata blanca, y un sostén negro no muy bien cubierto por la camisa transparente, unos pantalones pegados que remarcaba su espectacular trasero, unos zapatos deportivos negros y unos lentes que le quedaban muy bien ya que hacían resaltar sus ojos color verde.
Cuando llegamos a la sala en la que habíamos hablado ayer, ella siguió derecho hasta un pasillo blanco, luego pasamos por una puerta de madera a la derecha que nos condujo hasta otro pasillo de paredes blancas aún más grande, seguimos derecho por el pasillo hasta llegar a una puerta color verde, ella la abrió y llegamos hasta un comedor, tenía una mesa grande de madera con asientos para 24 personas, ella se sentó en una de las puntas de la mesa.
- Manuel por favor siéntate a mi lado. Dijo ella bajando la cabeza.
- ¿segura que es buena idea?, ya sabes las feromonas. Dije yo nervioso de que pasara lo mismo de anoche.
- no pasa nada, creo que si me resistí esta mañana, puedo aguantar un rato mientras desayunamos. Me dijo ella con una sonrisa. Le hice caso para variar y me senté a su lado.
Luego aparecieron unas chicas vestidas de sirvientas y empezaron a traer pan, mantequilla, tocino, huevos revueltos, jugo de naranja, huevos cocidos, agua, frutas como: manzanas, uvas, peras, duraznos, entre otras, luego trajeron 2 platos, tenedores, cucharas y cuchillos.
- bueno Manuel sírvete a tu gusto. Dijo Isabel con una sonrisa. Yo tome unas rebanadas de pan, unos trozos de tocino, huevos revueltos y una de las chicas que trabajan para Isabel me sirvió jugo de naranja en un vaso.
- gracias Isabel por dejarme quedar en tu casa y dejarme comer contigo, siento que estoy abusando de tu hospitalidad, a excepción de que casi me matas de un susto hace un rato con ese cuchillo. Dije con una risita burlona. - pero necesito encontrar a Andrea. Dije poniéndome serio.
- bueno termina de comer y te ayudare a encontrar a tu amiga. Dijo ella en un tono que nunca desde que la conozco había puesto.
Luego de que me sentí satisfecho y espere a que Isabel terminara de comer, les di las gracias a las chicas que hicieron la comida, las dos se sonrojaron a tal punto que pensé que sus cabezas iban a explotar.
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Viaje dimensional
RandomEs la historia de un chico llamado Manuel Briceño un chico que vio morir a sus padres por una bomba instalada en su auto, después de la muerte de sus padres lo adopta su tía, la cual lo lleva donde un psicólogo para que supere el traumatico suceso...