Capitulo 1: "El regalo"

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Capitulo 1: "El regalo"


  Kimberly  Adams se despertó por el sonido de su despertador sobresaltándola, odiaba ese sonido chirriante que hacia que sus tímpanos explotaran

  Hoy era un día sumamente de gran importancia ya que su tía como todos los años organizaba el gran baile de disfraces por su cumpleaños y obviamente para la muchacha le parecía una pérdida de dinero y tiempo.  


  Su tía con 39 años, solterona y mujer de sociedad creía que era importante mostrarse al publico siempre perfecta. Por esta razón siempre presionaba a Kimberly a ser como era esta, mientras que su madre no intervenía en nada, pues fueron tantas las veces que le explicó a  su hermana Margaret que su hija no compartía los mismos gustos como ella, que pensó que era mucho mas conveniente dejarlo pasar como algo momentáneo


  Esta  joven de 14 años y cabello alborotado, anhelaba con esfuerzo poder vivir una aventura sin fin.   Harta de la monotonía de su estéril vida, se entretenía con los libros que su madre le compraba con frecuencia, imaginaba ser la protagonista y experimentar esos sentimientos de adrenalina como sus héroes en las películas.


  Eran tempranas horas para madrugar un sábado. En la mansión Addams  iban empleados de aquí para allá llevando flores, decoraciones y comida. Su tía Margaret era una mujer que se mantenía en buen estado físico y hoy cumplía 40 veces de soplar las velas en la gran casa en la que vivían: su hermana e sobrina. Con ojos como el mar y sonrisa deslumbrante, nadie creería que esa cara bonita tendría la resistencia de un león para despertarse cuando salga el sol.

Kimberly - Que siempre comparaba su hogar con el de ''Los Locos Addams''  imaginaba a Margaret como Morticia -   

  Deseaba desesperada mente que fuera tan loca y olvide esa patética fiesta en donde con los amigos adultos y conocidos podría hacerse una nueva película de Jurassic Park con los fósiles de gente grande, ni hablar de los hijos todos unos presumidos ricachones tan vanidosos como sus padres - Como Kimberly no era como ellos, la detestaban. -


  Esta mencionada bajaba las escaleras sosteniéndose del barandal con tanta gracia como la de un mono y con pasos brutos se dirigía a la cocina en donde su Nana  le preparó un exquisíto desayuno con sabor mas delicioso que el aroma.

  El torbellino de cabellos comió sin vacilar,  no llego a decir ¡Hola! que ya tenía la boca llena de crema batida, terminando de limpiar su plato y sin la boca ocupada pudo charlar unos momentos con la mujer que la cuido desde pequeña.


  - ¡Hey!, nana no te vi allí - Habló con las mejillas rosadas porque su compañera desde hace años la observo devorar lo que cocino con ferocidad atroz.

 -... al parecer te gusto. -  Kimberly asintió moviendo la cabeza varias veces de arriba abajo.  - Vé a ponerte tus zapatos que debes probarte el vestido para esta noche, o de lo contrario sabes como se enojara la señorita Margaret.  - Otra vez la joven asintió como la primera vez y corrió fuera de la cocina en busca de sus zapatillas, luego volvió allí para depositar un beso en la mejilla de su  segunda madre seguido de un "Buenos Días"  y volverse a encontrar su calzado.


                                             Mientras tanto


  Margaret  se coló en el cuarto de su sobrina y sobre la cama dejo un paquete con papel brilloso con un moño atándolo


  Para otros ojos normal, un paquete debería tener algo dentro nada fantástico sería aquello, pero lo que nadie sabía era en el se encontraba una Máscara  veneciana para complementar el atuendo de Kimberly, su otra función era un poder dimensional inimaginable.



                              ...Continuará próximamente  












Hermosa MáscaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora