Capítulo 3

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El frío aire de la noche inunda mis pulmones. No escucho mis pensamientos tan solo el latido de mi corazón. Tras un cuarto de hora corriendo consigo llegar a la remota cala.

Me siento en la arena justo al lado del mar.
La brisa marina me despeina el pelo y un denso manto de humedad lo recubre todo. Las olas golpean contra los acantilados.

Tan solo se escucha el monótono compás de la marea al son de los grillos, violinistas en la noche.

No puedo evitar pensar en ella.
¿Qué tiene ese cabrón que yo no tenga? ¿Acaso la ha visto en sus peores momentos? ¿Cuándo realmente está triste pero lo disimula con sarcasmos y malas caras? ¿O cuándo esta furiosa y saca todo su mal carácter y su ira y lo usa en contra tuya? ¿La ha visto llorar alguna vez? Bueno nadie ha visto llorar a Chloe...

Un telar constituido por pequeñas y brillantes estrellas  luce encima mío.

Me invade la tristeza.

Tengo una inmensas ganas de matar a Chloe pero también de besarla. Siempre tengo ganas de esto último.

Me recuerda a una de la canciones preferidas de Chloe. Una vieja melodía de Loquillo llamada La mataré.
La busco en ITunes y la pongo...

Yo la sentaba en mi regazo,
enloquecía sólo a su contacto.
La he conservado en la memoria.
Tal como estaba.
Siempre a mi lado.
Nunca me juró su amor
lo creía eterno yo.
Y ella me sonreía y
miraba hacia el mar.

Yo hubiera muerto por su risa.

Hubiera sido su feliz esclavo.
Qué dolor sucio y traidor
me envenena el corazón.
Sé que ella nunca enloqueció.
Jamás perdió el control.

Sólo quiero que una vez
algo la haga conmover.
Que no la encuentre jamás
o sé que la mataré.

Por favor sólo quiero matarla.
A punta de navaja
Besándola una vez más.

Poco a poco el sueño me invade. Mi último pensamiento se lo dedico a ella. Me la imagino bajando del oscuro cielo con su pelo cubierto de estrellas y un vestido de espuma de mar. Y veo que me sonríe y promete quererme.

Promesas que jamás cumplirá.

Chloe.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora