CHAPTER 1

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12 segundos bastaron, no quería captar su atención, quería pasar desapercibido pero no todos los planes salen como tú quieres, caí desde el séptimo piso y ya no recuerdo más.

CHAPTER ONE

Desperté hace no más de 20 minutos sin saber dónde estaba, luces tétricas y  opacas iluminando un pasillo solitario y Tenebroso frente a mí, un dolor de cabeza de aquellos que preferirías haber muerto y la intriga de no saber si estaba en un hospital o en una morgue. A mi lado un frasco de analgésicos y un vaso de agua el lugar estaba desierto parecía no importarle a nadie, me mire para ver si mi cuerpo todavía seguía en este plano y hay estaba magullado y vendado, escuche susurros a lo lejos quizás unas habitaciones al lado, las murallas hablan no son buenas guardando secretos, en mi cabeza parecían gritos ensordecedores. Quise callar las voces con las pastillas, me levante en dirección a la puerta de la habitación en la q me encontraba vidrios rotos y sangre en el piso mire y en paralelo a la habitación había otro pasillo sin iluminación este era más largo y estaba bañado por la penumbra, la luna débil en un intento de colarse en el deprimente escenario dejaba caer su luz a través de unas ventanas tapiadas por tablas las cortinas se elevaban con el viento nada de q temer un típico montaje en una historia de terror, infaltable para el ambiente. Pretendí seguir las voces pero en el estado que me encontraba mejor sería alejarse.

Fui en la dirección contraria a aquel susurro buscando una salida, sin un arma me sentía expuesto, desnudo, todo el coraje se había perdido, mi sorpresa fue grande cuando tras perillar varias puertas me di cuenta de que estaba atrapado en el lugar las puertas se encontraban cerradas, dejando solo una opción, un camino; mi pisada era firme pero el suelo se tambaleaba o tal vez era lo contrario pero, ¿Cuál sería la diferencia? Me acerque hasta que el susurro se posó justo frente a mí, abrí la puerta con la delicadeza de una madre cargando a su hijo. Los susurros eran el sonido de un televisor encendido con un video reproduciéndose y una nota pegada en la pantalla que decía: -Eric Simmons y Josh Delson atrápalos, ellos saben-Cuando vi esto comprendí que no estaba atrapado, que la persona q me trajo aquí quería asegurarse de q encontrara su mensaje obligándome a verlo, no podría hacer la vista gorda. No sabía que tenía a alguien de mi lado, ¿Quién intentaba ayudarme y que ganaba con hacerlo? ¿Es ayuda o es una trampa?, me desenfoque de mis preguntas y vi la grabación, el video era una cinta de seguridad de mi estadía en la habitación de al lado aparentemente la sangre en el piso era mía, Eric Simmons y Josh Delson eran los hombres que vinieron a visitarme, jamás había escuchado esos nombres en mi vida, no tenían nada que yo quisiera y aunque parte de mi quería saber el propósito de esa carta, no sabría como dar con ellos ni que decir si los encontraba, -vengo a acusarte de nada, ¿qué tienes que decir?- bueno, como muchas cosas a esta altura ya no tenía sentido y tenía cosas más importantes que atender.

Avancé hasta la puerta , daba a una escalera, estaba en un segundo piso, baje y en el primer piso todo era normal un restaurant con trabajadores apurados que iban y venían nadie se daba vuelta a mirar mi deplorable apariencia, parecía ser invisible, la vida avanzaba a paso doble mientras yo me quedaba atrás, las cuerdas del pasado se enredaban en mi cuello asfixiándome hasta el punto de frenarme, era la insignia en mi frente, solo soy un tipo más con un pasado de errores y un futuro incierto. Una bala me dio una cálida bienvenida a la realidad rosando mi brazo, corrí sin dirección con el propósito de no ser alcanzado por la muerte, pero estaba detrás de mí sonriente con su túnica negra desteñida y su guadaña mellada y oxidada, pero no era la primera vez que la veía ni sería la última.

Me vi esquivando balas en un baile de música de ascensor con esa tonada desafinada pero melodiosa de un manicomio, Me tire por la ventana, estaba en una película de acción, estaba tan aturdido como para creerlo, sentí el rugido potente de un coche acelerando, un porche plateado viniendo hacia mí, entre a un tarro de basura, se sintió tan reconfortante, como estar en casa, ya lo sabía siempre pertenecí allí, el choque interrumpió mi sentimiento de autocompasión cuando una bala alcanzo al conductor, era Richard mi amigo, claramente no lo era aunque yo lo creí en algún momento, quizás la suerte jugaba a mi favor esta vez, y aunque moviera hábilmente las piezas por mí, seguía en un laberinto, tome el auto y me largué, mire el retrovisor y vi en el mi punto de partida y por delante un camino lleno de acertijos y conspiraciones, lo inteligente era desaparecer. Nunca fui muy inteligente ¿Y cómo decirle que no al misterio?

No recuerdo mi nombre, y ahora que lo pienso solo recuerdo que busco a una mujer de vestido rojo, muy hermosa de cabello largo y castaño. Pare en un motel barato, nada acogedor, pero comparado con donde estaba esto era un paraíso, Y entonces, ¿Dónde debo ir? No tengo pistas ni direcciones, mi búsqueda se había convertido en cliché, una aguja en un pajar, de alguna forma la angustia se apoderaba de mí y recuerdos vagos se manifestaban como fantasmas, la sorpresa no se dejó ver, ya esperaba hasta lo más insólito, fragmentos de imágenes se coagulaban en mi cerebro, dormir parecía una buena decisión.

Dormir parecía buena decisión, grabe error, desperté amarrado sobre la cama y a mi lado estaba un sujeto de camisa blanca y un pantalón gris sentado en una cilla con un fierro en la mano y un cigarrillo en la boca, me hablo con una mala copia de acento ruso

-buenos días bella durmiente, tienes el sueño pesado eh!

-estaba soñando con mariposas

Le respondí con un tono burlón, no sabía lo que pasaba, examinaba la habitación a ver si alguien le acompañaba, no había nadie más.

-¿sabes por qué estás aquí verdad? En esta situación

Me moví sobre la cama para sentarme el sujeto permaneció alerta.

-¡contéstame! Mariposón

El respondió a mi burla

-No, no se quién eres ni que quieres pero si has de buscar algo de valor no es tu dia, lo que traigo puesto es todo lo que tengo.

-vamos Cris me ofendes, ¿Cómo no te vas a acordar de mí? Te ayudare a recordar.

El bastardo golpeo mi cabeza con el fierro una y otra vez, si sentía pena por algo, era por mi cabeza,

-¿has visto los dibujos animados cris? Cuando un personaje pierde la memoria le parten el cráneo hasta que le sale un chichón.

Aunque el tipo pegaba fuerte no hacía muy buenos nudos, había terminado de desatarme mientras me golpeaba, con el movimiento mi actuar paso desapercibido, me levante y le arrebate el fierro, y le devolví amablemente los golpes que me había propinado, el tipo saco un arma pero no le di tiempo de usarla, salí dejando un cadáver tras de mí, serré la puerta con llave y me fui del lugar.

Solté una carcajada con dolor, no podía creerlo, el juego del maniático había dado resultado, ahora recordaba quien era, tenía un arma y sabía cómo usarla.

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