En el momento en el que quedamos cara a cara, cuerpo a cuerpo, su mirada cambio a una jugetona pero sus palabras fueron totalmente opuestas.-¡No estamos para bromas! ¿Qué edad tienes? ¿15?.-Bufó molesto. Tragué saliva. Los que decian que los chicas eran las más complicadas de entender estaban equivocadas, ó talvez aún no conocían a Aldahir. Ese chico si que era bipolar y complicado de entender.
-Hubieras dejado que me muriera.-Murmure bajito. Si hubiera muerto almenos estuviera con mi papá y no en este lugar sobrenatural con peces que les afecta la mala corriente. Bueno, mala broma.
-Escuché eso.-Su mirada se encontró con la mia ¡Cielos! El era jodidamente sexy ¡A la mierda si era un bipolar! Yo quiero tener hijos peces con él.
La mirada de Alda cambio a divertida ¡Lo ven! Coff bipolar Coff.
-Tenemos que comprarte ropa.-Las palabras salieron de su boca mientras me miraba de arriba abajo, fue el momento en el que me ruborize. Aún llevaba mi traje de baño de una sola pieza , era ajustado, marcaba cada una de las partes de mi cuerpo. Santa mierda ¡Santísima mierda! Por lo habitual no me avergonzaba que me vieran en traje de baño, vivía en Hawai y era surfista ya estaba acostumbrada. Pero él me ha puesto los nervios de punta, quizá por sus ojos intensos que se detuvieron en mi pechos ó talvez por la sonrisa ladeada que había colocado de una manera tan sexy.
-Okay, entonces vamos.-Articule por fin.
-¿Vamos? ¡Voy sólo! Si la gente te mira con esa ropa y ese cabello seguro irían a mitotiarle a papá.
Otra vez no por favor. Quedarme en esta habitación sin nadie era algo que me causaba temor.
-No estarás Solá.-Me tranquiliza como si supiera lo que pienso mientras se asoma por la puerta.-Ella te hará compañia.-Dijo cuándo
una chica de mechones azules y cabello perfectamente ondulado entro. ¿Como era posible? Digo estábamos debajo del mar y ella lucía como modelo. La chica que era más baja que yo sonrió enseñando sus perfectos dientes. Era guapa, muy guapa.-Hola soy Landon la hermana menor de Aldahir.-Trate de buscar con la mirada a dicho chico pero no estaba. No me di cuenta cuàndo se fue.
-Hola. Yo soy...
-Hallie.-Me intereumpio.-Lo se él me habló de ti.
Frunci el sueño como seña de confucion.- Nos contamos absolutamente todo, el no hace nada sin mi aprobación y yo sin la suya. Además estaba ahí cuando salvo tu vida.
-Oh gracias.-Fue lo único que pude decir. Si le ponías atención era igual a su hermano, sólo que esa con los ojos verdes.
Quedamos en un completo silencio, uno muy incómodo, no sólo por que no hablábamos si no por que me miró fijamente como si estuviera detallando cada parte de mi. Se acercó con pasos lentos y luego tomo un mechón de mi cabello moviendo la cabeza de un lado a otro como si estuviera negando algo.
-Tenemos que arreglar esto.-Mascullo haciendo una mueca.
-¿Que tiene de malo?.-Pregunté incrédula.
-No tienes mechones de algún color.
No, no y no. Yo no iba a pintarme mechones. Creo que se dio cuenta de que me iba a negar por que hablo.
-Pero nada. ¿Quieres lucir como nosotros ? Pues tendrás que pintarlo. Así que ¿Que color?-Preguntó.
Me lo pensé un segundo. No era como si tuviera otra opción.
-Morado .-Contesté resignada.
-Vale, ahora tenemos que descubrir tu poder.
Espera.