¡Vendida!

189 7 4
                                    


-Máximo ya te dije como un millón de veces que no quiero nada-dije muy triste pero a la vez enojada pero no con la persona que estaba ahora hablándome si no con la vida ¿cómo puede ser tan injusta acaso no merezco ser feliz?-

-Megan no te puedes dejar caer tienes que seguir con tu vida se que no es fácil pero eres muy joven y con una vida por vivir- me dijo tratando de animarme como lo ha venido haciendo desde que mi padre enfermo-

-¡Qué más da si mi padre dentro de pronto no estará!

-Que tu padre te deje no significa que tú abandones las ganas de vivir preciosa-

Las incesables tosidas de mi padre nos interrumpieron y Máximo fue a ver si necesitaba algo, yo quise entrar pero él me ordeno quedarme afuera. Me senté en el piso a pensar que iba a ser de mi cuando ya no tuviera a mi papá, cuando todo fuera mi peor pesadilla más que mi vida.

La cara de Máximo al salir de la habitación era indescifrable se me acerco y me dijo lo que menos quería escuchar en mi vida.

-Lo siento preciosa pero tu padre ha muerto- pude sentir la tristeza en su voz-

Me levante y corrí hacia donde estaba mi papá acostado en su cama.

-¡No papá!-exclame agarrando su mano- Habla, vamos, no te irás, dime que te quedaras y que todo estará bien cuando despierte, si es un sueño-.


-No lo es.-dijo Máximo sosteniendo mi otra mano.

-¡No porque mi padre la única persona que tengo en esta vida!

Todo mi mundo se vino abajo al escuchar esas dos palabras "lo siento".-Desperté entre cajas y polvo por todas partes.-

-¿Qué sucede?-pregunté a un hombre que llevaba una caja.

-Sera mejor que te alistes pequeña-.

Alistarme adonde piensan llevarme yo no me iré a ningún lado esta es mi casa. Pero de igual manera me fui a arreglar un poco, al salir de nuevo de mi habitación me encontré con una mujer de mediana edad que con una mirada de dulzura se acerco a mí y me dijo...

-Hola cariño soy Carolina, seré yo quien te lleve con la persona que cuidara de ti- me dijo pero yo no entendía porque no me dejan en mi casa no le hago mal a nadie hay.

-No yo me quiero quedar en mi casa- dije con un tono un poco elevado-

-Cariño tienes que estar con una persona que cuide de ti no puedes permanecer sola en esta casa solo tienes 16 años-

¡Bien! No le haría un escándalo a la vieja pero ya tenía decidido que a mis 18 me iría de la casa donde estuviera conviviendo. Con dos maletas en mis manos salí a donde la mujer cargo mis cosa. Anduvimos cerca de 30 minutos y nos detuvimos en un gran salón pintado con gris por el lado de afuera.

-¿Dónde estamos?- pregunte extrañada.

-Solo sígueme te prometo que estarás bien cariño-comenzó a caminar cuando entramos al salón estaba un hombre y una mujer Carlina los saludo y refiriéndose a mi les dijo- Es ella verdad que es una preciosura-

-Si la verdad es una niña muy bella ¿Cómo te llamas?- pregunto la mujer.

-Megan Singer- dije con timidez.

El hombre ni siquiera tuvo la amabilidad de presentarse o por lo menos decir un hola, pero eso no me importo ya que yo solo podía pensar en mi padre, pero algo me saco de mis pensamientos y fue cuando la señora Carolina me dijo que subiera y me vistiera presentable para que quiere ella que yo este presentable, y como no tenia ánimos de discutir el porqué acate sus ordenes y subía me bañe y arregle al bajar me encontré con mucha gente sentada en sillas blancas de plástico y un hombre al frente hablando.

-Oh aquí estas.-dijo Carolina tomándome del brazo.

Me llevo tras una cortina y me dijo que cuando llamaran mi nombre debería salir a donde el hombre hablaba.

-Megan- dijo finalmente el hombre-.


Me sentaron en una silla frente a todos y me miraron todos, me sentí bastante invadida.

-100 mil pesos- escuche que dijo una mujer de una edad ya avanzada-

Dios santo me están subastando como si fuera un objeto pero que es esto intente escapar pero dos hombres me lo impidieron, santo primero perdí a mi padre y ahora me están vendiendo como un objeto.

-$300-dijo uno más al costado.

-$350-¿Qué tan poco valgo?

-$500.

-$800-nombró una mujer más atrás.

Ya iban por el $1000 y no sé cuando acabaría.

-$3000-se levantó un chico de unos 20 años y alzó la mano.

-¿Nadie ofrece más?-pregunta el hombre al ver que nadie se inmuta dice elevando la voz- VENDIDA.

La gente comenzó a retirarse y rogaba porque el chico no apareciera.

��UHT��


LA BELLA Y LA BESTIAWhere stories live. Discover now