8:49 Apagué mi despertador, me levanté y fui a cepillar mis dientes.
El día estaba nublado. Perfecto clima para empezar el día. Mis clases son en el turno de la tarde, por lo que tengo algo de tiempo en la mañana para preparar algunas cosas o inclusive ayudar a mi madre en los deberes de la casa.
Alisté mi uniforme y me metí a la ducha para darme un baño en agua caliente.
Hoy es el primer día de clases, por una parte estaba emocionada, ya que vería de nuevo a mis amigas, pero por otro lado no, por culpa de los estudios. No me considero una persona muy inteligente, pero si dedicada, y este año queria mejorar en ello.
Salí de la ducha, y fui a mi habitación. Me alisté y en seguida tocó la puerta mi mejor amiga Adriana.
Ella siempre pasaba por mi para irnos juntas al colegio.
—¡Hola, Adriana! —la recibí con un fuerte abrazo.
—¡Hola, cuanto sin verte! —respondió mi abrazo.
La hechaba mucho de menos, tenía 2 meses sin verla, y creanme que es duro dejar de ver a tu mejor amiga ya sea más de una semana.
Agarré mis cosas para irme al colegio.
—Ya me voy, mamá. —avisé
—¿Llevas dinero? —preguntó.
—Si, adiós —me despedí dándole un beso en la mejilla.
—¡Te vas con cuidado! —gritó mi madre, ya que ibamos a unos metros de distancia.
—Si mamá —musité.
Llegamos a nuestro perspectivo salón y vimos a nuestras otras amigas.
—¡Hola! —Gritó Irma corriendo hacia nosotras para abrazarnos.
Ambas le regresamos el abrazo.
—Creo que nos hechaste de menos —me burlé
—Por supuesto que si, son mis mejores amigas, ¿Cómo no habría de hacerlo?
—Es verdad —admitió Adriana.
—Y bueno, ¿Qué esperan? Hay que entrar, ¡ésta mochila si que pesa! —me quejé.
—Aún no inician las clases, pero ¿Qué tal si damos una vuelta y platicamos lo que nos ha pasado? —sugirió Irma
—¡Claro! —contestó con una sonrisa Adriana.
Dejamos nuestras cosas y salimos tal cual lo había dicho Irma. Noté a un chico afuera del salón de al lado, parecia nuevo, ya que nunca lo había visto por aqui. Tenía cabello despeinado, ojeras, mirada hacia el suelo, tenía un suéter negro, pareciera como si hubiese tenido una mala noche. Debo admitir que llamó mi atención. Decidí ya no pensar en ello y prestarle atención a las chicas.
—¿Y qué cuentan chicas? —preguntó Irma
—Pues no mucho en realidad. Éstas vacaciones no fui a ningun sítio fuera de la cuidad. Asi que no hay mucho que contar —dije
—Yo fui a la playa con mi familia, la pasamos muy bien, de hecho no se si me noten un poco bronceada —dijo Irma
—De hecho si, un poco —dijo Adriana
—Y ¿Tú qué cuentas, Adriana? —pregunté
—Pues fueron vacaciones normales, hubo salidas como ir al cine, una plaza y cosas así, pero de ahí en más, nada relevante.
—Ya veo, y... ¿Ya vieron a los nuevos alumnos que entraron en 2-F? —comentó Irma curiosa.
—Yo vi a uno en particular, me dió un poco de escalofríos —dijo Adriana
Enseguida se me vino a la mente la imágen de el chico de hace unos momentos.
—¿Enserio? A mi se me hizo lindo —dijo Irma un poco apenada.
—¿Quieres que le pida su facebook? —dije con una sonrisa pícara
—No sería mala idea, se lo pides a la salida —dijo Irma golpeandome un poco el brazo, dándome a entender que estaba algo apenada.
Sonó el timbre indicando que faltaban 5 minutos para iniciar las clases.
—Bueno, será mejor que ya regresemos, no queremos llegar tarde en nuestro primer día de clases —dijo Adriana
Nos dirijimos a nuestro salón e iniaron las clases. Terminaron las primeras horas de clase y salimos a nuestro reseso, tenía mucha hambre. Las chicas y yo nos dirigimos a la cafetería.
—Tengo mucha hambre —refunfuñó Adriana
—Igual yo, iré por unas galletas, ¿Quieren que les traiga algo? —pregunté
—No, gracias. Irma trae su almuerzo y yo iré a comprar un helado —contestó Adriana.
—Vale, entonces en un momento regreso — Dije
Me dirijí a la cooperativa y vi una gran muchedumbre al rededor de ella. Me sumergí entre la multitud para llegar al frente, compre mis galletas, me giré para regresarme y justo detrás de mi estaba el chico nuevo de 2-F. Cruzamos miradas por un momento y después me fui sin más.
Fue una sensación muy extraña que jamás había sentido anteriormente, y sólo estamos hablando de un cruce de miradas.
ESTÁS LEYENDO
La clave fue conocerte
RomanceGrisel es una chica de 13 años la cual ella cree que sabe lo que es amor, pero seamos honestos ¿Quién carajo sabe lo que es amor a esa edad? Un día en el colegio entra un chico nuevo llamado Elihú el cual hará que cambie por completo la vida de Gri...