La muchacha de servicio, que ahora sabía se llama Marta, bajaba las escaleras con una bandeja de comida en las manos y una expresión resignada y triste.
-¿que ocurre?
-no quiere comer, como siempre-suelta un suspiro cansado--nunca quiere comer... ¡Por dios! A este paso morirá de hambre pronto
Marta estaba realmente preocupada, casi siempre rechazaba la comida diciendo que no tenia hambre por más que ella insistía.
Soltó un suspiro
-dámela--dijo refiriéndose a la bandeja y esta le hizo caso--¿cual es su habitación?
Preguntó, después de todo estaba aquí y tenía que hacer algo, así que si la señorita no se dignaba a ir a el, por así decirlo, el iría a ella.
-la tercera a la derecha
Agradeció empezando a subir las escaleras.
-suerte!
Le escucho decir antes de subir completame las escaleras
Y sabía que realmente iba a necesitarla.
Uno y dos toquidos
-Marta ya te dije que no tengo hambre!
Se escucho desde el otro lado de la puerta.
Con una sostuvo la charola como pudo mientras que con la otra abrió la puerta e ingreso al cuarto, después de todo no esperaba que la chica lo invitará a pasar.
-no soy Marta
-que quieres?
Respondió con fastidio.
Se encontraba en su cama, envuelta completamente en sus sábanas.
Ni siquiera se digno a mirarlo.-pues muchas cosas... Pero por el momento me conformo con que comas.
Removió la sabana con brusquedad y se sentó de golpe.
Esta vez se digno a mirarlo y deseo haberse preparado con una chamarra de antemano pues podía sentir el frío de su mirada recorrerlo completo.
-dejame en paz
Exigió calmadamente y en un tono que incluso podría resultar intimidante.
Pero claro está que no le haría caso.
La observó
Definitivamente tenía que comer, la palidez casi transparente de su piel y esa delgadez extrema que se notaba a pesar del holgado suéter que llevaba no eran para nada normal.
-has tenido desmayos o fatiga? ¿Presión arterial baja? ¿Ansiedad?¿Extreñimiento o vómitos? ¿Dolores de cabeza? ¿Cuando te observas al espejo te ves gorda? ¿Has ten...
-espera, espera ¿que?-se sentía aturdida por tantas preguntas sin sentido-¿que son todas esas preguntas?
-intento averiguar si tienes el trastorno de anorexia
-¿que? Claro que no soy anorexica
-nadie que lo padezca acepta tenerlo
El sabía perfectamente que no era el caso, sabía gracias a Clara que esa perdida de apetito no se debía a otra cosa sino a la severa depresión que sufría la chica, sin embargo necesitaba provocarla un poco.
-que no soy anorexica! - dijo empezando a desesperarse.
-pues si no comes voy a seguir creyendo que si lo eres
Le acerco un poco la bandeja con comida, ella arrugó la nariz
-no quiero
-Los síntomas incluyen tratar de mantener un peso por debajo de lo normal mediante la inanición o el ejercicio excesi...
-Detente! ¿Cuando me vas a dejar en paz?
-hasta que te comas todo lo que hay en estos platos- colocó la bandeja frente a ella, en sus piernas.
-te dije que no tengo hambre! --chillo empujando levemente la charola
-Puede ser necesario un tratamiento médico para volver al peso normal.- Prosiguio, caminando de un lado a otro como si estuviera dando una clase--La terapia conversacional puede ayudar con la autoestima y los cambio...
-ASH! - Se exaspero Cam- bien... La cuarta parte--negocio con los brazos cruzados y el ceño fruncido.
-la mitad-- decretó el tomando la misma postura mientras mantenían un desafío de miradas.
10...9...8...7...6...5...4...3...2...1...y...
-de acuerdo--gruñó bajando la mirada y tomando la bandeja.
Bingo!
Axel sonrió triunfante y arrogantemente.
-idiota-- escucho por lo bajo, lo que lo hizo sonreír aún más.
La chica empezó a comer lentamente y por primera vez desde que entró se permitió observar la habitación.
Todo estaba perfectamente ordenado y sabía que eso era total y meramente gracias a Marta, pues no podía imaginarse a la pelinegra que no quería ni comer limpiando su habitación.
Era bastante grande, todo perfectamente combinado en color gris y rosa palo, tenía grandes ventanales pero a pesar de ello estaba bastante obscuro pues unas grandes cortinas los cubrían.
Al lado derecho de su cama resaltaba un enorme estante negro lleno de libros y al lado de este unas enormes puertas que supuso sería el armario.
Mientras que al lado izquierdo se encontraba otra puerta que parecía ser el baño.
-por que no abres un poco las cortinas? - pregunto acercándose a los enormes ventanales.
-Dejalo, me gusta así- respondió en tono neutro y sin levantar la mirada del plato.
Se asomo por un lado del ventanal y admiro el hermoso paisaje que este le brindaba.
-termine--dijo después de un rato empujando la bandeja.
Se acerco y la tomo.
No pudo evitar sonreír al ver como el espagueti, el pollo, la fruta e incluso el agua estaban exactamente a la mitad ni más ni menos.
Vaya chica difícil--río para sus adentros
-ahora me dejaras en paz ¿verdad?
Sonrió- si por el momento si... Pero nos vemos en la cena--le guiño un ojo antes de salir.
Pudo escuchar su resoplido antes de cerrar por completo la puerta y volvió a sonreír.
Después de todo le empezaba a agradar su trabajo.
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Detrás De Tu Sonrisa
RomanceCam esta pasando por el peor momento de su vida, la chica parece consumirse poco a poco después de un trágico accidente. Su tía preocupada por ella, busca la ayuda de Axel... Pero podrá este guapo estudiante de medicina lograr que Cam vuelva a sonre...