Narra Jack
En ciertos momentos tengo la mala costumbre de contar las heridas de las demás personas, no pude evitar contenerme a si que en mi mente las empeze a contar en la pierna derecha tenia 25, en la izquierda contando la grave eran 36 en ambos brazos eran 19 y en la parte del abdomen tenia mas de lo que podía imaginar esta casi repleta de heridas
-¿quieres algo de comer? - le pregunte mientras me alejaba de ella
-si, gracias-me contesto ella con dulzura
- ahorita regreso- le dije sonriendo
-¡¿a donde?! - me pregunto asustada
-no te preocupes voy a estar abajo preparando algo para ti - le dije
-okay gracias - me dijo con dulzura nuevamente
Baje y le prepare un espagueti, una manzana hervida y también le prepare un agua de guayaba
Narra 201
Aquel chico era lindo conmigo no se porque pero cuando me valla nunca lo olvidaré, pero no es una opción tengo que encontrar mis recuerdos, me quede dormida y al despertar ya era de noche, a lado de mi había una sombra que parecía estar recostada a lado de la cama en donde dormía, a si que Prendí la luz que estaba en una mesita a lado de la cama, era jack, ¿porque estaría durmiendo a lado de mi? Después de un momento me di cuenta que estaba envuelta en las sabanas de aquella cama, revisé la
toalla que cubría mi herida profunda de la pierna estaba cubierta de sangre la quite y al tratar de pararme me volví a caer a medio camino para ir a la puerta, en ese momento encuentro a jack mirándome fijamente y me sostuvo entre sus brazos, sentía el calor de sus manos, mientras el bajaba la cabeza-¿como se te ocurre hacer esa tontería?-me susurro al oído
Al verlo abrazarme y al oír eso me llegó un recuerdo, aquel era de una señora mayor claro me veía a los ojos y me decía cuanto me quería y que jamas me dejaría sola
-¡te dije que te quedaras aquí! porque me ignoras-dijo el
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201
Misterio / SuspensoMi vida siempre fue oscuridad llena de odio y de dolor nunca fui alguien comprensible en este mundo de humanos arrogantes solo quiero ver mas halla de la muerte quiero sentir esa satisfacción de la que tanto me hablan