UN HABÍL JUGADOR

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En medio de la obscuridad y tratando de no despertar a Carlos; Jay entro en su habitación, había decidido entrenar con el equipo hasta tarde gracias a que su novia le había concedido un permiso especial del Hada Madrina. Pronto tendrían un juego de Tourney contra los Tritones de Atlantica y él como nuevo capitán del equipo deseaba llevarlos a ganar el campeonato regional.

Habían logrado llegar hasta los cuartos de final gracias a sus hábilidades y su buen trabajo de equipo- tal vez no sea como volverse sultán, pero esto es lo que me hace feliz- pensaba mientras se quitaba las rodilleras en silencio.

Jay no podía creer que ahora todo fuese mas sencillo en lo que a el llamaba antes "juego de principes mimados". Toda la adrenalina y furor que le causaba jugar Tourney era diez mil veces mejor que robar cosas viejas para su padre, y los festejos posteriores a sus victorias eran aun mas divertidas que hacer enojar a los habitantes de la isla de los perdidos.

Mientras escuchaba un ronquido de Carlos, recordo que él también tenía que haber estado en el entrenamiento de esa noche, sin embargo no quería cargarle la mano, pues ya tenía suficiente con su nuevo empleo de entrenador de mascotas.
Sin duda tenía que conseguir un remplazo para el, tal vez si Andrew no estuviera tan ocupado se lo pediría, tampoco podía pedirselo a Zephyr ya que el también entrenaba para caballero. Sin duda tendría que seguir buscando.

Jay seguía frecuentando a los demas HV y se llevaba bien con todos los chicos de la preparatoria, en sus clases se podría decir que iba bien y ya casi no hacía tantas travesuras junto a Carlos.

Antes de dormir envio un texto a su novia- ten buena noche bonita- escribío, apenas pasaron 3 minutos cuando Audrey le contesto- gracias también tu  J.- Aunque apenas llevaran 1 mes de noviasgo y Jay ya se había tomado muy en serio su papel de modo que cuando se entero que ella sería compañera del idiota de Chad en el consejo estudiantil, casi le da un ataque, habilmente Audrey le prometío que lo ignoraría pues Chad no era tan encantador como su padre. Después Jay poco a poco se quedo dormido pensando en la sonrisa de Audrey, sin embargo una calavera interrumpío en  su sueños y desperto jadeando y trato de volver a conciliar el sueño.

DESCENDIENTES 3: El Regreso De La MagiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora