Capitulo 1 'Tiene que ser una p*ta broma'

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Bueno, comencemos. Les explicare un poco de mi vida.

Soy _____ Jo
Suena raro,no? No soy coreana, sino que mis padres lo son.

Bueno, nací en EEUU y vivo, más bien vivía allí hasta este año. Con 16 años, abandono mi hogar, mis amigos, todo , solo por el trabajo de mis padres.
Mi abuelo, de parte de mi padre, falleció hace poco y por consecuencia, mi padre heredó su gran compañía.

La cosa es que nos iríamos a Corea del Sur, y yo estaba asustada. No por el cambio, o el idioma, sino que no era rapida para adaptarme o hacer amigos.
Pero vamos! Que se podría esperar de una adolescente de 16 años y timida, que esta asustada por un nuevo comienzo, en una nueva escuela donde no conocía a nadie. Se podía esperar absolutamente lo contrario que me pasaría a mi, lo presiento.

Me encontraba armando mis últimas maletas, ya que muchas de mis cosas ya habían sido enviadas a nuestro nuevo hogar del otro lado lado del mundo.
Ya me había despedido de mis amigas y que digamos, no tomaron la noticia de la mejor manera y me dejaron tirada. Por lo que mi ánimo no es el mejor.

Con las pocas ganas que tenía, termine de empacar y me tire, en lo que quedaba de mi cama, desganada, sintiéndome sola, con ganas de descargarme. Y así lo hice, me coloqué boca abajo y sollozoce hasta quedarme dormida.

Sentí algo húmedo en mi mejilla, el movimiento era constante y luego escuché... ¿Un ladrido agudo?
Abrí mis ojos de golpe y efectivamente allí estaba, el demonio más tierno que había visto en mi vida.
Al verme reaccionar, comenzo a brincar y, a pesar de que era chiquito, su golpe secó contra mi cuerpo dolía.

Reí

-Ya Yul!.- volví a reír ya que comenzó a lamer mi cara.

Lo aparte de mi y lo baje de la cama. Me miró ofendido pero luego se hecho a correr al escuchar a mi mamá llamándolo para comer y a mi para desayunar.

Miré a mi alrededor y mi humor decayó. No es bonito despertarse en una habitación vacía... menos si era la tuya.

Bueno, resumiendo mi día, me levanté, tomé una ducha, me vestí, desayune y corrí a buscar mis maletas.

Desde temprano estoy aquí, en el aeropuerto, esperando para embarcar el avión, que aparentemente se había retrasado.
Yul estaba con otros dos perritos por lo que no tenía mucha compañía, y por otra parte se encuentra mi mamá, que esta hablando muy cómodamente con una señora mayor que había conocido hace no más de media hora.

Allí estaba yo, sola y me sentía abandonada, y me dolía. No toda mi vida fue así, mis padres me adoraban y yo lo sabía pero no podía evitar sentirme dolida cada vez que no estaban y me dejaban sola, que era y es muy seguido.

"Vuelo 402 presentarse en la puerta de embarque E. Muchas gracias".

La voz femenina resono en mi cabeza.
Inconscientemente comencé a caminar hacía la puerta que no se encontraba muy lejos.

Allí estaba yo, a punto de comenzar mi vida de cero.

[...]

Luego de largas horas,- y cuándo digo largas, es porque son largas, ya no sentía mi trasero. Juró que sí lo sentía, lo sentía poco y nada-, llegamos a destino.

Una vez fuera del avión, con nuestras maletas y Yul, comenzamos una búsqueda bastante épica: encontrar a mi papá entre el mundo de gente que había en el aeropuerto. Cosa que iba a ser dificil, mi papá no era la gran cosa. Tenía un poco más de mi altura -y digamos que si tengo un metro sesenta es mucho.- y un poco regordete, por lo que no resaltaba de entre la multitud.

Strange LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora