Sonó mi alarma indicando que era hora de levantarme o sino mi hermana mayor vendría a echarme agua encima; solo diré que ya viví eso mas de tres veces.
Me levante de mala gana y fui por mi uniforme al closet; ¿ya dije que lo odio? Agh, parecemos prisioneros con el. Me cambie y después fui a peinarme, me recogí mi ondulado cabello oscuro en una coleta. Baje y me encontré con mi hermana corriendo por todos lados. Típico.
—¿Llegaremos tarde?—. Pregunte burlona.
—Si, otra vez—. Me fulmino con la mirada. Ups, creo que esta enojada.
***
—Adiós, papa—. Me despedí dándole un beso en la mejilla, no pude alcanzar a oír si me respondió ya que salí corriendo del auto.
Camine y me percate que había un chico mirándome de pies a cabeza, se encontraba en la puerta del que me imagino que seria mi futuro salón, —iniciando bien el año, Sam— Pensé. También pude distinguir a Lyna y a Sandra platicando, y tenían unas carcajadas que, ¡que oso!. Sandra me visualizo entre todos los alumnos y llego corriendo a abrazarme junto con Lyna detrás suyo.
—¡SAAAAM!— gritaron las dos y junto con unas risas de parte de todas.
—Chicas las extrañe mucho, ¿llegaron chicos guapos?—. Pregunte pícaramente, obvio primero lo primero.
—Desgraciadamente no, seguimos careciendo de chicos guapos—. Lyna rodo los ojos y dirigió su mirada al chico anteriormente mencionado en mis pensamientos. —¿por qué te mira tanto el chico de allá?—. Me sonrió coquetamente que creo que me puse mas roja que un tomate, por suerte Jess me salvo del momento incomodo que estaba pasando.
—¡Sam!, te extrañe mucho—. Me dio un cálido abrazo Jess y la acompañe al salón para que podamos dejar nuestras bolsos.
Entre y sentí una mirada puesta en mi, que incomodo se siente esto; una risa muy adictiva se escucho en todo el salón y la pude reconocer al instante, ya extrañaba a este tonto.
—¡Hey, hola!—. le sonreí a Zack mientras caminaba hacia el.
—¡Hola!, ¿soy yo o creciste mas?—. pregunto poniéndose a un lado de mi tratando de medirse.
—O tal vez tu te encogiste, haha—. Le respondí burlona —Oye, ¿conoces al chico de allá?, no deja de mirarme y me siento acosada—.
—¿Quieres que te lo presente? ¡DIEGOOO!, alguien quiere hablar contigo—. Le lanzo una mirada coqueta a, ¿Diego? El chico solo sonrió y vino hacia nosotros. Algún día cobrare venganza con Zack.
—Mmm, bye bye chicos.—Salí huyendo de ahí junto con Jess ya que la jale del brazo antes de poder escapar de ellos dos.
***
—¿Quién se cree Zack para hacer eso? ¡Agh!—. Reproche molesta. Pobre de Jess que tiene que escuchar mis desahogos hacia Zack.
—Cariño, no te enojes porque te van a salir canas verdes—. Dijo lo mas relajada Jess.
—Tienes razón, lo olv... ¡HARRIET!—. Salí corriendo hacia ella y la abrace, nos quedamos así como un minuto.
Harriet y yo somos mejores amigas desde hace 9 años, ella es una persona muy importante para mi; Zack también es mi mejor amigo, lo conoci al mismo tiempo que Harriet, ya que una maestra en kínder nos junto en equipos y desde ese día los tres somos inseparables.
—Harriet, ya me tenias olvidada—. Me hice la dolida.
—Claro que no fea, haha—. Me sonrió.
Me quede un rato platicando con ella y después subimos al salón.
Mientras subíamos íbamos platicando cosas sin sentido y riéndonos haciendo que llamáramos la atención, nos encanta llamar la atención. Entramos y distinguimos a una chica sentada atrás de mi asiento, ese suponía que debía ser el lugar de Harriet.
—¿Se te perdió algo? —. Le pregunto Harriet sarcásticamente.
—Mmm no, ¿y a ti? —. La chica con el nombre desconocido se la regreso, no sabe en el lio que se a metido.
—Mira quien sea como te llames, será mejor que quites tu trasero de ahí o no querrás saber lo que pasara después—. Le advirtió Harriet al borde de la desesperación. La chica se levanto de mala gana y volteo a mirarla.
—Liz, soy Liz; espero y se te quede grabado en esa cabezota que tienes—. Esta chica me esta cayendo bien, ojala y Harriet no se entere.
Harriet solamente la ignoro y dejo su bolso en la silla. Salimos de ahí para poder ir con mis demás ¨amigas¨. Tengo que admitir que Harriet me sorprendió ya que ella nunca en su vida a dejado que la humillen así, y eso que nadamas era yo la que oía. Al minuto Harriet no se aguanto las ganas y empezó a reprochar.
—¿Quién es esa tipa y quien le dio el derecho de hablarme así?—. Dijo mirándome esperando una respuesta de parte mía.
—Si tan solo no te hubieras quedado callada, tal vez no te volvería a molestar—. Dije mirando a la nada, que sabia que ella me veía.
—Tienes razón, hay que volver—. Se dio vuelta para poder regresar, pero no pudo alcanzar ni a dar al primer paso ya que yo la detuve.
—Harriet, tan solo olvidalo; hay que volver con las demás que nos están esperando—. Rodee los ojos y seguí mi camino.
—Esta bien, pero solo por esta vez—. Bufo.
Te eh salvado chica nueva, o mas bien, Liz. Algún día seremos grandes amigas; ¿qué podría salir mal?
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Aprendiendo a vivir.
Teen FictionSam, una persona común y corriente como tu y yo; es una chica tímida y un poco extrovertida, algo vanidosa cuando entra en confianza y demasiado cruel cuando se lo propone. Entrar a la adolescencia es un cambio demasiado drástico para ella, tener n...