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Abigail.

Desperté en el hospital, lo reconocí de inmediato, claro que me dolía la cabeza, pero lo podía reconocer, el hospital.
Tenía mucho dolor de cabeza y no encontraba a media alma en este lugar, no recordaba nada, absolutamente nada de lo que paso anoche.
Me decidí levantar pero cuando estaba a punto de levantarme se abrió la puerta, un hombre alto con pelo café castaño, ojos grises llegando a verde, una boca pequeña, tenia un poco de barba, se le notaba que tenía un cuerpo marcado y bien trabajado.
El doctor al verme corre y agarra mi brazo, me recuesta en la cama y saca su portal papeles y empieza a escribir.
-Hola- digo sin pensarlo.
El me mira de reojo.
-hola- dice el prosiguiendo su escritura. - Abigail Johnson Larks, ¿verdad?. - Asiento con la cabeza. - 18 años, universidad Londres, destacada de los estudiantes. - empezó a decir en voz baja.
-Disculpe ¿doctor....? - digo con intriga y un poco de nervios.
-Doctor Richard Patrickson- extiende la mano y nos damos un apretón de manos.
- Doctor Richard, ¿que me paso an... - me interrumpe. - te drogaron, por eso eso estas aqui- dice el con un todo seductor.
Me pongo a pensar en lo de anoche, no le podia creer a este tal Richard, ¿me drogaron? Quien mierda haría eso. Se me vino a la mente Lara ¡obvio Lara ! Esa perra desgraciada. El doctor interrumpe mi pensamiento.
- Bebe esto con la pastilla que esta en la mesa, ¿vale?, vendré más tarde a ver o como andas. Hasta luego, vendrá una señora a darte tu desayuno y tu suero, cuídate, adiós-. Me quedo un momento hay, luego reaccionó y tomó la pastilla y me la trago con la bebida que me dio, casi vomitó, pero logre pasar la pastilla. Después de un rato llega una señora, como de 49 años o más y me trae el desayuno. Me lo como lento porque no tengo mucho apetito y pues es verdad que la comida del hospital es un asco.
Después de comer el desayuno me inyectan un suero, y me quedo en mi cama acostada y mirando el techo y recuerdo ¡mi celular!, así que cuando vino la misma señora le digo pasándolo la bandeja
-oye... Tu... Tu podrías traerme mi celular... - derrepente sale Richard y dice- tranquila Carmen, yo lo traeré- yo lo vi y el me vio con una sonrisa y me sonroje, así que gire la cabeza para que no me viera.
El fue corriendo por mi celular y volvió a la habitación y me lo entrego, exhausto me dijo - es.. Es este? - con una respiración agitada. Yo asentí con la cabeza, el me lo paso y empezó hacerme preguntas, como ¿donde vives? ¿donde están tus padres? ¿vives sola? ¿alguien que podamos contactar?, las respondí todas mientras el anotaba y después de eso empezamos a charlar normal
-¿como te sientes? - me pregunta levantando la ceja.
-mejor que hace una hora- sonrío y el también sonrió.
-bueno pues los exámenes no salieron mal, así que te daremos fe alta mañana, pero tendré que visitarte y también tu a mi, en mi casa para ver como sigues, ¿vale?.
-claro, todo por mi salud. - el tomó mi mano y empezó a tomar el pulso de mi muñeca.
-pues claro que te has puesto bien-
Sonrío tímida ante su comentario.
Seguimos con una charla duradera y se empezó a atardecer así que el salió y me deseó buenas noches, yo también le deseé buenas noches y se fue. Me acosté y quede profunda.
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Desperté y el doctor ya estaba en mi habitación con mi ropa, el me miró y con una sonrisa se fue acercando
-Buenos días- dice el con su cálida sonrisa.
-buenos días- le digo bostezando.
-Bueno ten- me entrega mi ropa- pontela y te espero. -
Agarro la ropa y entro al baño, me quito la bata y solo quedo con mis bragas y el sujetador. Me empiezo a colocar mi vestido de la fiesta y los zapatos, me veo al espejo, mis ojos verdes con azul apenas abiertos, mi pelo castaño claro hasta la parte baja de la espalda despelucados y mi cara de vagabunda. Me echo agua en la cara para mejorar mi apariencia y agarro mi pelo con una liga que llevaba en mi brazo. Salí y vi colo el doctor puso ojos de plato al verme.
Richard
Entre a su habitación por la mañana y busque su ropa, espere a que despertará, la divisé durmiendo parecía un ángel, despertó y me giré, ella se restregaba los ojos y le dije - buenos días-
Ella me respondió cálida y tranquila
-buenos días- y bostezó.
-bueno ten- le pase la ropa- pontela y te espero.
Ella se fue al probador, sinceramente esta chica es muy linda, y sus ojos son como son esmeraldas.
Cuando salió la vi y estaba radiante, afortunado el novio de esta chica.

Abigail

Salí y el se me quedo viendo como bobo, y le dije chasqueando los dedos - ¿hey? - el reaccionó y me dijo mirando para todos los lados
-vamos. -
Yo le seguí el paso, todas las enfermeras me veían con una cara de ¬porque no te alejas de el¬ yo simplemente volteaba los ojos y la ignoraba todas, pues no estaba pasando nada entre el y yo así que estaba tranquila.

Salimos del hospital y estaba una camioneta Range Rover negra último modelo. El me dijo abriendo me la puerta del copiloto
- entra- lo dijo en un tono de orden pero a la ves tierno.
Ingrese al carro y me abroche el cinturón de seguridad. El subió por el otro lado y antes de ponerse el cinturón se quitó la bata y desabrocho el primer botón de su camisa que se notaba que lo estaba asfixiando, y se puso el cinturón. Prendió la gran camioneta y se dirigió a mi dirección.
-¿Sabes donde es mi casa? - dije para poner tema mientras que el encendía la radio.
-Claro. - dijo con la sonrisa más sensual que e visto en mi vida.
-vale, y ¿cuantos años tienes?
- tengo 29.
Yo levante las cejas, pues era muy joven no se, se me hizo muy raro.
-¿ todo esto es tuyo o?
- si, si todo es mio, pues es de la familia, de generación y eso- dijo concentrándose en la vía y mirándome de reojo.
-a ya veo... - digo en voz baja, el lo nota y ríe.
Después de largos minutos en silencio con el tipo ricachon llegamos a mi dirección, agradezco y abro la puerta pero antes de bajar el toma mi mano y dije
- hey, este los en contacto, ten mi numero, estaré viniendo. - dice mientras me pasa mi celular con un papel, sonrió al acto y me bajo ye despido con la mano y cierro la puerta.
Entro a mi casa y ni mi madre ni mi padre están presentes, volteo a ver la camioneta y hay sigue, asegurándose de que yo este bien, cuando ve que me volteo el arranca y se va, yo río.
Dejo las llaves en un tazón que hay para las llaves y me dirijo a mi alcoba, paso por el cuarto de mi hermana y escuche una risa, de seguro esta con su novio, pues esta cerrado. Me dirijo a mi cuarto y cierro la puerta, me saco el vestido y los zapatos me quedo en ropa interior, voy al baño y me doy una ducha larga salgo y me cepillo los dientes, me envuelvo en mi toalla de ponys y salgo, cojo unos panties y un brasier, me lo pongo y me pongo mi pijama, me acuesto y caigo en un sueño profundo.

Solo Trabajo, ¿verdad?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora