Cada mañana me levanto con la esperanza de ser cada día mejor,de poder superarme día a día y lograr nuevos objetivos.
Tengo lo que todo adolescente de mi edad quiere tener. Soy muy admirada por mis compañeros del colegio pero a la vez envidiada y odiada por otra gran parte de la misma. Tengo el cariño de dos padres ejemplares, con una gran posición económica que me brinda todo lo que yo necesito y deseo. Mi casa es enorme y está ubicada en la cuidad de Nueva York . Asisto a uno de los colegios más caro de la cuidad como lo es el «West Village». Visto ropa de marca,altamente costosa. Estoy acostumbrada desde muy pequeña a los grandes lujos,pero sin embargo no es algo que crea tan importante en mi vida.
Dos veces al año viajo a lugares de alto nivel,con maravillosas playas. Generalmente mis padres siempre tratan de elegir ciudades las cuales no son muy conocidas pero que al contrario son de gran importancia paisajista. Esas ciudades suelen tener poblaciones de bajo nivel económico,según mi padre eso nos hace parecer más ricos, admirados y privilegiados a la vez,ya que ellos alado nuestro no son nada. Pero mi madre también remarca,que esas ciudades son importante porque nos enseña a aquellos que tenemos dinero,que existen personas que necesitan de nuestra ayuda,nos sirve para sentirnos agradecidos por aquello que tenemos,pero sobretodo para valorar las cosas buenas que la vida nos da,y para comprender que no todo pasa por el dinero,que la felicidad no se encuentra allí. Para mi madre, los viajes a ese tipo de ciudades son un choque con la realidad que le sirve para reflexionar y ser mejor persona,y recordar el sentido de la vida y porque debe de ser vivida.
Pero a todo esto todavía no me presento. Mi nombre es Alice,una adolescente de 16 años que concurre al colegio y que sueña con algún día encontrar como toda mujer a esta edad: el gran amor.
Sinceramente nunca pude quejarme porque me faltase algo, porque jamás fue así. Jamás luché por ser feliz,soy de esas personas que prefieren vivir cada día como si fuera el último sin saber que vendrá más adelante. El estar enamorada lo siento como un privilegio,por eso quiero que en algún momento ese amor me sea correspondido. Sin embargo,prefiero no esperar nada de nadie,porque lo que tiene de malo tener dos padres que siempre te han dado todo en la vida sin negarse y sin dejar que te faltase nada es que, nunca pude sentirme satisfecha, siempre tuve ese presentimiento de que algo me faltaba. Es así como prefiero vivir la vida a pleno con amigos y familiares,y no detenerme a pensar en el amor y terminar por ser una adolescente con aspecto a anciana amargada desde joven. ¿Es así o estoy equivocada? No creo estarlo. Existen cosas más importantes en las que pensar.Hace un tiempo vengo notando actitudes diferentes en mi familia. Quizás sean cosas mías.
Se acerca la fecha de mi cumpleaños y noto que todos le aconsejan a mi madre contarme la verdad. ¿Cuál es la verdad de la que tanto hablan? ¿Será que ocultan algo de mi?. No lo sé.
Desde que surgieron estas sospechas quiero intentar hablar con mis padres,plantearles acerca de mi incomodidad al sentir que se trata de algo que no quieren compartir conmigo.Vengo del colegio y encuentro a mis padres hablando acerca de una niña que fue abandonada y adoptada con suerte por una familia rica que le brinda todo lo que esa pequeña necesita.
Sigo escuchando...
-No podemos decirle todavía, es una niña,mi niña. No quiero que sufra con la noticia.
-Tienes que saber que tú siempre serás su madre,ella nunca te dejará de querer. Tú le brindaste lo que otra persona se negó a darle: cariño.¡Paremos acá!. ¿Mi padre acaba de decir: «tú siempre serás su madre»? Que yo sepa yo soy hija única. Mi madre siempre me dijo que nunca pensó en tener otro hijo porque creyó que conmigo era suficiente y que,sinceramente no tiene tiempo para encargarse de un nuevo integrante en la familia.
Yo siempre desee un hermano menor,a quien enseñarle todo lo que sé. De quien sentirme orgulloso. Pero siempre respeté la decisión de mi madre,si ella no quería otro niño para que hablar sobre el tema,¿no?
Interrumpo la conversación y pregunto a quién se refieren. Mi cara parecía un papel,estaba blanca de los nervios,no sabia que hacer.
Me obligan a sentarme en el sofá y comienza mi madre a contarme una historia.
-Hace 16 años sufrí un accidente automovilístico, no viene al caso como ocurrió así que iré a lo importante. En ese accidente perdí un hijo. Luego de la recuperación me enteré que no podía tener más hijos. Con tu padre estábamos muy doloridos por la pérdida,pero más aún nos sentíamos mal al enterarnos que no podríamos tener nuestros propios hijos. Hay algo que siempre soñamos con tu padre: formar nuestra propia familia juntos.
En ese momento ambos prometimos transcurrir ese momento juntos para que fuera menos doloroso. Quizás no lo puedas entender,pero es un dolor que nos acompañaría el resto de nuestras vidas y que hasta el momento lo afrontamos. Al mismo tiempo,días después,una conocida nos dio la maravillosa idea de adoptar un niño/a. Nos pareció algo muy bonito que nos haría bien a ambas partes. Por un lado nosotros podríamos brindarle a ese niño una familia y el cariño que se merece y en cambio ese niño nos daría la alegría de ser padres y de poder educarlo a nuestra manera,con nuestros valores,enseñanzas y costumbres. Fue así precisamente como te conocimos. Eras una bebé de unos dos meses cuando te adoptamos. Una bebé hermosa,con unos ojos claros y un rostro tan iluminado,que sentíamos en nuestros corazones, que habías sido enviada y puesta en nuestro camino para cambiarnos la vida,una vida mejor.
Ahora que te dijimos la verdad, ¿estás bien?.
Di algo, lo que sea.Mis padres entre lágrimas me miraron a los ojos esperando una repuesta. Una respuesta que yo no podía dar. No entendía como de repente mis padres pasaron a ser unos desconocidos. No sabia quien realmente era,de donde venía. Me sentía muy vulnerable,perdida en un mundo de mentiras.
Realmente creo que las cosas pasan por algo. Si así pasó, es porque realmente las cosas tenían que ser así.
Un montón de dudas surgieron en mi mente en ese momento,pero sin duda la que más me carcome la consciencia es: ¿por qué lo hizo? ¿por qué me abandonó mi verdadera madre siendo tan pequeña? ¿realmente no me quería o no era lo que ella esperaba?. No sé que pensar,me siento confundida.
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Déjate querer
Teen FictionUna adolescente. Un gran dolor que la acompaña día a día y la esperanza de poder realizar en algún momento aquello que tanto desea: conocer a su madre biológica y el verdadero amor. Alice,a sus 16 años tiene lo que muchos sueñan pero pocos logran te...