Feel Again- Harry Styles*Editando*

Capítulo 2

Ally

"No hay que juzgar a un libro por su portada" debería ser mi eslogan, no hago más que sacar conclusiones de la gente. 

-Hola, tu debes ser Ally ¿verdad?- me dedica una cálida sonrisa mientras se dedica a quitarse la coleta de caballo que lleva

-Si, y tu debes ser......- me siento avergonzada por no saber el nombre de aquella chica que si conoce el mío

-Larissa- dice riéndose seguramente de mi ignorancia- Puedes decirme Lary

-Ok, Lary- le sonrío- Disculpa ¿sabes dónde se encuentran las regaderas?

-Si, saliendo de aquí te sigues derecho hasta que acaba el pasillo, ahí hay una puerta grande que aparenta ser el gimnasio, ahí es- dice cambiándose de ropa

-Ok gracias, pues me retiro necesito una ducha.- ella asiente y se dispone a ver que se pondrá

Tomo mi ropa y una toalla y me concentro en las instrucciones que Lary me ha dado, efectivamente, la puerta de los baños parece la puerta de un gimnasio, lo que hace que esto de aprenderme las instalaciones sea más confuso de lo que ya es. 

>>No por favor<< Suplico para mis adentros, una vez más el destino me juega una en contra, al parecer las regaderas son mixtas. Suspiro y concentro en ignorar a los perfectos cuerpos bronceados de los chicos que se encuentran a mis espaldas. Cuando encuentro un baño libre cierro la pequeña cortinilla que cubre mi cuerpo desnudo del exterior. Me quito la ropa y concentro en lo bien que se siente el agua caliente de la regadera cayendo por mi espalda. 

Me rió un momento de mis padres, querían mandarme a un convento por mi ya abandonada actitud de niña rebelde y no han de imaginar que estoy a unos metros tan solo de chicos completamente desnudos tomando una ducha, que curioso.

Se que hoy en día nadie que apenas me conozca podría verme en los papeles de la típica puberta-adolescente a la que se le alborotaron las hormonas a un cierto nivel que llegaba a ser insoportable e incontrolable, estoy segura. Sin duda pase por una etapa en la que prácticamente mis padres querían exorcizarme o algo por el estilo tanto que no dudaron en enviarme a un convento. Me hundo en mis pensamientos que cuando reaccionó y vuelvo a la realidad ya casi termino de bañarme, tomo mi toalla y.... ¿Y mi toalla? Oh no... Reviso a mis alrededores y no la encuentro.

>>Mierda<<