Me enamoré de esas cosas que no muestras a diario, de tus defectos que ocultas tras tu sonrisa que mayormente es fingida para no ser descortés.
Tu piel de nieve, tus labios de fuego y el manto de noche que llevas en tu cabeza, tan oscuro como los agujeros negros en tu rostro, esos que me envuelven hasta sentir que no existo más allá de tu mirada.
Aquí me tienes, a leguas de viaje marítimo y kilómetros de cielo como distancia, conformándome con que respires mi aire y vivamos bajo el mismo cielo ahora que la distancia entre nuestros cuerpos ha empezado a crecer...
Te buscaré cada vez que necesite de ti, que para ser más sincero, será en cada atardecer, que bien sabes es cuando más vulnerable soy a tu ausencia, y al hacerlo te tendré aquí, aunque no podré dejar esas marcas en tu cintura que me hacían sentir que aún soy tu dueño, pero mantendré vivo el recuerdo de tu voz pronunciando mi nombre hasta que otra piel se adueñe de mi locura y otras manos acorten tu distancia.
-Alberto Apont-
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Mi Locura Y Tu Distancia
Short StoryCuando lo más cerca que estás de la felicidad se resume en kilómetros imposibles de acortar...