La Biblioteca.

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La mañana siguiente, ya 15 de Noviembre, domingo amanezco bastante alegre, feliz. Estos días que te despiertas y respiras un aroma fresco bastante agradable y sonríes sin saber por qué. Dylan, por el contrario, amanece quejándose del frío y del día tan horroroso que se ve fuera. ¡Estaba nevando! Es imposible, ayer hacía suficiente calor para bañarse en el lago y hoy está lloviendo, parece sobrenatural. Entiendo que sea Noviembre, pero el brusco cambio de temperatura hace que me sobresalte.

Bajo a desayunar y encuentro que en la mesa hay cinco platos con deliciosas tortitas recién hechas de la señora Horan. Supongo que ese sería el agradable aroma con el que me desperté. Llega Michael y Dylan acompañados del señor Horan.

La señora Horan entra al comedor desde la cocina, nos da los buenos días y se sienta para comer. Nosotros también. Empezamos a comer y emito un débil sonido de placer, ¡me encantan las tortitas! Lástima que se acaben tan pronto, si por mi fuera, me casaría con una tortita y haríamos pequeñas tortitas juntos para siempre. Venga vale dejemos la tortitafilia a parte. Después de comer, Leonard, el señor Horan, nos invitó a hacer una pequeña visita guiada por el mismo sobre su trabajo.

Leonard es historiador, trabaja en el museo de Historia Universal que hay en Sky-Fell, un museo al que nunca he ido y sinceramente nunca he tenido la intención de ir, pero no voy a rechazar una invitación así.

En diez minutos nos cambiamos el pijama y vamos al coche.

-Hoy al ser domingo estará cerrado, por eso os llevo hoy. Tengo algo que contaros, chicos.-Eso me mosqueó bastante, ¿qué querría contarnos que necesitaba estar a solas en el museo?

Durante el camino no hablamos nada, solo Dylan y yo con la mirada nos preguntamos lo mismo mutuamente. Para saber que es tendremos que ser pacientes y esperar.

Tardamos veinte minutos en llegar. El museo me parecía enorme, cuatro plantas construidas con granito, escaleras de granito, columnas de granito... parece un templo romano, es impresionante.

Al entrar nos encontramos con una estatua enorme de Zeus, el dios griego del Olimpo. A su al rededor se encuentran las galerías que llevan al resto de salas del museo.

-Este museo fue un templo de culto religioso a este dios romano, que supongo que sabéis que es Júpiter. La escultura es una replica de la original, que se perdió hace muchos siglos por las guerras que perdieron los romanos aquí en la antigua Britania. Pero no quiero traeros aquí para que veáis esta escultura, sino para contaros otra historia. Acompañadme.- Se dirigió a unas escaleras que había a mano izquierda al fondo de la galería para subir a la segunda planta.- Aquí se encuentra la historia de la religión católica.- Dice nada más subir el último peldaño y se introduce en la sala que encontramos justo a nuestra izquierda.- Este ser alado de aquí en el suelo es Lucifer y el que se encuentra pisando su cabeza y amenazándole con su espada es el Arcángel San Miguel. Quien derrota a Lucifer al declarar la primera guerra entre los ángeles y es castigado exiliándole del cielo y denominándole así como el primer ángel caído.

Entramos en otra sala justo en frente y vemos tres de esculturas. Una de un ser alado de color blanco con una espada en postura de ataque, otra igual que esta pero en negro y la última se encuentra en medio, sin armas. Las dos esculturas armadas amenazan al de en medio con sus espadas mientras este parece tranquilo e inmóvil.

-Esta escultura representa la guerra contra los ángeles endemoniados. Una guerra donde los ángeles y los demonios son aliados mientras la otra raza huye e intenta sobrevivir. Los ángeles endemoniados son seres híbridos, hijos de un ángel y un demonio y son una amenaza para ambas razas. Por eso quieren su extinción, pero nunca los consiguieron. Ni las tropas de ángeles enviadas por Dios, ni las de el actual Satanás. Los híbridos se escondieron. Descendieron a nuestro mundo y empezaron a vivir como personas normales a la vez que se reproducían y eran perseguidos por las razas puras.

Esta historia me resultó excitante. Nunca la había escuchado y según veo la cara de Dylan, él tampoco. Nos quedamos observando estas esculturas durante un buen rato hasta que Leonard nos acompaña ante una puerta bastante alta y ancha, de madera. Parece medieval, una puerta de un gran castillo. El señor Horan la abre y dentro vemos una enorme biblioteca en forma de círculo. Miro al techo y me doy cuenta de que no tiene, que el torreón donde nos encontramos es infinito. Parece imposible que sea tan grande, pero al ver nuestra gran expresión facial de aturdidez, el padre de Dylan nos cuenta que realmente hay un espejo en el techo que refleja el interior y hace que parezca infinita la biblioteca.

-Aquí se encuentran todos los ejemplares que hablan sobre los ángel, los demonios y los híbridos. Como también de otra infinidad de especies sobrenaturales. Esta biblioteca no está abierta al público, pero yo os dejo entrar cuando queráis siempre y cuando el museo esté cerrado y lo necesitéis.- ¿Necesitarlo? ¿para qué? No creo que nos manden ningún trabajo para clase pero me parece interesante leer un poco sobre esto. Y a Dylan aún más que a mí. Su cara de felicidad lo dice todo.

Cogemos unos libros que encontramos en las estanterías de las escaleras y bajamos de nuevo a la mesa que hay en medio de la sala. Nos sentamos, miro la carátula de mi libro y me parece bastante tenebrosa. Es negra con unas garras que aparecen del fondo de la tapa, parece que te quieren atrapar. Abro el libro y veo una imagen de nuevo en negro, pero se distingue una silueta humana con garras enorme, brazos largos y delgados, ojos grandes rojos y brillantes y lo que parecen dos cuernos sobre la cabeza. Supongo que es un demonio. Paso la página. "Cazadores de sombras" leo como título. Sigo leyendo. "Son seres que tratan de raptar las almas de los mortales para llevarlas a las sombras donde nadie pueda recuperarlas nunca más". Se me encogió el pecho. Paso la página. Otra imagen del mismo ser pero, esta vez, robando el alma de un ser humano. "No puedes escapar de él". Paso la página. Veo la imagen de la carátula. "Si ves a este ser, reza y huye que te encontrará donde quiera que estés". Paso la página. Está en blanco, es un libro cortito. Lo cierro.

-Estos libros están escritos para editarlos cuando se conozcan más datos sobre estas criaturas.- Dice Leonard mientras observa la carátula de mi libro.-No obstante hay algunos que sí están completos.

Me levanto y voy a devolver el libro en su sitio. Dylan me sigue, ya ha terminado también su libro.

-Vámonos chicos, ya es la hora de comer y Phiona y Michael deben estar esperándonos hambrientos.

Dylan y yo seguimos con la curiosidad de estudiar esos libros pero abandonamos la biblioteca sin rechistar. Leonard cierra la puerta con llave y vamos al coche.

-¿Os ha gustado la visita?- Ambos asentimos entusiasmados.- Pues aquí tenéis unas copias de las llaves de la entrada del museo y de la biblioteca. Cuidarlas y nos las perdáis.

Nos lanza las llaves, nosotros las cogemos al vuelo y volvemos a casa. Las dos llaves eran bastante grandes, comparadas con las de casa por lo menos... Pero eran muy ligeras.

En casa, sobre la mesa solo había tres platos.

-Ya hemos comido, Leonard, y Michael se ha ido a jugar a la calle con sus amigos.

-Aún es temprano para salir...

-Vino a llamarle el vecino, Charlie, decía que quería enseñarle sus nuevos juguetes.

-Estos niños...

Nos sentamos los tres a comer nuestra sopa calentita para contrastar el frío clima. Estaba muy rica, en diez minutos la acabamos y nos subimos a nuestra habitación.

-No me digas que no te has quedado con la intriga de ver que hay en los demás libros.- Me dice Dylan mirándome deseoso de que le conteste que sí.

-No te obsesiones y empieza a estudiar, que mañana tenemos examen.- Me empuja y caigo sobre mi cama. Me lanza su almohada y se rie.- Borrico.- Le lanzo su almohada y le da en la cara.

-Me acabo de comer la almohada de postre, que rica.

Nos sentamos en mi cama, saco mi libro de economía, lo abro por el tema 2 y empezamos a estudiar. A la par pensaba en la misteriosa biblioteca. La verdad es que sí me he quedado con la intriga de que hay en la biblioteca, más bien en los libros que guarda y...

Me acabo de acordar de lo que pasó ayer, la figura oscura. Se parecía a la del libro que leí. Tengo que volver a leer más por si esa criatura existe de verdad.



Ángel EndemoniadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora