Ⅴ.

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Joshuá

Lunes, 12 de Octubre
23:59

Estoy tranquilamente revisando mi correo electrónico. Trabajo en una empresa nacional; no es muy conocida, pero sí es bastante eficiente. El salario no es muy elevado, pero mi mujer, Julieta, también trabaja en un restaurante cercano.

Mientras mis obligaciones a tiempo completo solo me exigen tres días y medio a la semana -jueves, viernes, sábado y lunes por la mañana-, mi esposa trabaja todas las mañanas laborales entre semana. En total tenemos un buen salario que nos permiten caprichos de vez en cuando.

De repente me llega un mensaje desconocido. El emisario es noreply@gmail.com y no tiene asunto. Abro el correo por si acaso, no vaya a ser algo importante y lo deje sin revisar.

Lo que veo me deja estupefacto. El mensaje dice lo siguiente:

Hola, Jaime. ¿Quieres ser mi amigo?

Viene adjunto con una imagen extraña y abstracta, que apenas consigo descifrar. Despierto a Julieta y le cuestiono sobre ello. Lo único que replica es que es un perro sonriente de color rojo que asusta, pero nada más.

Me pregunto si el comunicado vendrá de parte de algún amigo de mi hijo, ya que menciona su nombre. Confío en que sea eso, porque me está comenzando a dar muy mala espina.

Apago la pantalla del ordenador y me dirijo a descansar.

La Maldición Del Perro ||Smile Dog|| [#Creepyawards2016]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora