El tiempo pasa, ya pasaron casi dos años y nuestra relación con Theo se refuerza cada día.
Vuelvo a repetirlo, y jamás me cansaré de decirlo... Theo es la persona más fantástica que he podido conocer en mi vida. Mi gran amigo... O tal vez algo más que eso... Aunque no estoy muy segura.
Hace unos días ocurrió algo... Theo me beso en los labios. Pero fue un accidente...
Estábamos hablando lo más bien cuando un niño, sin querer, empuja a Theo, y al estar yo apoyada contra la pared, hizo que el contacto entre nosotros ocurriera sin dificultad.
Y lo más loco de todo esto... Es que me gustó...
Mi primer beso.
Aún recordarlo hace que me sonroje.
- Señorita Woodley...-
Sus labios... Dios mio... Era como sentirse en el paraíso.
- Señorita Woodley! -
Me sobresalto en mi asiento al darme cuenta de que estoy en clase de Matemáticas. La profesora me observa con frustración y yo solo me undo más en mi lugar al ver que todos se dan vuelta a verme.
- Por favor señorita Woodley... Preste atención a la clase y deje de volar en las nubes- la profesora deja de mirarme y empieza a mover la boca otra vez, pero no escucho sus palabras, es imposible poder sacarme a la palabra Theo de mi cabeza.
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- Ten... - Zoe me entrega una carta y me mira con picardia. Se acerca a mi oído y susurra - Te la manda un chico... - Sonríe por última vez y se va con las demás chicas a saltar la soga.
Abro el papelito y leo con una sonrisa estampada en el rostro, ya que empiezo a imaginarme de quien se trata :
Querida Shai:
"Espero que no estés haciendo algo importante, porque quiero verte. Siento no poder haberte hablado antes. Los entrenamientos de fútbol son cada vez más duros. Y ya me duele el cuerpo.
Si estás interesada, estoy en nuestro escondite".Te quiero
Samuel
Frunso el ceño... ¿Quien diablos es Samuel?. Doy vuelta el papel y veo allí que hay algo más escrito.
Es broma... Soy tu James.
Sonrio como idiota al leer "tu James"... Ojalá que fuera así...
Inmediatamente me levanto de donde estoy y me dirijo a nuestro" escondite". Este lugar es sagrado para nosotros. Básicamente uno pensaría que es atrás de un árbol, una cueva o cosas por el estilo... Pero en realidad no. Nuestro lugar es el salón de música. Nadie lo usa, y nunca hay alguien que entre allí, por lo que es nuestro lugar. Además, es aquí donde pasamos la mayoría del tiempo... Cantando, tocando instrumentos, etc.
Theo toca demasiado bien la guitarra... Y verlo tocar es como ver a un ángel tocando una melodía angelical. Y ni hablar de cuando canta...
Solemos hacer dúos. El año pasado cantamos en la fiesta de despedida de un niño del orfanato. Muchos nos felicitaron, dicen que hacemos un buen dúo.
Me asomo por la puerta del salón y allí diviso a Theo con su guitarra. Entro allí y me siento a su lado cuando se percata de mi presencia.
- Ey - sonríe y acaricia mi hombro, estoy que me explota la cabeza.
- Ey... - susurro y le devuelvo la sonrisa.
- Empezamos?- me mira a los ojos, tal vez busca una respuesta allí.
- Claro... - Theo comienza a tocar las cuerdas y la melodía de la canción se hace escuchar, empiezo a cantar y luego unos segundos más tarde el canta conmigo, entonando nos en un coro.
Amo su voz.
Amo como suena cuando estamos juntos.
Estoy aprendiendo a amar a Theo en todo.