"I'm giving you all my love. I'm still looking up."
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En una revista leí que el jitomate dejaba el cabello suave y brillante así que decidí que ese era el día de probarlo. Mala idea. Nadie me dijo que antes de ponerse el jitomate se le deben quitar las semillas, así que me pase más de una hora en el baño sacándolas de mi cabeza.
Sonó el teléfono una, sonó el teléfono dos, sonó el teléfono tres y antes de que sonara por cuarta vez llego corriendo a contestar, oliendo todavía a salsa mexicana.
-Diga. Sí, soy yo. Aja. ¿Hospital Santa Clara? Gracias, voy para allá.
En menos de media hora estaba sentada en la sala de urgencias esperando ver a Justin salir, diciendo que su desmayo había sido por el calor, por no desayunar bien o dormir poco. Pero no fue así.
Los minutos transcurrían lentamente, no estaba segura de cuánto tiempo había estado ahí sentada pero mis piernas empezaban a entumirse. De repente apareció un hombre canoso por una puerta y se dirigió hacia mí.
-¿Clementine? -me hablo y yo asentí, poniéndome de pie inmediatamente.
El médico me hizo pasar a su consultorio. Era muy bonito y elegante. Tenía un enorme librero de madera que ocupaba toda una pared, una foto de un niño de unos 6 años con una gran sonrisa traviesa sobre el escritorio y un frasco de paletas de colores vivos.
-Tome asiento señorita -dijo mientras caminaba al otro lado del escritorio y se sentaba en su silla.
Así lo hice.
-He tenido que decir esto tan solo un par de veces. Y se por las reacciones que tienen las personas al escucharme, que es difícil.
-¿Qué pasa? -soné apurada-. Dígame ya.
Esto último sonó como una súplica.
-Hemos tardado bastante porque sacamos una resonancia magnética craneal del joven Bieber -hizo una breve pausa y me miro a los ojos-. Siento mucho que tenga que escuchar esto, pero... Justin tiene un tumor encefálico.
-¿Cómo? -había escuchado bien.
-En la resonancia que le hemos practicado a Justin, apareció un tumor de tamaño mediano. De acuerdo a los síntomas del joven determinamos que este es uno de tipo maligno.
-¿Disculpe? -dije en un susurro.
-Los dolores de cabeza, las pérdidas breves de memoria, fallos en el habla. Este tipo de síntomas nos han ayudado a identificar el tipo de tumor.
-¿Hace cuánto está ahí? ¿Cómo no nos dimos cuenta? -mi voz sonaba quebrada pero no quería ponerme a llorar en esos momentos.
-De acuerdo con el tamaño, ha estado ahí aproximadamente 3 meses. Al parecer su avance es lento.
-¿Se puede curar? -mis ojos estaban tan abiertos como mi boca y entonces el doctor me miro con... ¿Lastima?
-Tal vez.
-¿Tal vez?
-Lo siento mucho. No debería informarle esto a usted, sino a los padres de Justin. Pero él quería que usted se enterara de esto antes que nadie -dijo.
A esas alturas él se encontraba sentado en la silla que estaba junto a mí y puso su mano en mi hombro, tratando de darme ánimos o algo así. Fuera lo que fuera, no estaba funcionando.
-¿Donde esta él? -pregunté de prisa.
-En un momento podrá verlo, lo hemos trasladado a la sala de observación. Tendrá que quedarse hasta que completemos los estudios -término de hablar y solo asentí.
Una enfermera rubia llego de repente e intercambio unas palabras con el hombre. No puse atención a nada de lo que decían, solo podía pensar en una cosa.
-Señorita, Lulú la llevara con el joven Bieber -dijo el doctor.
Mire a Lulú y me sonrió, me puse de pie y camine fuera del consultorio.
La enfermera me llevo a lo largo del pasillo hasta un ascensor, subimos a un cuarto piso, luego me guió a través de más pasillos hasta encontrarnos frente a una puerta blanca con el numero 27 grabado en dorado sobre ella.
-Hola -dijo él cuando me vio entrar.
Su cabello estaba despeinado, tenía unas grandes ojeras bajo los ojos y una sonrisa apagada.
-Hola -me senté en el pequeño sofá café que estaba frente a la camilla.
Justin no llevaba la ropa con la que había salido por la mañana del departamento. Vestía unos pantalones de pijama rayados: gris, azul y blanco. Una camisa lisa blanca e iba descalzo.
-¿Ya te dijo el doctor? -preguntó de repente.
-Si -me limite a decir.
-¿Y qué tal?
-Todo mal -le respondí rápidamente.
Justin alzo la vista hacia mí por primera vez en ese rato. Después de verme entrar se limitó a mirar por la ventana desde su lugar en la camilla.
-No esta tan mal.
-Sí que lo está -le mire detenidamente.
Mis ojos estaban vidriosos y él solo mantenía los suyos muy abiertos.
Irradiaba preocupación, tan solo mirarlo se me encogía el corazón.
-Lo siento -dijo y volteo de nuevo a la ventana-. Tú me pediste que viera al doctor antes y no te hice caso.
-Nadie tiene la culpa, cielo -le dije en un pequeño susurro.
Me puse de pie y me acerque a la camilla. Justin se hizo a un lado, dejándome espacio. Me senté junto a él y rápidamente acurruco su cabeza sobre mi estómago.
-Hueles a cátsup -hablo Justin y yo solté una pequeña carcajada.
-Luego te cuento -le dije.
Acaricie su cabello por un largo rato, hasta que me di cuenta de que estaba profundamente dormido.
En medio del silencio recordé sus besos, aquella vez en el bar, la primera sonrisa que me dio. Recordé aquella vez en el campo, detrás de él, sobre el caballo, abrazada a su cuerpo al atardecer, con la mirada feliz y perdida en su sonrisa y en su amor. Y empecé a llorar. En silencio. Con cuidado de no despertarlo.
Sentía que las lágrimas se deslizaban por mis mejillas, lentas, inexorables, una detrás de otra, sin que yo pudiera hacer nada para detenerlas. Me las enjugue con el dorso de la mano y solloce sin dejar de pasar mi otra mano por el cabello de Justin. No conseguía detener mi pecho, que subía y bajaba, impreciso, desahogando todo lo que sentía. Algo enorme. Inmenso. No era posible.
-Clem. Oye, amor -abro los ojos. Estoy en la recamara del departamento y Justin me mira con curiosidad-. Parece que estabas teniendo un sueño.
-Si -le digo y me acerco a él, pego mi cara a su pecho, aspiro su aroma y el me abraza-. Te amo mucho.
Puedo imaginarlo sonreír, con esas pequeñas arrugas que se le hacen en los ojos, mientras me pega más a su cuerpo.
-Te amo mucho más -me dice.
Entonces cierro los ojos y me quedo dormida, deseando que todo aquello sea de verdad un mal sueño.
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Make you stay ♔ j.b.
Romance"Eres mi vida entera, Clem. Es triste saber que yo solo soy un capitulo en la tuya. Me quedaría aquí junto a ti por siempre, pero el final está escrito ya. Te suplico que no llores. No estés triste porque ya me he ido, se feliz porque me tuviste con...