La lampara en la oscuridad.

Capitulo 2

Todo ya habia pasado, todas las heridas curadas, pero claro, las de dentro seguian abiertas y no habia suficiente hilo lo suficientemente fuerte como para curarlas del todo, al menos las externas si que se veian bien incluso Stuart y Teresa tenian mejor cara en esa posicion.
Stuart sin camiseta abrazado a Teresa debajo de una manta que le cubria hasta la barbilla y Teresa, abrazando al contrario algo sobrasalida de la manta aunque no mucho mas que Stuart.
Todo se veia angelical, tranquilo, silencioso, lo estaba siendo.

Se oieron adentrada la noche quejidos, quejidos altos, algunas patadas a Teresa. Era Stuart, la unica señal de que Stuart lo pasaba mal eran sus pesadillas diarias, eran casi como recreaciones de lo que le ocurria por las mañanas. La joven delgada sabia ya que hacer, se quedó mirando, esperando, intentando levantar algo inutil al demasiado atacado Stuart.
Vamos Stuart levantate-decia dandole empujoncitos en el hombro aunque mas este se movia con fuerza y quejia apretandose a lo primero que tenia contacto con sus dedos.
No habia reaccion y Teresa no podia hacer nada, solo observar y esperar adormilada aunque siempre le hiciera casi llorar este tema.
Puede que a los 10 minutos ya Stuart se levantó, algo asustado y tembloroso, el no vivia eso como Teresa, el puede que se sintiese peor. Puede. Stuart se abalanzó a abrazar a la contraria que como siempre le esperaba con brazos abiertos cada vez que le ocurria lo mismo y, lentamente, Teresa se tumbó con el pequeño otra vez, intentando dormir.
Eran una fusion como el agua y el gas, algunos les encanta y otros lo odian pero entre ellos hacen algo unico y especial y lo hacian.

El sol brilló el azul oscuro de las paredes de la habitacion, el primero en levantarse era Stuart ya que Teresa apenas cogio el sueño, Stuart sabia que si Teresa se levantara tendria que ir a la escuela y no molaba nada. Se metió en la camiseta de la chica y ahi se escondió lo que hizo lo contrario a lo que queria.
-Stuart- susurra Teresa poniendo una mano en su tripa donde estaba la cabeza de pelo negro- Quitate de ahi anda que hay que irse a la escuela-
-No pienso ir- sentencia quitandose de alli para meterse justo al lado y hacerse bola-
-Vas a ir y te doy media hora-dice ella con un semablante adormilado y serio ya que el humor matutino no era su fuerte-

Al cabo de media hora Stuart iba de camino mas aunque hoy no llegaria tan sobrado de siempre.

Clases. Insultos. Hoy no fueron palizas pero hay que decir que la cara malhumorada de Stuart podia ahuyentar a un dinosaurio.

Volvió a su casa y con ese animo ni se dignó a saludarla, se metió en su habitacion sin comer, ni cenar anoche, y comenzó a escribir en su ordenador con una tecnica de mecanografia impresionante, incluso se colocó sus cascos para no oir nada.

Por otro lado, Teresa se sentia mal, habia hecho una comida algo "currada" para los dos y no comeria y ademas al haberle hecho ir a clase, a pesar de ser por su bien se sintió culpable ya que ella no puede hacer que paren, no puede hacer nada.
Se acercó al perchero y cogió un gorro de lana de los que suele llevar todos los dias Stuart, se lo colocó y se sentó en la puerta de la habitacion de Stuart en silencio.
"Click, click" sonaba contra la ventana, nadie lo oiria ya que era justo en la ventana que tenia enfrente, eran unos niños tirando piedrecitas en la ventana. Teresa se elevó del suelo y anduvo hasta la ventana sin ya ningun chaval y cogió lo que para ella era la piedrecita mas llamativa. Se volvió a sentar en su lugar de antes y miró con espectacion la piedrecita. Queria que Stuart fuera como esa piedrecita, se llevara golpes, se erosionara y aun asi se manteniese fuerte, en realidad queria que la amistad de ellos fuese asi
Suspiró algo sonriente y susurrò hacia la piedra como si hablara sola.
-Stuart, se fuerte y nosotros seremos duros como esta piedra.