Llego al instituto y aparco mi motocicleta en el aparcamiento. Me acerco a la puerta del edificio y allí me esperaba mi mejor amiga, o mejor dicho, mi única amiga, Amanda. Ella es una chica muy alta con el pelo rizado y negro, es muy guapa y atractiva. Ella me a ayudado en todos los problemas que me han surgido, ya que nos conocemos desde que teníamos apenas dos años.
-¡Diana, quieres darte prisa, vamos a llegar tarde a clase!-me grita, unos metros más alante que yo.
-¡Ya voy!
Nos saludamos con dos besos rápidos y entramos corriendo en el edificio para no perder un minuto más de clase.
Las clases se me hacen eternas. Mis notas académicas son muy buenas. Creo que tengo suerte de ser una chica aplicada. Cuando era más pequeña no necesitaba estudiar para sacar un sobresaliente, pero a medida que voy subiendo de curso, es más complicado.
15:05 Hora se irse a casa.
Amanda se despide de mi con un abrazo.
-Buen fin de semana Diana.- me dice.
-¡Igualmente Amanda, chao!-añado yo.
Ando rápido hacia el aparcamiento donde está mi motocicleta. Me acerco, pero un grupo de chicos rodean mi vehículo soltando carcajadas y haciendo muecas en señal de burla.
-¿Es tuya esta bicicleta?-me pregunta uno de ellos cuando ve que me acerco con las llaves en la mano.
-Sí.-contesto con vergüenza a causa de mi timidez.
-Pues ten cuidado, no se te vaya a hacer pedazos por el camino.-Dice otro, mientras los demás ríen.
Me estremezco y bajo la mirada. No me gusta ser el centro de atención, y mucho menos cuando se trata de una situación vergonzosa.
Un chico abre paso entre el montón de chicos que rodean mi moto, aún riéndose.
-Venga chicos, se acabó la fiesta, dejar marchar a la chica.-aparta con la mano a los chicos y abre paso para que yo pueda salir.
Oh dios mío. Ese chico es espectacular. Tiene la piel morena, al igual que su pelo marcado en un largo tupé, está muy en forma, incluso se le marcan los pectorales bajo esa camiseta ajustada azul marino, tiene los ojos grandes y un poco achinados, verdes, muy intensos.
Me mira de arriba a abajo contemplando cada parte de mi cuerpo.
-Gracias.-contesto muy nerviosa, al ver que el me mira fijamente.
Arranco mi motocicleta y me alejo de el grupo lo más rápido que puedo.
En el camino a casa, no puedo parar de pensar en su mirada tan intimidante y profunda.
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SIEMPRE A MI LADO
عاطفيةCreo que todo pasa por algo, y que no existen las casualidades. Nunca he llegado a pensar como con un simple abrazo puedo sentirte siempre a mi lado.