1.Propuesta

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Un nuevo día... Una nueva oportunidad de hacer sentir mejor a alguien.

Es lo que creía y la razón de haber elegido esta profesión...
Podía sentirse feliz mientras caminaba con pasos seguros saludando a los doctores y pacientes que encontraba en el camino.              

A los pocos días de haber entrado en el hospital ya muchos lo apreciaban y como no si su simpatía y amor por la vida lo transmitía fácilmente a cada persona que lo conocía.

Por fin una vez frente a la puerta de madera indicada se detuvo y toco, después de un rato esta se abrió dejando ver a esa simpática doctora a la que ayudaba.

-Hola muchacho que bueno que llegas por que nos espera un largo día de trabajo-decía entregándole su bata y utensilios que necesitaría, la sonrisa del chico se amplió aun mas ante aquel recibimiento.-ya sabes, ala A mientras yo voy a la B y nos vemos en mi consultorio terminando que tengo algo que decirte.-dijo apresuradamente.

-claro-alcanzo a contestar antes de que se fuera. Por su parte el se dirigió al ala A. Amaba esa sección por que en ella se encontraban personitas muy especiales para el, amigos con los que se había encariñado desde el primer día.
Cada día esos pequeños le enseñan grandes lecciones de vida sonriendo a pesar de sus problemas y enfermedades...

-Axell!!! -gritaron los niños en cuanto lo vieron entrar.

-chicos! ¿como están?

-tan bien que no necesitamos la revisión...

Su carcajada no se hizo esperar.

Carlitos el niño más ocurrente que ha conocido en su vida, odiaba la revisión matutina y siempre estaba intentando evadir la.

-buen intento chaparro pero no lo lograras

El pequeño bufo en rendimiento, toda la mañana paso entre risas y protestas contra el mal sabor del medicamento. Los chaparros no dejaron de jugarle bromas como de costumbre, además de darle batalla a la revisión.

Sin duda amaba esto, era su vocación lo supo desde aquel momento... Aunque también supo que no todo sería tan fácil y agradable como el sacarle esas lindas sonrisas a los chicos, sabía que habría momentos difíciles, tragos amargos y perdidas duras... Sin embargo ahí estaba, haciendo su servicio y a tan solo 6 meses de ser oficialmente un doctor. De lo cual estaba realmente orgulloso.

Después de dar por terminado su trabajo se despidió de los chicos prometiendoles un premio por al final haber cooperado con la revisión y se dirigió al consultorio de la doctora.

Esperó pacientemente a que la señora con la chiquilla que se encontraban en consulta salieran para después entrar y desplomarse en el sillón frente al escritorio.

La doctora alzó la vista de los análisis que tenía en la mamo y sonrió calidamente al ver al chico agotado...

-te dieron batalla ¿cierto? -pregunto/afirmo al joven que de inmediato sonrió ampliamente.

-es el pan de cada día-solto una pequeña risa.

-no te estarás arrepintiendo verdad?

-para nada, todo lo contrario... Estoy mas que seguro que es esto lo que quiero... Mi vocación-cada una de sus palabras resonaban con pasión y sinceridad.

-me alegra oír eso- la doctora soltó un pequeño suspiró que para Axel fue como una muestra de preocupación por lo que tomo la iniciativa.

-que ocurre? Que quería decirme?

La miro seriamente esperando una respuesta que suponia no podía ser muy agradable...

-Axel desde que llegaste has logrado hacer sonreír a pacientes que se estaban rindiendo, tu transmites una energía positiva que contagia y se que al igual que muchos de los doctores que estamos aquí quieres curar y hacer que los pacientes valoren su vida, es por eso que quería hablar contigo...

Aunque lo que la doctora había dicho era algo bueno, su tono de voz y expresión lo mantenían expectante.

Solo esperaba no haber hecho algo mal.

-dígame... Ocurre algo malo?

-No, es mas bien que... Yo en realidad necesito pedirte un gran favor.

Ya un poco mas relajado volvió a recargarse en el respaldo, sin saber realmente en que momento se había levantado.

-claro dígame.

-necesito que cuides de mi sobrina...

Frunció el ceño sin decir nada y la doctora prosiguió.

-se que estas en tu servicio y que amas estar aquí en el hospital, pero ya he hablado con el doctor Will y si aceptas te contara igual que tu servicio y te pagaré... Se que tu necesitas el dinero y yo necesito que cuides de ella.

Era cierto, necesitaba el dinero... Su amigo y compañero de cuarto Nathan, lo estaba apoyando pagando también su parte del alquiler, sin embargo no podía dejarle todo a el por lo que ya había pensado en buscar un trabajo después del hospital, lo que era difícil pues pasaba prácticamente todo el día ahí y aunque dejar el hospital no era algo que le agradase... La propuesta le caía como anillo al dedo...

-entonces... Que dices? -pregunto con nerviosismo aparente.

La miro durante un segundo y luego asintió.

-acepto-sonrió un poco, después de todo ¿que tan malo podría ser cuidar de una niña?... Cumpliría su tiempo de servicio y ganaría el dinero que necesitaba.

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Axel

Axel

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