Strange Love

Capitulo 3. 'El destino lo hago yo'

Parecía como si una maldicion hubiese caido sobre mi.

Nuevamente las miradas asesinas.

Repito, si las miradas mataran, yo ya estaría muerta.

Jeon 'El playboy supremo' Won Woo seguía demasiado cerca de mi. No se había corrido ni un milimetro.
Me estaba poniendo nerviosa. Mis manos sudaban a mares.

-_____ Jo. Acabas de ganarte el odio de una persona muy influyente en muchos aspectos.- Dijo con suficiencia en sus propias palabras.

Estaba amenazandome? Y estaba orgulloso por ello?

'Metete tu amenaza y tu orgullo por donde no te da la luz'.

Queria contestar eso, pero vamos, si decia aquello quedaría peor que ahora.

Solamente atine a mirarlo con temor y un poco de desdén.
Parecio notarlo y se apego mas a mi cuerpo, cosa que me sorprendio.

Ya no queria tenerlo mas cerca, me daban nauseas.
Y de pronto me soltó y se fue.

Si, tal y como les digo, ni si quiera se dio vuelta. Solo siguio su camino, seguido por su sequito de playboys.

Pude respirar de nuevo con normalidad.

Mataría a So Ah por haberme dejado sola. No quería volver a estar sola, y sabia que no debería. Si lo hacía yo sería una presa fácil, y cualquiera desde Won Woo, su séquito y hasta de Seul Eun, yo seria facil de atormentar y más si me encontraba sola.

[...]

Corrí, literalmente, hacía donde supuse que So Ah se encontraría, la cafeteria.

Una vez que entre, todas las miradas se posaron en mi.

¿Tan malo era ser la nueva? O si, ni te imaginas.

Volví a correr, pero esta vez en direccion a So Ah que se ubicaba no muy lejos mio. Era la siguiente en una fila bastante larga.

La agarre del brazo sin previó aviso, cosa que hizo que se sobresaltara.

Dijo una maldicion y luego miro mi estado.
Su cara era de horror y diversion.

Por su expresion, asumo que yo debo estar cubierta de sudor, mas palida que la nieve o un cadaver, con mi cabello revuelto debido a que vine corriendo, y mis cachetes literalmente rojos.

No era un buen aspecto, que digo, estaba horrible.

-Esta bien, compro algo de comida y me cuentas que sucedio. Porque por tu estado no a sido lindo.- y ella tenia razon. Yo había temido por mi vida.

Le asenti rapidamente con la cabeza y solte su brazo.
Pensaba que seria rapido y podriamos irnos. Pero digamos que no fue lindo esperar a como una señora mayor realizaba movimientos tan lenta como una tortuga-una muy vieja-, ni mucho menos sentir como algo frio baja por tu espalda.

Esperen... algo frio? Mi espalda?.

Me gire repentinamente.

Sus ojos de pura diversion y odio, y muchos sentimientos de autosuficiencia hacia lo que habia hecho, fueron la gota que derramo el vaso.
Mi dia no había sido lindo y estaba perdiendo mi autocontrol.

Pero derramarme una bebida había sido la cereza del postre.

Ni si quiera sabía que le había hecho a ella que le molestara tanto.

-Ups, fue sin querer, no te vi.- dijo con un aura falsa, haciendose la inocente y arrojando el vaso al piso.

'Claro, porque ves mal. Deberias comprate anteojos.'

Me miro incrédula.
Lo habia dicho en voz alta?
Me maldeci, pero no me arrepentí.

Seul Eun se lanzó contra mi, como un gato receloso, tirandome golpes inofensivos, rasguños y tirones de pelo. Pero fue mala idea.

Cuando no tienes una vida social común, y eres maltratda, aprendes a defenderte. Por lo cual en un movimiento rapido yo estaba sobre ella sosteniendo sus muñecas detras de su espalda, inmovilizandola.

-Tranquila gatita.- susurre divertida.

-______ Jo,Kim Seul Eun. A mi oficina en este instante.-Las palabras frivolas del director Witty me estremecieron e hicieron que suelte a mi presa.
Se habia escapado.

Seguí al director a su oficina por segunda vez en un dia.

'Que gran primer dia'

Y vaya que lo estaba siendo.

Mire a mi costado y alli estaba la lider de las barbies.
No dudo que pronto recibire una visita de sus amiguitas barbies.

¿Quién sabe? Tal vez mañana regrese al infierno, perdon, a la oficina del director Witty.

Supongo que esto recien comienza, y no de la mejor manera.

Me quede admirando la puerta de la oficina. Se venia una bronca, o eso supongo y, adicionalmente, un castigo.

'Demasiado para el primer dia, ya no mas castigos o visitas a la oficina, hasta mañana'.

Si tan solo pudiera cumplirme esa promesa.
Pero vamos, el destino lo hago yo y tengo el presentimiento de que eso no sucedera.