Hermoso Reflejo

Capítulo 2

‹‹Como si de una extraña se tratara, la imagen que me devolvía el espejo no era la mía.››

La confusión que invade mis pensamientos no se manifiesta en el retrato frente a mí, aún con mi mano estática en el aire.

Unos ojos grises y fríos, enmarcados por unas pestañas largas y negras como la noche, me devuelven una mirada llena de odio. Sus cejas, depiladas y perfectas acompañaban al reflejo. Su boca esta acentuada con un brillo a pesar de que sin él, sería igual de hermosa.

Su cabello rubio cae en una cascada de rizos, dignos de una muñeca de porcelana. Hasta en la simetría del rostro éramos distintas: Ella con facciones duras pero aun así bonita. En cambio, yo poseo un rostro aniñado, nada del otro mundo a mi parecer.

Giro mi rostro hacia la derecha y ella también lo hace. Alejo la mirada de su rostro y la dirijo más abajo. Su atuendo es el fiel retrato de una princesa, con un lazo acompañado de una flor alrededor de su níveo cuello. Su vestido dorado acentúa su belleza de una manera casi sobrenatural. Aunque pensándolo bien, no es muy normal que te mires al espejo y no seas tú la que se refleja en él.

Al parecer decide soltar mi mano, porque cae como un pañuelo al lado de mi cuerpo.

Muevo por enfrente de mi cara la mano derecha. Lo mismo. Mis uñas siempre permanecen cortas ya que desde niña he tenido ansiedad y termino comiéndome las uñas. Sin embargo, la imagen del espejo muestra una mano firme pero delicada con unas uñas largas.

De repente la mano izquierda de ella se eleva hacia adelante, como si intentara agarrarme.

Asustada de lo que ese antiguo espejo me mostraba, voy retrocediendo hacia atrás. Los latidos de mi corazón se dispararon hasta poder escucharlos perfectamente en mis oídos. El miedo deja paso a la desesperación. Necesitaba salir de ahí.

Agarro el pomo de la puerta lentamente, sin observarlo siquiera, temiendo que al darme la vuelta algo ocurriera y no poder escapar de allí.

Pero algo ocurrió.