Capítulo 4: Hagamos un trato.

15 5 0
                                    

Y como era de esperarse, él fue detrás de ella. Me quede observándolos, mi parte ya estaba hecha, ahora le tocaba a él. Pero cuando me decidí a ir por ellos paso algo que no me esperaba.

La beso.

Sip. La beso. Al principio ella le siguió el beso, lo cual me sorprendió más, pero luego se apartó rápidamente de él y... auch! Eso debió doler, le dio una bofetada, después de eso ella había salido corriendo del centro comercial, y... oh, oh el chico malo venía furioso hacia mí.

— ¡¿Por qué?! — Aspecto enfurecido.

Ja, te lo buscaste.

— ¿Por qué, qué? — Me hice la desentendida.

— ¡¿Te das cuenta de lo que acabas de hacer?!

— Si, te acabo de salvar de la peor relación que podrías haber tenido.

— ¡Madura un poco, niña!

—Tú te lo buscaste. — Dije, sin más rodeos.

— ¿Qué yo qué? ¡Ni siquiera se tu nombre, y mucho menos te conozco!

— Zoewy, mucho gusto — Extendí mi mano en señal de saludo, pero era obvio que él no la tomaría, así que la quite rápidamente.

— No me importa cómo te llames, ni quién eres, Sólo... ¡Sólo aléjate de mí!

— ¡Yo no estaría aquí si tú no hubieras arruinado mi móvil!

— ¡Que yo no lo malogre! Tú lo dejaste caer, torpe.

— ¡Tú chocaste conmigo! Idiota.

Iba a decir algo pero se calló, pasó su mano por su cabello y luego la dejó en su nuca.

—Bien, hagamos un trato.

— Suéltalo.

—Yo arreglo tu jodido móvil, si tú arreglas el problema que me acabas de armar con mi novia.

— Ex — Dije sonriendo.

— ¿Perdón?

— Me refiero a que, después de lo que paso, dudo mucho que siga siendo tu novia, ex novia. – le explique sonriendo.

— Como sea, ¿Lo harás?

—Trato hecho. —Y extendí mi mano para sellar nuestro trato, pero él solo la miró y se volteo a recoger sus cosas para luego irse.

Que inmaduro.

Mire la hora, ya se me había hecho tarde, demasiado tarde, faltaban 15 minutos para las 9:00 pm. Genial mi madre me matará, a menos que...

Me giré buscando a aquel chico con el que hace unos segundos había estado discutiendo, me detuve a observarlo más minuciosamente, de las pocas veces que lo había visto siempre vestía con algo color negro, llevaba una camiseta negra con un extraño dibujo de un hombre calavera mostrando el dedo medio y encima una chaqueta negra con gris, parecía ser muy caro al igual que sus botines Vans negros con blanco, niño rico.

Moví mi cabeza de un lado a otro, quitando ese pensamiento de mi mente, no tenía tiempo para empezar a sacar conclusiones, puede que sea un niñito de mami, pero ahora tenía que convencer a ese niño mimado para llegar a casa lo más rápido posible.

— ¡Oye, tú! –Trate de llamar su atención.

Él volteo, me miró y siguió caminando, así que corrí lo más rápido que pude para alcanzarlo.

— Hey, ¡te estoy hablando! — le grité cuando ya estaba casi a su lado pero él siguió caminando ignorándome por completo, maldita sea ¿Ahora era sordo?

— ¡Hey! ¡Que te estoy hablando, puedes parar y escucharme de una jodida vez!

Y ... creo que no fue buena idea gritar, todos a nuestro alrededor nos estaban observando.

IN 

CO 

MO 

DO

— ¿Qué quieres? — ¡Al fin habla!

—Se me ha hecho tarde y...

— ¿Y? — me interrumpió.

— Necesito llegar rápido a casa.

— No me interesa.

 ¿En serio?

—Y si no llego antes de las nueve, mi madre me matara. — Él me miró con el ceño fruncido, al parecer no entendía lo que le estaba tratando de decir, no puede ser que sea tan idiota y retrasado.

— ¿Y...? 

 ¡Como sigas contestando así te dejo estéril!

—¡Serás idiota! ¡Y necesito que me lleves!

—¡¿Perdón?!

—Te perdono, ¿Para eso están los amigos no? Pero ya estoy muy retrasada, así que si no es mucha molestia mueve tu trasero y ve por tu auto. — Me observó por un minuto y luego estalló en carcajadas.

¿Qué le sucede a ese chico? 

Insisto, puede que sea bipolar.

—Primero, no soy tu chofer personal, y segundo, no te confundas, tú y yo no somos amigos. — Dijo sonriendo con autosuficiencia. 

Maldito arrogante.

—Por favor... — Genial, ahora le estoy rogando al idiota más grande con el que me haya podido chocar.

— ¿Y por qué habría de hacer eso? 

¡Idiota, se estaba burlando de mi! Listo, acabas de sobrepasar mi paciencia.

— Porque sino, tú, niñito mimado verás como empiezo a gritar que me estás acosando, y los de seguridad —Dije señalándolos disimuladamente — te detendrán y pasarás la noche entera con la policía, solo. – Le dije susurrando para que los demás no me oigan.

—No me asustas, niña. — Fue lo único que respondió.

— ¡Que no soy una niña joder, tengo 17!

— ¿Te pregunte? — Aquí terminó mi paciencia.

— Bien tú te lo buscaste — dije y un segundo después ya estaba llamando la atención de todos —¡Ayuda! ¡Ayúdenme, por favor! ¡Este chico me está acosando! ¡Quiere tocarme! — Grite lo más fuerte que mi garganta me permitía, lo cual fue suficiente para alarmar a los de seguridad, que se encontraban al final del pasillo.

— Hey, ¿que haces? ¡Cállate! La gente nos está observando. — Me dijo casi susurrando mientras miraba a las personas que pasaban a nuestro alrededor, y lo quedaban mirando horrorizados, mientras que él les sonreía nerviosamente y decía que no era verdad.

— ¡Ayuda! ¡Ayud...! — Pero antes de que pueda terminar mi frase sentí una mano por detrás tapando mi boca mientras que otra rodeo mi cintura empujándome hacia la salida del centro comercial.

—Bien, bien te llevare, ¡Solo cierra la maldita boca! 


SHE IS DANGEROUS.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora