Ⅵ.

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Jaime

Martes, 13 de Octubre
11:06

Es la hora del patio. Todos los niños están corriendo y jugando por ahí, y a mí también me apetece mucho hacerlo. Papá y mamá me dicen que no deberían darme envidia porque hay muchas cosas que yo puedo hacer y ellos no, aunque no pueda caminar. El otro día me enseñaron un vídeo en Internet sobre unas personas que hacían deportes muy guays a pesar de estar en silla de ruedas como yo. Fue muy genial y he decidido que de mayor quiero ser como ellos.

Pero el problema es que no tengo a nadie con quien jugar. No es como si mis compañeros me odiasen o algo así, pero se cansan de mí. Es decir, se acercan a mí y juegan conmigo algunos días porque son buenas personas y no me quieren dejar solo, sin embargo como no puedo ir al mismo ritmo que ellos se acaban olvidando de mí. Por lo menos los profesores siempre me ayudan.

A veces veo a los niños más mayores que no juegan, y solo hablan entre ellos; me pregunto si algún día mis amigos harán lo mismo. Espero que sí porque eso me pondría las cosas mucho más fáciles.

A pesar de todo, me gusta el colegio, porque puedo aprender muchas cosas y soy de los mejores de mi clase. O, al menos, eso es lo que dicen los profes.

La Maldición Del Perro ||Smile Dog|| [#Creepyawards2016]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora