CAPITULO 1.

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04 de Septiembre del 2000

Aún recuerdo cuando era niña veía pasar los carros de bomberos o las ambulancias con sus sirenas anunciando que en algún lugar de la ciudad había una emergencia; poco a poco me fui interesando por la profesión que los paramédicos y bomberos desempeñaban.

Un día estando en clases de laboratorio, uno de mis compañeros activo la alarma contra incendios por accidente, al instante comenzó a sonar tan fuerte haciendo que los demás alumnos y profesores salieran de la escuela, yo me quede adentro de la escuela, escuche las sirenas anunciando la llegada de los rescatistas que atenderían la emergencia.

Me escondí debajo del escritorio del profesor, desde ahí podía ver todo lo que hacían los bomberos, desde buscar personas que pudieran haber quedado atrapadas como buscar el origen que ocasionó la activación de la alarma.

Los bomberos me parecían unos ángeles pero sin sus hermosas alas, es decir, ángeles anónimos que arriesgan sus vidas por salvar las vidas de personas total y completamente desconocidas para ellos.

Uno de ellos me encontró donde me había escondido, les explique el ¿por qué? se había activado la alarma, no quería que castigaran a mi compañero pero tampoco podía mentirles, quede fascinada con su vestimenta que protegía cada parte de su cuerpo, su casco, su chamarra, su pantalón, sus botas, sus guantes, todo me fascinaba.

El bombero me llevo afuera donde todos los alumnos y los profesores se encontraban, le agradecí por acompañarme hasta donde mis compañeros se encontraban, pero uno de los bomberos me llamo la atención mucho, era más bajo que los demás y se movía con una agilidad tan delicada, se encontraba con uno de mis compañeros en una ambulancia, tenía curiosidad de saber porque mi amigo Daniel estaba ahí, pero tenía más curiosidad de aquel bombero que se encontraba con él.

Decidí acercarme a preguntar por mi amigo y así tendría el pretexto perfecto de ver mejor a aquel bombero que capto mi atención, sin embargo no era hombre sino una mujer, ¡Una mujer bombero!, no podía creerlo, en las películas siempre había visto que paramédicos y bomberos siempre eran hombres pero nunca mujeres.

--- Disculpe- dije casi inaudible- disculpe- repetí pero esta vez un poco más alta

--- Si, pequeña- dijo esa mujer bombero

--- ¿Daniel se encuentra bien?- sabía que estaba bien pero como su amiga tenía que preguntar por su salud.

--- Daniel se encuentra bien, solo está conmigo porque me pidió ver la ambulancia por dentro- dijo con una gran sonrisa.

--- Yo pensé que se encontraba mal- le devolví la sonrisa- puedo hacerle una pregunta

--- Por supuesto, puedes hacer las preguntas que quieras.

--- ¿el trabajo de los bomberos y paramédicos no solo es de hombres?

--- Claro que no, las mujeres también podemos ser bomberos, paramédicos o ambas.

--- Entonces...- hice una pequeña pausa, estaba nerviosa pero no sabía por qué- ¿Yo puedo ser bombero o paramédico algún día?

--- Por supuesto pequeña, pero para ser bombero y paramédico debes estudiar mucho y claro tener la vocación de ayudar a las personas sin recibir nada a cambio- dijo con una sonrisa, revolviéndome el pelo.

Desde aquel día supe que de grande quería ser como ella, quería ser paramédico o bombero, o porque no ambas, fuera de la forma que fuera conseguiría ser una gran paramédico y bombero.

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⏰ Última actualización: Dec 08, 2021 ⏰

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La vida detrás de un paramédico (PAUSADA TEMPORALMENTE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora