Prologo.

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Una pequeña y chillona voz pasa por mi cabeza justo cuando me pongo de pie después de un pequeño temblor me tirara al suelo, logro comprender lo que dice, <<Ayuda>>. Sé que esa voz es de una dama o un hombre afeminado pero opto más por la primera propuesta. Intento ir hacia ella pero para mí desgracia escucho la voz por todos lados, además ni se dónde estoy. No recuerdo haber llegado a este lugar. Nunca había estado en un lugar como este, quizás sea tierra virgen, inexplorada por el Hombre aunque ni tarda en ser pisada y a lo mejor dentro de un par de meses se convertiría en una plaza importantísima para el... ¿Lugar? ¿Ciudad? ¿Estado? ¿País? ¿Continente? La pregunta del millón es ¿Dónde diablos estoy?

<<Por favor, Joven, Ayúdame>> De nuevo la Mujer me pide ayuda, o al menos eso pienso, no creo que otro ser humano estuviese en este terreno inexplorado porque no hay ni un rastro de ellos. Intento contestar pero por alguna razón no puedo, por más que intento gritar "¿Dónde está, Señorita?" no sale ningún sonido de mi garganta, parece como si hubiesen apuntado con un control remoto y apretaran la tecla de "Mute".

Le echo un vistazo rápido a mi atuendo, tengo una playera tipo sport, una bermuda color caqui y unas incomodas botas, cualquiera que me viera pensaría que estoy de vacaciones en este... <<Estamos en una Isla a lo lejos de la civilización... se podría decir, Ayúdame, Joven, a cambio te digo quien eres...>> ¿Isla? ¿Quién soy? Ni para que me chantajee, se perfectamente quien soy yo, <<Me llamo Sammuel White tengo 17 años y estudio el último año escolar de la preparatoria...>>. De nuevo la dama hablándome. <<Mira hacia atrás, Sam>> ¿P...p... Pero como supo que me dicen Sam?, solo mi madre me lo dice. -¿Qué Quieres de mí?- Grito a todo pulmón, por reacción volteo y para mi sorpresa me encuentro con una bella dama de quizás unos 30 años de edad a unos pocos metros de mí. No distingo el color de sus ojos, se camuflajean. Su piel irradia energía pura, refleja un poder inmenso, lleva un vestido que al igual que sus ojos es una cosa pero luego es otra. Su presencia suelta un aroma a brisa, a un bosque de coníferas, ¡No, Espera! A la espuma del mar. Son tan exquisitos los aromas, inolvidables. Tiende su mano derecha enfrente de mí, tiene un objeto que llama mi atención, bueno en realidad son 5 pero solo le tomo importancia a uno, no sé porque. De repente cierra su mano haciéndola un puño, <<Eso era todo, me has ayudado Sam, sabrás quien eres...Nos volveremos a ver y muy pronto para serte exacta. Sálvate, por ahora>> Sus labios no se mueven, solo se dibuja una sonrisa de satisfacción en su rostro... <<¡Mierda! Me estuvo hablando por su mente>> pienso. En un Abrir y cerrar de ojos se esfuma solo dejando su exquisito aroma. Estoy solo de nuevo.

Un estruendo se escucha a mis espaldas, por instinto volteo para ver que era. Sé que tengo mi playera sport sudada y que mi cuerpo me arde, además, estoy muy agitado y mis pies ya no me responden, pero ¿Por qué? Entonces me doy cuenta que estoy corriendo a una velocidad increíble, y ya no sentía mis piernas de tanto correr. ¿En verdad, que estoy haciendo aquí? Pregunta tras pregunta surgen de mi cabeza.

Mi corazón estaba a mil por hora, según yo, nunca había sentido tal sensación como ninguna y mi garganta me quemaba para el colmo de mis males.

Calculo acerca de 15 kilómetros recorridos desde las faldas de un volcán que veo detrás de mí, espera ¿Un Volcán? Entonces eso era el estruendo, explota un volcán y ni tengo la minina idea de que hacer.

Me imagino que solo mi cuerpo podría reaccionar de esta manera a no ser que un volcán en una Isla Desierta esté tirando magma a una velocidad increíble, de lo contrario me hubiese desmayado en el primer kilómetro.

Toneladas y litros de Lava pura, roca fundida y rocas ardiendo venían detrás de mí, además de humo y ceniza que me impiden la respiración. Siento como los vellos de mi nuca poco a poco se chamuscan y una parte de mi playera se me está quemando porque un pedacito de nada de piedra volcánica sale volando hacia mí. Así que me imagino que no tardaba en correr desnudo.

Miro alrededor, una selva de inmensas hectáreas esta delante de mí, verde y humeante. Sigo corriendo con la esperanza de que un ferri estuviera zarpando en el puerto de la playa más cercana de mi punto de ubicación y salir de esta isla del infierno.

Noto que las raíces de los árboles estorban mi camino hacia la playa. Salto y esquivo raíces y ramas además de las lianas que cuelgan de estas, hasta que una raíz de un helecho apareció de la nada, yo no la había visto antes, se y juro que apenas se apareció delante de mí. Tropiezo y salgo rodando por todas las raíces siguientes. Quedo sentado con vista a toda la lava y al volcán, si hubieses estado ahí jurarías que era el infierno. Siento como la lava estaba delante de mis zapatos, uno de estos se está fundiendo con mi pie, parece malvavisco en una fogata. Era mi fin, lo sé. Tanto corrí para nada, estoy de romper en llanto pero reacciono, me quito el zapato, así que por instinto me paro y salgo corriendo descalzo de un pie.

Ningún rastro humano a mis alrededores. Animales salvajes salen corriendo de las entrañas de la selva, son extraños para mí. Hacen mucho ruido, la verdad no sé si yo también estoy gritando del miedo. Veo desde aves hasta felinos. Un pequeño caballo rayado pasa delante de mí galopando, delante de él se ven más especímenes como este. Una cebra, mi subconsciente me lo hace saber, sabía que ya estaban extinguidos hace una década, bueno creo que se volverán a extinguir con el asunto del volcán, a no ser que el bendito ferri que estoy deseando que aparezca se convierta en una especie de Arca de Noé.

No dudo en montarlo, la verdad no tengo idea de cómo montar un caballo mucho menos una cebra. Salgo corriendo y cojeando hacia la cebra que vi al último. Pude tomarla del cuello y salto hacia él o ella o lo que sea, no quería saber que era hasta que saliera con vida de esta.

–Vamos, que es por la vida de los dos- le grito a todo pulmón. Para mi sorpresa la cebra relincha y sale corriendo. Hago changuitos con mis dedos para que la cebra no se tropezara con una raíz y yo por desgracia perdiera mi otro zapato con el pie completo delante de la lava.

Sudo a una cantidad enorme. A lo lejos se veo un reflejo azul. Agua. La playa, es lo primero que pienso. Volteo para ver la lava detrás, le doy un beso a la cebra en su cabeza de felicidad, gracias a él o ella estábamos ya a más de 500 metros de la lava.

En menos de 5 minutos, según mis cálculos, ya estaríamos cerca la playa. Toso como fumador, el humo ya me está afectando y creo que también a mi amiga cebra pero nada la detuvo para seguir adelante.

En un abrir de cerrar de ojos la cebra desaparece y yo sigo corriendo. ¿Cómo pudo pasar eso? Si hace un segundo ella estaba debajo de mí. Noto que sus amigas que tenía por delante ya no estan tampoco. No podía ser un espejismo yo bese a la cebra y la monte, yo no pude recorrer 300 metros en un minuto.

Tome aire (del limpio que quedaba) y sigo corriendo hasta que siento que mi pie desnudo esta mojado, bueno dentro del agua, ya estaba en la playa, pero no hay ningún puerto ni mucho menos ningún ferri y la lava se acerca furiosamente. Me sumerjo en el agua pero algo no me cuadra, el agua no era salada. –Esto no es una playa y tampoco es el mar, es un lago- me dije.

Me detengo a observar al lago, era tan cristalino que veo que la poca fauna marina anda por mis pies, es como si estuviera nadando en agua transparente prácticamente pero a su vez tiene un reflejo increíble, como si fuera un espejo. Noto por un segundo mi reflejo, estoy todo manchado de cenizas y mi ropa esta agujerada. Poco a poco un Aura de color indefinido estaba alrededor de mi cuerpo, quizás sea el humo de mi ropa.

Trato de nadar hacia más adentro del lago. La lava venia quizás a 200 metros de mí así que me apresuro. ¡Un momento! yo no sé nadar pero yo ya lo estoy haciendo, nado como un profesional. Que rayos está pasando, miro a mis al rededores, la lava estaba a 25 metros de mí y ya esta tocando la orilla del lago, automáticamente siento el cambio de temperatura además de que el vapor ya toca parte de mi espalda.

Ahora si es mi fin, moriré hervido o quizás asado. Volteo por última vez. Casi me ahogo al ver lo que según mis ojos observan, mi mente a lo mejor juega conmigo o ya esto a punto de estar agonizando, pero juraría por mi pie quemado que lo que estaba viendo era real, ósea en el sentido que no podría ser un espejismo o algún reflejo del agua. Juraría que era el único en sobrevivir. De algo si puedo estar seguro. No estoy solo, tenía compañía, y se ven igual de despistados que yo. Y entonces siento como la lava se lanza sobre mí.




En Algún lugar de mis Sueños.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora