IX

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Abigail

-cásate con migo- dice Richard sacando un anillo de su bolsillo. Es como si lo tuviera todo planeado para hoy, no lo podía creer, apenas llevamos un año de relación y ya me pide que me case con él, ¡qué le pasa! Se nota que me quiere solo para él, y sinceramente no sé qué decir, es muy apresurado.

- yo... Richard es apresurado es tan- me interrumpe.

-vez, por eso no quería decirte. Pero la cosa es que te necesito Abigail Johnson, solo para mí. Tu y yo una vida juntos. No hay tiempo, además hay escases de hombres- da una carcajada, de nuevo veo todo borroso y caigo al piso.

Despierto y estoy en el hospital, sola, ni siquiera este Richard junto a mí, bueno, creo que eso me pasa por la tensión o algo así además de que hay píldoras al lado de mi cama y un vaso con agua que dice *TOMAME*, hice caso y tome la pastilla, me sentía drogada, completamente drogada (cuando te mueves rapidísimo) así pero mucho tiempo, veo a alguien que entra, es una enfermera supongo. Me deja unas gotas, una cuchara y un vaso con agua. Me sonríe y se retira. Agarro las gotas y leo las instrucciones, dice que tengo que poner 2 gotas en una cuchara y disolver con agua, así que sigo las instrucciones, después de beber el agua me siento mejor y salgo dela habitación buscando a Richard, veo en una habitación y él está hay pero con una mujer, logro escuchar algo

-no cariño, ella es solo trabajo, tu tranquila.

Los dos ríen y después salgo y me voy corriendo, apunto de llorar, me voy a la casa de Richard ya que no queda muy lejos. Cuando llego entro a otra habitación y cierro, 8 llamadas perdidas de Richard, contesto ninguna y pongo el celular en modo avión.

Me pongo a pensar, si me pidió matrimonio esta mañana, ¿por qué dijo eso? , me pongo a llorar descontroladamente.

-¿señora está bien?- dice Susana tocando la puerta

-sí, no importa.- digo lo más entendible posible.

Escucho que ella se aleja y ahora entro al baño, empiezo a sollozar, me quito la ropa y entro a la tina espero a que se llene, cuando ya está llena cierro la llave y me quedo hay acurrucada entre mis piernas llorando descontroladamente, al pasar de una hora escucho que Richard llega y entra desesperado porque entra gritando mi nombre, no le presto atención y me quedo hay sin importar lo que pase.

-¡Abigail por favor! - dice golpeando la puerta de la habitación, salgo de la tina y me envuelvo en una toalla, le abro y me dirijo al baño tranquilamente.

-Abigail déjame explicarte, yo...-lo interrumpo.

-no digas más, harás esto peor, ya dijiste suficiente, me probaste que me cambiarias por otra mujer, me voy mañan...- me interrumpe con una lagrima en su mejilla

-no, por favor ella, ella es solo una amiga, aré lo que quieras solo escúchame.

-no Richard, ¿esta mañana me dijiste que no me querías dejar ir y después que soy solo trabajo? Que rayos te pasa.

-pero... nunca serias trabajo, yo... yo te necesito Abigail, no quiero a nadie más, ella solo tiene problemas y dice que si yo estoy con alguien ella se suicidará, la estamos tratando, dale tiempo amor, por favor.

Me retiro de la habitación y entro a la de él, saco una ropa y me la coloco con lágrimas a punto de salir de mis ojos, miro para el techo y me calmo. Después de ponerme eso agarro mi bolso y salgo, cuando estoy en la puerta el me detiene agarrando mi mano.

-no te vayas, porque si te vas no vuelves, quiero que hablemos.

-ya dijiste mucho, perdón.

-¿Por qué siempre eres tan cálida? Te perdonas por algo que no hiciste y sufres por ello, créeme.

-lo hare pero... quiero salir, con mis amigas a ir por una malteada o un postre.

-¿te presto mi carro?- lo miro confusa y el me entrega las llaves- son del Audi.

Salgo un poco confusa y me monto en el carro, es negro por afuera pero por adentro tiene tapizado blanco. Voy y mis amigas ya están en la cafetería, parqueo el carro en el estacionamiento del lugar, salgo y voy directo a la entrada del lugar, mis amigas me miran y se impresionan porque llegue sin Richard y en el carro de él, me siento en la mesa y nos saludamos.

-haber pequeñas por favor cállense - dice Laurie con su educación.- Lucas y yo decidimos invitarlas a todas, con sus novios si quieren, a que vengan con nosotros a unas vacaciones en la casa de playa en Palm beach, ¿Qué dicen?

-¡obvio!- decimos todas en unísono.

Pasaron las horas y seguimos hablando y planeando el viaje. Al ya ser las 7 me despido de todas y me voy.

Llego a la casa y Richard me está esperando con los ojos hinchados, parqueo y me bajo del auto, el corre y me abraza, le devuelvo el abrazo. Entramos a la casa y nos dirigimos al cuarto, entramos y me pongo mi pijama, entro a la cama y le digo mirándolo a los ojos

-Richard... Laurie nos invitó a la casa de playa estas vacaciones, ¿podemos ir?

-está bien, pero solo podría estar una semana, ¿está bien?

-¡claro!

Después de unos minutos cierro los ojos y creo que el también, quedamos profundos.

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Holiii! Espero que les guste mi libro, los quiero chau


Solo Trabajo, ¿verdad?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora