Problemas De Una Adolescente (Pausada)

Capitulo 1: El chico de la pizzería

Estábamos sentadas en una pequeña mesa de la pizzería, hablando entre nosotras, pasaron unos cuantos minutos hasta que un chico se acercó a nosotras, al parecer el mesero, era guapo, tal vez demasiado era alto, rubio y tenia ojos verdosos, todas las chicas tenían la vista fija en el, Hannia para variar ya estaba babeando al igual que las demás

- Puedo tomar su orden?- dijo sacando  libreta y pluma de su mandil

-Bah...Emm...este...- Hannia ya tenía colgando la baba y al parecer no sabía lo que decía, quien sabe que cosas pensaba, Marjourie río y rodó los ojos

-Si, un refresco, una pizza extra grande, papas fritas, y mejor que sean 2 refrescos - puso su dedo en su mandíbula de forma pensativa, como pensando que más pedir - Oh si! Y la pizza que sea Hawaiana

El chico abrió los ojos como platos y asintió, no se porque se sorprendía, era normal que una chica comiera tanto, sobretodo tratándose de nosotras, el apuntó todo en su libreta y antes de marcharse nos preguntó si no queríamos algo más, nosotras negamos y entonces se marchó.
Y como era de esperarse nosotras comenzamos a hablar de lo guapo que estaba, y a hacer bromas entre nosotras sobre nuestras caras al verlo, pasaron unos cuantos minutos más en lo que charlabamos y entonces el chico regreso con nuestra orden, Wow! Si que debía ser difícil cargar todo eso! Puso todo sobre la mesa y luego se enderezó colocando sus manos detrás de su espalda como esperando a que le dijéramos algo, pero nadie se atrevida a hablar.
Ximena se aclaró la garganta dispuesta a romper el hielo y el incómodo momento

-Ammm... Y ¿te gusta trabajar aquí?- el fruncido en ceño y la miró, claramente no era la pregunta que esperaba pero igual respondió

-Si, claro, es muy tranquilo este lugar - Su voz era algo gruesa, pero agradable
Ximena lo miró más de frente, subiendo sus brazos a la mesa y colocando su cara sobre sus manos

-Lo tranquilo no es divertido, tal vez deberías hacer algo diferente, ya sabes salir de la rutina - el se quedó pensando unos segundos

-Si, creó que eso me haría bien, aveces es algo aburrido estar aquí dentro

-Ya lo creó, soy Ximena- le extendió su mano, el la miró por unos segundos pero no tardo mucho en tomarla

-Soy Zed- le estrecho la mano

-Un gusto

- El gusto es mío - Se quedaron viendo fijamente a los ojos por un tiempo, hasta que un grito interrumpió el gran momento

- ZED!!!- gritaron desde adentro de la pizzería, haciendo que ellos soltaran sus manos como por instinto

- Un minuto!!- grito de vuelta y se dirigió a Ximena nuevamente, ella tenía el ceño fruncido como preguntando quien era aquella mujer

- La encargada - dijo - ella es muy exigente a veces, lo siento, tengo que irme

-No hay problema, nos vemos después entonces - levantó su mano y la agitó en forma de despedida, Zed la tomó y la atrajo hacia el plantándole un estruendoso beso en la mejilla, lo que causó que Ximena se sonrojara, mientras nosotras mirábamos sorprendidas la escena y el se encaminaba de nuevo hacia la cocina

¿Cliché?

Si talvez un poco

- ¿Qué? - preguntó ella con un encogimiento de hombros tratando de sonar lo más casual posible

- Hoy te tocó a ti, pero mañana me tocara a mi - tome un pedazo de pizza y lo lleve a mi boca, y ellas hicieron lo mismo

Marjourie era 5 centímetros más grande que todas, ella era la bromista, siempre nos hacia reír, pero nunca compartía su comida

Después estaba Ximena, ella era la niña bonita, era la tipo de chica con la que todos querían estar, talvez eso explique el comportamiento de Zed hacia ella

Y Hannia, la más pequeña del grupo, era bajita pero no tanto como para considerarse un minion, ella era la psicóloga del grupo, siempre nos daba consejos

Por último estaba yo, Kenya, yo más bien era una mezcla de todas, talvez por eso éramos mejores amigas.