Priests (Sacerdotes)

Capitulo 18

Llegaron a un pueblo a unas horas del valle de los demonios (como Gya lo había bautizado), ahí pasaron la noche y al día siguiente se dedicaron a revisar los daños de la nave

–A este paso tendremos que cambiar el casco de la nave o conseguir una más resistente – comento Iker.

–¿No podemos? – pregunto Gya.

–Ese no es el punto.

–¿Cuánto tiempo estaremos aqui?

–Por lo que puedo ver, al menos otro dia.

Chris suspiro.

–Tendré que ir a conseguir piezas y realmente no sé si el pueblo las venda.

– ¿Y qué haremos aquí por dos días? – Pregunto Preg.

–Busquen algo que hacer – Iker se puso su chaqueta de piel – veré si puedo conseguirlas, no dejen que la nave se dañe de más.

Fue lo último que dijo y se fue, durante la primera hora los demás estuvieron tranquilos, habían salido de la nave, Gya leía mientras comía, Ren practicaba su puntería y Preg simplemente estaba recostada a la sombra en el pasto.

– ¿Qué es lo que harán? – pregunto Preg a la hora y media de que Iker se hubiera ido.

–Yo estoy bien – respondió Gya.

–Seguiré con esto – respondió Ren.

Preg volvió a recostarse en el pasto, el lugar estaba en silencio, en menos de medio minuto se sentó y miro hacia enfrente.

–Creo que iré a recorrer el lugar – dijo parandose.

–No pienso que sea buena idea – dijo Ren sin siquiera voltear a verla.

–Es cierto – dijo Gya pasando página – así suelen iniciar los problemas.

–Al menos así algo interesante pasaría – dijo sacudiéndose el pasto que había quedado pegado a su ropa – además cerca de aquí hay un lago, estaré bien.

– ¿Crees que estará bien? – pregunto Gya al dejar de oír los pasos alejándose sin despegar la mirada de su lectura.

Ren encogió los hombros, Gya no se percató del gesto pero la conversación se cerró.

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Preg camino hasta llegar al lago, desde no se alcanzaban a ver ni la nave ni mucho menos Gya o Ren, al llegar ahí simplemente comenzó a caminar alrededor, luego se sentó mirando el lago esperando a que el tiempo pasara, al tiempo empezó a jugar con el agua del lago, hasta que sin tener nada que hacer decido volver.

Al levantarse vi que había alguien del otro lado del lago y retrocedió sorprendida.

–Disculpe – dijo quien estaba del otro lado – no quería sestarla.

Al recuperar la calma se dio cuenta de que era un hombre, pero por la distancia no podía verlo bien ¨alguien del pueblo¨ penso.

–No se preocupe.

–Perdona por preguntar pero ¿Qué haces por aquí?, el pueblo no parece estar cerca.

¿¨Parece¨? – Pensó – podría preguntarle lo mismo – dijo a la ofensiva.

–Supongo que tienes razón – dijo riendo – me pondré en tus zapatos y te responderé, espero a unos compañeros.

–¿En un lugar un alejado como este?

–Son partes de las indicaciones que nos dieron, no puedo quejarme es trabajo después de todo.

–Ya veo – respondió de forma suave mirándolo fijamente.