Capitulo XVIII:¡Hora De Ir a Casa!

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Después de pasar varias horas caminando,escuchaba a lo lejos una vocesilla que gritaba apresurada mi nombre.

-Ileniiiaaaaa....Ileniiiaaaaa...-gritaba un duende cito corriendo hacia a mi.

Era un duende? enserio? nunca había visto una criatura así,en el colegio se escuchaban los típicos cuentos de terror relacionados con este...Nunca pensé que conocería a uno,¡y en persona!

Voltee a verlo y le respondí:

-¿Que pasa?-ya el coraje se me había pasado,y la calma había vuelto a mi

-El profesor Efron espera por ti,dice que no almorzara sin tu compañía,me mando a mi a que dijera lo siguiente...-dice sigiloso el duendecillo y saca un papel envuelto de su bolsillo trasero y lo habré pronunciando las palabras del profesor...

Ilenia tienes que regresar a casa,

no te puedes ir,tienes mucho

que hacer aquí,vuelve! la comida

esta servida..

Mrs.Efron

Al terminar las palabras pronunciadas del profesor,el duendecillo tomo mi mano llevándome a casa...

Caminamos poco lo que para mi,avía sido una eternidad horas antes.Llegamos a casa,el me dejo en la entrada y se fue,ni siquiera me dio tiempo para preguntar su nombre.

Me dirijio hacia la puerta,en mi mente había un gran dilema...¿Entro,o no entro?,opte por hacerlo.

Toc,toc,toc,toque 3 veces sin obtener respuesta alguna,toc,toc,toc,volvi a tocar pero esta vez me abrieron la puerta,resiviendome una Elfo muy simpática,la cual me dirijio al camino correcto,ella no se expresaba con palabras,solo con señas y gestos.

Entre al comedor y ellos estaban hay,si ellos,había un sin numero de personas entre ellos los mas conocidos,Hatsuru,Jodie y el profesor Efron,el resto eran jóvenes como yo,pero desconocidos.

Me preguntaba porque tantos chicos aquí,¿cuales eran sus objetivos?

Todos los asientos estaban llenos a excepción de uno,el que estaba a lado del profesor Efron.

Diriji mi mirada asía a el y asintió con sus ojos que me sentara,sin duda lo hice, ¡Moría de Hambre!,y que hablar del delicioso Bufet,eran manjares de Dioses,todo se veía delicioso y lo mejor era que podía comer todo lo que se me antojase.

-¡Todo se ve riquísimo!-le dije al profesor bufando,el profesor me miro con cara de pocos amigos y terminando de masticar la comida me dice:

-Ilenia,en la mesa no se habla-lo dijo en tono egocéntrico y retándome

Así que baje la cabeza y empece a comer viendo a los demás,hasta que todos habíamos terminado...

Nayeli Castro e Irina Cedeño



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