Los cadáveres de chicos gay se estaban apilando lentamente, con cada semana uno nuevo iba cayendo. Su padre había pensado que podría ser un homofóbico extremista. Sin embargo los cuerpos estaban secos, sin ninguna gota de sangre.
Así que él tomó cartas en el asunto, se desveló tratando de encontrar a la criatura; desde el principio pensó que podría ser un vampiro, pero su vena realista le decía que esas cosas no existían.
-Stiles, tu mejor amigo es un hombre lobo- pensaba para sí mismo-. De acuerdo es un vampiro.
El castaño término por suspirar, recogió todos los archivos que había encontrado sobre los vampiros y algunas otras criaturas que no descartaba aun. Se lo diría a la manada y esperaría estar equivocado. Una cosa eran los hombres lobo, pero...¿vampiros? Esos seres que se alimentaban del líquido vital le ponían los pelos de punta. Dudaba que ellos tuvieran un ancla como sus amigos peludos, solo les bastaría un movimiento para romperlo como una remita seca.
- ¡Stiles! -Scott se lanzó a sus brazos en el mismo instante que puso un pie en el loft-.Dile a Isaac que eres mi mamá y de nadie mas.
- ¿Qué?
- Los chicos aquí presentes - la pelirroja señaló a los hombres de la manada que miraban a su amigo con enojo, como si los estuviera insultando - te proclaman como la madre de la manada.
La cara de Stiles no pudo ser más cómica para Lydia, el chico era tierno, sin proponérselo y eso le resultaba tan gracioso, aunque algo exasperante, muchos hombres -y un hombre lobo-iban detrás de su flacucho cuerpo y el castaño ni en cuenta.
-Pero eso no es cierto - Scott se giró para mirar a los demás lobos -Stiles solo es mi mamá porque está aquí para cuidar de mí, lo cierto es que le da igual si a ustedes les pasa algo. Si yo no fuera hombre lobo ni si quiera lo habrían conocido.
El castaño levantó ambas cejas con sorpresa, sus ojos abriéndose también. Soltó un bufido divertido y se encaminó hacia la mesa para dejar el papeleo ahí, lo acomodó todo según con la explicación que iba a dar, escuchando levemente las voces de sus amigos de fondo.
¿ÉL la madre de la manada? Alguien más veía lo irónico de eso, no sólo porque fuera hombre, él ya sabía que tenía ciertas manías maternales que se habían hecho presentes desde la muerte de su madre al tener que cuidar a su padre y a sí mismo, si no que un humano cuidará de siete adolescentes que se transformaban en lobos cada luna llena.
- ¿Les debo de recordar a quién siempre le cocina sus platillos favoritos? - la voz de Isaac se escuchó sobre todas las demás, quienes extrañamente guardaron silencio ante esa frase.
En un parpadeo ya tenía a todos los lobos alrededor de él. Uy.
- ¿Eso es cierto?
- ¿Qué le cocine a Isaac? Sí es cierto - los gruñidos de todos no se hicieron esperar - solo porque el pobre me da pena, ¿Se imaginan tener que vivir con Derek? No señor, quién sabe qué cosas le hubiera dado de comer. Además, Scott, me preocupó por todos. Incluso por ustedes tres.
Señaló a los gemelos y a Jackson quien abrió los ojos y un brillo apareció en ellos. Sonrió con ternura para después ponerse serio y alejarse de todos e ir directo hacia Lydia, abrazándola por los hombros.
El humano se encogió de hombros y se giró también para encontrarse con la mirada enfurecida del alfa.
-Derek, tenemos problemas, y Scott, seguirás siendo mi favorito ya quita esa cara de perro apaleado.
El único mayor entre tantos adolescentes suspiro con calma y se acercó hacia la mesa.
- ¿A qué te refieres con problemas? - Allison pregunto desde los brazos de Isaac - ¿Sigues teniendo pesadillas?
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Carnada
FanfictionLa música estaba por todos lados y sentía su cabeza palpitar por el dolor. Pero él seguía ahí, disfrutando de el viernes por la noche como todo buen hombre travestido-no gay-lo puede hacer. Hasta que claro siente a alguien pegarse a su espalda, pasá...