bounded spirit ⋄ stiles stilinski // 1

Capítulo 3. "Insolente"

-Eso fue lo que sucedió. No comprendo mucho más que tú. –Dijo, y escuché el sonido de una puerta al cerrarse.

¿Stiles había ido hasta la casa de Allison? Quiero decir, lo comprendía, pero existían las líneas telefónicas. Solté un enorme suspiro, y me lancé sobre la cama, observando el techo. No sabía si estaba siendo paranoica hasta los límites, pero todo me parecía sospechoso. Y ni siquiera sabía de qué sospechaba. ¿Por qué tenía que tener una curiosidad más grande de la que podía soportar?

Caí en cuenta de que Allison me estaba diciendo algo, y que no había entendido ni medio. –Espera, espera. ¿Qué?

-Estaba diciendo que lo siento.

Oh. En ese momento recordé lo que había sucedido anteriormente en la fiesta, y cómo me había dejado allí, yéndose con Derek. –Sí, mejor que lo sientas. –Murmuré con el ceño fruncido. –Y de cualquier modo, ¿Qué demonios estabas pensando? ¿Qué nunca te dijeron que no te subas en autos de extraños?

Allison se quejó del otro lado de la línea. –Lo sé, fui la peor amiga del planeta. Y no lo pensé, en verdad. Derek dijo que era amigo de Scott.

Solté un bufido automático. -¿Amigo? Huh, sí, puedes apostar.

Allison probablemente no entendió mi sarcasmo o se quedó pensando en algo, por que tardó en responder. –No fue nada malo. En realidad, no dijo mucho en el viaje. Y no importa. Siento haberte dejado allí.

-Sí, sí. Está perdonado. Ahora sólo tienes la segunda oportunidad, así que no la desperdicies, ¿Eh? –Bromeé, y me senté lentamente en la cama.

No era exactamente temprano, pero no tenía nada de sueño. Era algo común en mí, porque a mi reloj interior le gustaba actuar al revés. Me quedé charlando con Allison por un buen par de horas, hasta que eventualmente ambas comenzamos a bostezar y ella se fue a dormir. Me hubiera gustado hacer lo mismo, pero mi padre no había llegado de la estación de policía todavía.

Desde el accidente, no había noche que pudiese dormir si mi padre no estaba en casa. Y mucho menos podría dormir aquí, apenas habiéndome mudado. Así que me levanté de la cama, me restregué los ojos intentando despabilarme un poco, y comencé a mover las cajas de la enorme pila que había formado en una esquina de la habitación.

Me las arreglé para ordenar mi ropa y unos cuántos libros y comics, dejando sólo la mitad de cajas por allí. No entendía de dónde sacaba tantas cosas, ni dónde las había metido antes, porque ésta habitación era un poco más grande que la anterior.

Me aburrí bastante rápido de aquello, así que bajé hacia la cocina para hacerme algo rápido y dejarle algo que comer a mi padre, y volví a mi habitación, donde tomé mi computadora portátil, y básicamente me la pasé en Netflix hasta que oí el auto de mi padre llegar por fin.

Estaba segura de que era una hora demasiado ilógica como para estar despierto un fin de semana cuando escuché el sonido de mi móvil, dándome cuenta de que me había quedado dormida. Me pareció lo bastante extraño como para abrir un ojo y ver qué era. Un mensaje me había llegado.

"Scott está bien, después de todo." Decía sin más, de un número desconocido. Fruncí el ceño sin comprender nada, hasta que entendí que probablemente era Stiles. No tenía ni idea de dónde había sacado mi número, porque por más que le había pedido que me avisara, no recordaba habérselo dado. Antes de seguirle dando vueltas al tema, volví a quedarme dormida.

* * *

-Así que, ¿Le has perdonado? –Le pregunté a Allison, mientras caminábamos por los pasillos del instituto. Mi fin de semana había pasado en un abrir y cerrar de ojos, y no había hecho mucho más que ordenar las cosas de la mudanza.