- Hola buenos días! -pronuncia nada mas entrar por la puerta lo suficientemente alto para q lleguen a mis oídos, como para no llegarme seré la única marcianita en el universo que se fije en el sin recibir su atención.- Hola buenos días! -repite clavado en el margen de la puerta con un tono más alto pero a la vez dulce ya que en un primer intento no lo percibió a parte de la clase.
Su hermano se adelanta rozándole el hombro derecho sin intención de saludar, tan iguales pero tan diferentes a la vez.
Este suelta la mochila contra el suelo y se sienta en su silla sin ganas como cualquier otro lunes.¿Verdad?Rebusco en mi cajonera mi querido estuche azul pastel y me doy cuenta de que no se encuentra en mi sitio.
- ¿Buscas esto? -pronuncia Daniel Oviedo con mi estuche en su mano izquierda moviéndolo levemente de lado a lado.Ya que su asiento esta justamente a mi derecha.
- Si...-respondo un poco confusa y con la voz temblorosa a la vez que mi cuerpo.
- Tranquila...No pienses mal de mi -me reclama con un pequeña sonrisa, valla sonrisa era como un huracán.
- Las señoras de la limpieza lo habrán colocado por equivocación en mí sitio -Terminó y adelanto el estuche con ayuda de un ligero paso de su mano por su pelo. Bendito pelo te mata en un instante.Lo cogi e intente seguir con lo mío. Pero no puede ser, en cuanto saco mi bolí con intención de apuntar en mi agenda parte de exámenes q se me olvidaron ya oía su voz tan shyfnch.
- Paula guapetona!!! -dice acercándose a su "mejor amiga" que yo sepa las mejores amigas no van por ahí poniéndote verde cuando la convenga e inventándose relaciones con su hermano.
Sí va diciendo por ahí que tiene un lío con Daniel Oviedo solo por ser mejor amiga de Jesus. Que graciosa ella y para colmo ellos nunca se lo creen cuando les cuentan lo que dice.Seguía mirándole en cuanto Paula fue rápidamente a darle un abrazo como todas las mañanas...
Menudos abrazos ya quisiera yo eso mas que a nada.
Paula se fijo en que les estaba mirando y empezó a cuchichear como siempre. Por no describirla como una guarra diría que va siempre muy ligera de ropas.En fin me di la vuelta, suspiré y como una vez más asumí que Jesus Oviedo era inalcanzable para mí.
Me pongo a rellenar lo q me faltaba y noto por el rabillo del ojo de Daniel me mira confuso, me pongo súper nerviosa ya que es una de las veces que uno de los gemelos me mira o a hablado conmigo aparte de que soy super tímida.
- ¿Por qué me miras?- le digo con ganas de salir del agobio de su mirada.Y suelto una pequeña sonrisa si se la podría decir así causada por los nervios.
-Nada, nada.-responde él saliendo de sus pensamientos.Y me sonríe otra vez mas.